Cap 6.

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La rubia se acomodo a lado del chico asiático mirando a la ciudad bajo la luz de la luna notandose en sus ojos ese brillo de nostalgia

-He estado bien, creeme que volver a Nueva York fue una locura. ¿Que tal tu?-

-Nada mal, digo. Sigo siendo el protector del mundo mágico pero de ahí en fuera ya todo va normal incluso algo monótono desde que te perdí la pista. -

Jake sonrió algo avergonzado de admitirlo a lo que Rose solo asintió

-Lo mismo digo. Hong Kong tiene un estilo de vida tan diferente que a pesar de estar acostumbrada seguía sintiéndome aburrida. -

La voz de Rose parecía cambiar a un estado más melancólico

-Se que la vida alterna que tuve en el Clan de los Cazadores no era la mejor pero al menos no era tan rutinaria. -

Intento reír por su propio comentario, cosa que no tranquilizó la mente de Jake haciéndolo preguntar con pena

-¿Pero eres feliz?-

La pregunta tomo incauta a la rubia regresando su mirada a su acompañante mágico; Humedecio sus labios, asintió y volvió a sonreír.

-Como no tienes idea. -

La mirada de Jake parecía iluminarse, era cierto que desde la última vez que la vio era completamente diferente y feliz a diferencia de su otra vida. Quizás el destino se la habría quitado pero recordando sus propias palabras "ella se merecía algo mejor".
Esbozo una sonrisa cálida hacia a ella asintiendo con esta.

-Eso es lo que más importa, me alegro mucho por ti, Rose. -

Rose sintió una oleada de felicidad melancólica al escuchar aquellas palabras, con una sonrisa cálida continuo relatando más a detalle su vida.

—Mi hermana fue a Suiza a estudiar gracias a una beca, mi padre pudo cambiar su trabajo a Nueva York al tener un puesto libre aquí y yo, bueno, sigo teniendo buenas notas supongo. He estado yendo a conciertos, practicando Tae Kwan Do, además de dedicarme al arte.—

—Dirás que es muy aburrida pero suena que haz estado ocupada—

Jake sonrió

—Quizas, pero está ciudad tiene cosas mucho mas mágicas que me hacen sentir en casa.—

La ojiazul mantuvo su vista firme hacia el asiático regresando ese sentimiento de calidez hacia a ella. Terminando en un suspiro, volvería a observar la ciudad ante ellos.

-Aunque, no puedo decir que todo es perfecto allá. No creas que no te extrañe. -

El rostro del dragón occidental sintió como sus mejillas se ponían calidas con tal revelación.

-Vamos, no es para tanto. -

— ¡Claro que sí! Desde que recupere mis recuerdos mi corazón no ha dejado de latir de felicidad al saber que todo lo viví contigo. —

En el rostro del joven dragón se presentó un sonrojo de mejilla a mejilla.

—Ya somos dos entonces.—

La rubia volteo a verlo con un rostro casi igual de sonrojado y un brillo en sus ojos demostrando que sentía mariposas en su estómago.

—Pense que no, sabes... Todo el tiempo que ha pasado.—

Jake pasaría su mano a su nuca rascando este con nervios más que evidentes

—No hay un día en que no piense en ti... ¡Nosotros! Bueno, tu... ¡Aaagh! Me siento tonto diciendo cosas cursis—

Rose tomo su mano libre con ternura para tranquilizarlo

—Yo pienso mucho en ti también. No sabes que feliz me hace que esté contigo de nuevo.—

El ambiente mismo ocasionó que ambos jóvenes se acercarán el uno con el otro procurando no perder el equilibrio para terminar en un abrazo incluso más romántico y cálido que el del principio.

Los corazones de ambos pudieron latir a la misma sintonía, sus respiraciones más tranquilas, juntos con sus ojos cerrados estuvieron sintiendo cada segundo como si fuera una eternidad, la felicidad que recorría ambos era inexplicable.

La espalda del asiático de cabello verde sintió un escalofrío pícaro provocado tanto por una corriente nocturna y el hecho de estar con la dueña de su corazón.

Aprovechando el mismo abrazo, Jake abrió sus ojos, observo la luna encima de ellos; calculando aproximadamente habrían pasado unos 20 minutos y la poción dejaría de hacer efecto en unos 15 minutos así que tendría que apurarse en su cita.

Separándose del abrazo, sonrió a Rose acompañado de una risita tonta siendo seguida por ella quien se detuvo unos momentos inspeccionando el rostro de su contrario.

—Eh... ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

Pregunto Jake confundido

—Tienes algo dorado en el labio. —

Jake se quedó helado, pasando rápido su manga por su labio quitándoselo de encima.

Demonios. Se dijo a si mismo, tan solo con el contacto corporal con ella su instinto no se dejaba controlar.

—¿Estás bien?—

—Ehh, si si. Descuida, Rose. Parece ser que estoy teniendo un tipo de... ¡Fiebre de Dragón! No es gran cosa, enserio—

La rubia ojiazul arqueo una ceja algo incrédula.

—Jamás había escuchado eso, no recuerdo haberlo visto en mis diarios de cazadora... A no ser que...—

Rose poco a poco se iba acercando a los labios de Jake con intensión de ver qué era ese líquido. El joven dragón con los nervios de punta la detuvo por los hombros, su mente agil lo hizo idear un plan a prueba de tontos

—¡Oye! Tengo una idea; ¿Qué tal si exploramos la ciudad y te enseño lo nuevo que he aprendido? Así podrías pulir de nuevo tu agilidad de cazadora—

Ella lo observo un par de segundos analizando sus palabras, su rostro confundido paso a uno atrevido

—¡Suena divertido!—

Jake sonrió coqueto y lleno de confianza en si, se levantó deprisa, caminando sobre la cornisa sin apartar la mirada de su amada.

—¡Claro! Veamos si aún puedes seguirme el ritmo

La rubia cazadora igual se levantó en la cornisa, su porte reflejaba seguridad y su cuerpo estaba listo para actuar.

—¿Acaso el Dragón Occidental me está retando?

—Puede ser, vamos Cazadora...—

Jake se dejaría caer al vacío transformándose en dragón

— Cázame, de nuevo.

Cázame, De Nuevo | Jake x Rose (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora