Capítulo 2

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Seokjin estaba ahora sentado, donde minutos antes lo había estado Jeon Jungkook. Un aroma a flores de cereza aún persistía en la oficina de su amigo y mentor. Suponía que aquel aroma pertenencia al joven omega con el que se había cruzado en el ascensor. Tal vez lo había mirado por demasiado tiempo pues pudo darse cuenta de cierta turbación en su aroma. La verdad era que se había sorprendido de encontrar a alguien tan joven en la clínica. Solo habían tenido un par de omegas menores de treinta años que venían por problemas de fertilidad, siempre acompañados de sus alfas. Los otros omegas solitarios, en general eran viudos que querían tener un hijo con el espermio que sus alfas habían conservado antes de morir. Se preguntaba si realmente era un paciente. Hoseok al fin había cortado la llamada que lo había mantenido ocupado los últimos minutos y le sonrió a su amigo.

—¿Y bien? ¿Los trillizos de los Bae- Kim?

—Completamente sanos y robustos. Los cachorros no necesitaron apoyo extra y Yeon-Ho quedó agotado, pero sin complicaciones.

—Entonces sólo debo felicitarte y felicitamos, por hacer a otra pareja feliz.

—Es para lo que estamos aquí ¿no?

Cada vez que nuevos cachorros nacían, Hoseok se sentía orgulloso del trabajo que estaban haciendo. Habían traído esperanza a muchas parejas, que no lograban concebir. Eran una de las pocas clínicas que se dedicaban a los tratamientos de fertilidad y que además contaban con un banco de donantes.

Kim Seokjin era obstetra y llevaba tres años trabajando junto al doctor Jung con quien había compartido habitación en sus años de estudiantes en la Universidad de Seúl. Hoseok había sido su mentor y si bien al principio quería especializarse en cardiología, terminó especializándose en el campo de la ginecología y obstetricia. Actualmente estaba haciendo un doctorado en infertilidad en omegas y alfas. Al parecer, con el paso de los años y la modernidad, la evolución de los hombres lobos había derivado en casos de parejas que no podían concebir hijos, algo inusual en la especie hasta hacía un siglo atrás. Al menos esa era una de las teorías que su hermano Namjoon le había dado y que actualmente investigaba.

—Cuando venía hacía acá, me encontré con un omega muy joven... ¿era un estudiante de medicina?

—Seguro te refieres a Jeon Jungkook y no, no es un estudiante de medicina. Es un paciente, bueno uno en estudio.

Al ver el rostro confundido de Seokjin, Hoseok sonrió ampliamente—¿por qué te sorprende? Es un omega sin pareja y quiere ser padre. Vino por un donante. Lo envié con Yoongi, quiero estar seguro que lo desea por las razones correctas.

Seokjin sabía que no debía preguntar más detalles. Hoseok tenía una ética impecable y jamás daba información confidencial de sus pacientes. Sin embargo, sentía mucha curiosidad por el joven que había visto en el ascensor.

—¿No debería esperar por si su destinado aparece? No debe tener más de veintitantos años.

—Sabes que no puedo hablar de mis pacientes. Pero ya que te sientes tan curioso, prometo que, si ingresa al programa, te lo asignaré. Me pareció un omega muy inteligente y seguro de sí. Aunque probablemente un poco desconfiado respecto a los alfas en general. Aun así, creo que se sentirá más cómodo contigo que con Soobin.

Hoseok intuía que, si Jungkook pasaba todas las pruebas, necesitaría un médico que no sólo le diera las indicaciones protocolares para cuidarse él y su futuro cachorro, sino también alguien que le diera el apoyo emocional que le faltarían al llevar un embarazo sin un alfa a su lado. Y si bien Soobin, era un médico muy capaz, era un omega con un trato con sus pacientes distante y frío. Siempre mantenía una distancia que en este caso no sería apropiada. Además, por lo que pudo conocer a Jungkook y por lo que éste mismo le había dicho, su estilo de crianza había estado más cercana a la de un alfa que al de un omega, y eso podría afectar su relación con el doctor Choi.

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