El Placer de una Lágrima[Borrador]

Cap-1

La vida hay momentos que nos pone en circunstancias, en las que no sabemos que hacer.

Esto me pasó a mí y mi vida dió un gran giro de un momento a otro, de ser la vida soñada de una princesa a una gran pesadilla. Soy Sophia, bueno mi nombre es Bárbara Sophia Beltrán, pero odio que me llamen Bárbara, mi mamá me lo puso por mi abuela y resulta ser que la que tiene el nombre más feo soy yo, porque mi hermana mayor Camila Victoria, pues a ella le pusieron el primer nombre de mi bisabuela. Y resulta ser que yo tuve la mala suerte.
En fin tengo 23 años y soy española, mi familia completa es graduada de medicina, desde mis ancestros hasta ahora, pero resulta ser que a mí no me gusta medicina, solo de ver sangre me desmayo. Entonces ahí empiezan mis problemas.

Mi hermana Victoria decidió seguir con la tradición familiar, mientras que yo decidí ser reportera, ni que me guste tanto, pero es mejor que ser doctora y ver sangre, dios. Yo hasta antes de mi elección de carrera, era como la princesa de casa, mis abuelos me mimaban mucho, pero hasta hace unos 3 meses es una pesadilla, pues yo en la universidad estudiaba esta carrera a escondidas de mi familia, pero 3 meses atrás cuando me gradue , ellos se enteraron y todo cambio, ahora la favorita es mi hermana que sólo me lleva un año, pues esta cumple todo lo que mí familia quiere, es como la hija modelo que yo no fui con ellos, claro y ella orgullosa. Entonces decidí mudarme a un apartamento en Madrid, pues odio que me traten como la letra discordante.

6:30am
Suena la alarma

Estaba acostada y de repente suena la alarma pues tenía que estar en la agencia a las 7:15 am, ay pero que molestia, asi que tratando de apagarla, me caí de la cama. Aún no me acostumbraba a una cama tan pequeña, ya que mi habitación era súper grande y estaba personalizada. Así que me levanté con pereza y me duché. No tenía ganas de nada, entonces me puse una sudadera gris y unos vaqueros azul claro, junto a unos converse negros. Luego me hice un moño algo desarreglado. Bueno esta no era una ropa adecuada para ir a trabajar, pero la verdad es que no me gusta nada ser reportera, aunque ahora mismo dependía de este trabajo, porque mi familia no me ayudaba en nada,salí en dirección a la agencia, cuando llegué a la calle me di cuenta que acababa de llover así que habían charcos de agua, pero bueno, empece a parar un taxi y entonces un estúpido o estúpida paso en un auto sobre el charco y me tiro agua.

—¡Serás gilipollas! —comenté cabreada, no tenía ganas de nada y encima me pasaba esto.

El auto paró a unos metros y yo solo me volteé a este, a lo que salió un hombre con gafas oscuras y un traje negro, una barba de unos días y bien musculoso, aparentaba tener unos 30 años.

—Lo siento, le compensaré —me dice en inglés, mientras saca un dinero de sus bolsillos y se acerca a mí, pues sí, sé hablar inglés e italiano.

Yo solo estaba aún cabreada cruzada de brazos, claro, se creé que yo soy una necesitada, bueno a juzgar por mi apariencia: ¿Qué otra cosa iba a pensar?

—Ahórrese su estúpido dinero —afirmé en inglés y rechacé el dinero que me daba, me acerqué al auto ignorando a ése alto hombre y me paré en frente a la ventana de los asientos traseros de ese auto lujoso. Enseguida empezó a bajar el cristal de la ventana y había otro hombre— para la próxima resuelve tus problemas en persona ¡Strunzo! —última palabra la dije en italiano, significaba pendejo y sí que lo era, dicho esto me fuí.

10 minutos después

Llegué a la agencia, con mí peor pinta, era de esperarse pues todos iban con ropa de etiqueta, todos mis compañeros me miraron con desagrado, bueno, yo soy aprendíz de reporteros junto a ellos hace 3 meses y la verdad no me llevo con casi ninguno, porque casi todos son unos envidiosos ya que mí familia es bien reconocida en España, los llaman los Beltrán.

—Parece que a Sophia la niña mimada, ya no la están mimando tanto —comentó con ignorancia, mientras reía, esa era Clarissa. ¡Ay esta me cabrea! Sólo los ignoré, este no era mi día.

Llegué a mi pequeña mesita de oficina y me senté poniéndome ambas manos en la cabeza jalándome los cabellos.

—Llegas y no saludas — expresó mientras se sentaba encima de la pequeña mesa, esa era mi mejor amiga Megan, ella al contrario de mí es rubia con unos ojos azules de impacto, es algo más alta que yo y tiene un unas curvas súper sexy, y yo tengo el cabello café oscuro ondulado, mis ojos soncolor avellana y pues tengo cuerpo de modelo por así decirlo, menos curvas que Megan, la verdad mi amiga es más atractiva que yo — te busca la directora ejecutiva.

—Lo que me faltaba, ¡ahora que quiere esta vieja! —expresé sin nigún disimulo y me paré enojada en dirección a su oficina, al llegar toque la puerta, para luego escuchar la voz de adelante de ella— Me comentaron que me estaba buscando.

—Buenos días para tí tambien Sophia. —estaba sentada escribiendo al parecer en la laptop, esta es una mujer de unos 50 años, tiene el cabello corto y bien negro, siempre anda con los labios pintados de algún color escadalizado, no se que milagro esta soltera, ¡verdad! Qué hombre aguantaría a esta bruja.

—Buenos días Señora Rodríguez —no me quedaba de otra que saludarla, sólo me cruzé de brazos

—Primero que todo señorita Beltrán, esas no son pintas para venir a esta tan importante agencia —¡Si ni me habia mirado, como iba a saber mí vestuario! Verdad que es una bruja— Segundo, escuché perfectamente cuando me llamaste vieja, le aconsejo que sea más discreta —sin dudas es una bruja, yo sólo no podía evitar mí asombro, mientras la escuchaba— y tercero, tienes que viajar a Estados Unidos para hacer un reportaje, sales mañana a las 10 am, tienes ya el boleto en el aeropuerto de Barcelona, el vuelo es hasta New York —me quedé perpleja, esto si no me lo esperaba, todo esto lo dijo sin siquiera mirarme, ¡que rayos le pasa a esta bruja!

—A ver Señora Rodríguez creo que hay un error, de seguro se ha equivocado —trataba de ocultar mí molestia, quiénes se creen para mandarme, a ver es mi jefa, pero no pueden decidir por mí vida ¡ya tengo 23 años!

—Señorita Beltrán, la única que habla un inglés perfecto eres tú, aparte eres aprendíz. En caso de que no vayas, me tendré que ver en la necesidad de suspenderte por unos.... —se lo pensó— 6 meses mínimo, total no aportas nada.

En otros momentos me importaría poco que me suspendieran pero en momentos como este me urge este trabajo, mis padres no me ayudan en nada, es decir no quieren saber nada de mí.

—A ver, a ver Señora Rodriguez, no se exalte, explíqueme que tengo que hacer —no me quedaba de otra, pero no me convence eso que quieren que vaya yo, porqué se hablar inglés.

—Ahora mismo en España estaba uno de los hombres más ricos, de Estados Unidos, Ethan Anderson, se rumorea que él está involucrado con la mafia, pero él simplemente es un engreído ricachón que no quiso que lo entrevistaramos, pero si ganamos alguna información de él, nos vendrá súper bien a la agencia —ya me dí cuenta, quieren que vaya yo porqué el tío es mafioso y en caso que quieran matar a alguien mejor que sea yo, ¡odio a esta estúpida horrorosa bruja del diablo!— entonces te hemos conseguido una entrevista de trabajo en una de sus grandes empresas, trabajarás encubierto querida —¡Vieja hipócrita!

—Y si ese hombre se quiere aprovechar de mí, ¿no es muy arriesgado? —tengo que hacerme la víctima en momentos como este.

—Él está casado Señorita Beltrán, no hay nada de que preocuparse, y sí en caso te matan, morirás por una buena causa —¡Brujaaaa!— aquí está el boleto del viaje y tienes una tarjeta de crédito con algo de dinero para que te estabilices, me darás el reportaje completo después de 6 meses, aunque cada viernes me darás una actualización, espero y hagas bien tú trabajo —esto último lo dijo mientras me daba el boleto y la tarjeta de crédito.

Sólo me quedé callada y me retiré, ahora mismo estaba que no sabía que hacer, por una parte dependía de este trabajo y por otra no quería viajar a ningún lado. ¡Mi mierda de vida!

Hola! Recién empiezo esta historia, espero y me apoyen con votos o comentarios sinceros, se vienen cosas muy buenas. Disfruten de El Placer  de una Lágrima.