La única razón por la que Vash se sintió, lo suficientemente, seguro como para volver corriendo solo a la tienda fue cuando notó que su hermano estaba parado junto a la ventana y Nicholas detrás de él. Si esto hubiese pasado hace un año, Vash se habría sentido molesto por las tendencias sobreprotectoras de Nai.
Pero ahora, sabiendo que su atacante caminaba libre, y sumando, la sensación inquietante en su espalda cada vez que estaba solo en público, simplemente, no se atrevi a correr el riesgo. Sus ojos se posaron brevemente en los de Nai y se sintió ridículo buscando su consuelo a la edad de 26 años.
El timbre de la puerta sonó y se encontró nuevamente con en el aire acondicionado de su tienda. El calmante olor de las plantas lo envolvió y le recordó su lugar seguro. Una vez dentro, se giró ligeramente para ver que Nai había vuelto al café y que Nick ahora estaba regresando al auto.
Sus mejillas se coloraron porque este amigable extraño había esperado que él entrara a la tienda. Se preguntó si eso era algo por lo que debería agradecerle. Se preguntó si era normal hacer eso.
La paleta en su boca sabía a fresa, era bastante dulce, tanto como la interacción que tuvieron. Hubo un aleteo en su pecho que nunca antes había sentido y le gustó.
“Oh chico.”
— ¿Vash? — Una mujer llamó su atención.
Una mujer baja de cabello negro entro poco después de él, con una expresión de preocupación en su rostro cuando notó lo rojo que estaba. Medía menos de cinco pies, pero su aura la hacía alcanzar casi seis pies de altura. Era una omega dominante, y podía pasar por un alfa si así lo deseaba. Su voz era fuerte y su mirada firme, era tan expresiva como Vash.
— ¿Estás bien? — Ella se acercó, lista para ponerse de puntillas para tocar su frente. — ¿Pasa algo?
Vash levantó las manos y las agitó violentamente — ¡Para nada, Meryl! Es solo que un cliente me puso un poco nervioso, eso es todo.
Los ojos azules de Meryl brillaron cuando una sonrisa traviesa apareció en su rostro. Los dos habían sido amigos durante años y ella nunca había oído que Vash se sintiera nervioso por nada.
— ¿Eh? ¡Oh, Vash! — saltó para acercarse a él, su mano cayó sobre su brazo mientras le sonreía. — ¡Háblame de él! ¡Dime todo ya!
— Ah. — Vash rió nerviosamente. — Espera ¿Cómo va la planificación de la boda? ¿Cuántos días quedan?
— ¡Ciento sesenta, ahora dime quién es el extraño! ¡Estás más rosado que las flores que vendes aquí! — Ella hizo un puchero.
— Espera, espera, espera, — El brazo libre de Vash se dirigió a la parte posterior de su cabeza, su rostro se volvió un tono rojo intenso. — ¿no es tu hora de almuerzo? ¿Ya has comido?
— Sí, Milly les compró el almuerzo a todos en la librería, así que no tuve que salir corriendo a buscar algo. Ahorró tiempo, y podría jurar que Roberto me dio las gracias. — sonrió Meryl — ¡Pero no intentes escabullirte para no decirme quién te puso nervioso!
— Bueno, en realidad tengo mucho que hacer, pero no es tan serio. Fue muy amable conmigo, y me dió esta tontería. — habló Vash en voz baja, mirando alrededor de la tienda con la esperanza de que algún cliente necesitara su ayuda.
Desafortunadamente para él, todos estaban bien atendidos por otros empleados, o, de por sí, conocían la tienda. Ninguno de ellos se había vuelto siquiera a mirarlo cuando habló.
Meryl se rió con suavidad; un pequeño gesto que había puesto a Vash nervioso. Se encontró encantada por eso, sabía del pasado de su mejor amigo, es consciente de su sufrimiento y de lo fuerte que fue, y es. Nunca había llegado a la etapa de las citas, jamás se había enamorado, y no conocía de interacción inocente, al menos hasta que hoy la tuvo.
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Dawn And Dusk -Vashwood - omegaverse
FanfictionNikolas D. Wolfwood siempre asumió que Dios había pintado el cielo con cuidadosas pinceladas de azul y blanco, colocando el sol y la luna, perfectemente, en su lugar. A medida que crecía y su fe se desvanecía, tomó el cielo por lo que era; una obra...