Cap. 2

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Un nuevo día se alzó en NY, por la ventana del dragón occidental se asomaban rayos de sol despertando a nuestro protagonista.

Parecía que se había levantado del lado equivocado de la cama ya que en su semblante se mostraba un disgusto amargado. Del mismo modo se vistió como de costumbre y fue escaleras abajo al comedor buscando algo que comer.

En el comedor estaba su familia desayunando huevos con tocino y café. Platicando alegremente sobre sus planes para ese día cosa que puso más malhumorado a Jake por el ruido que hacían.

-Aquí está tu desayuno, cariño-

Menciono su madre, Susan. Ella le pasaba un plato con su comida

-Gracias... Mamá- contesto el joven no muy seguro de si

-¿Te pasa algo, Jakey? Te ves... Mal-

Jake tomo el tenedor, desganado movió la comida disociando entre la realidad.

-Tu madre te está hablando- respondió con un tono severo su padre, Jonathan, al no escuchar ninguna respuesta del menor.

El peliverde volvió en si y asintió igual de desganado. Tratando de que se sintiera mejor, los dos siguieron tomando su desayuno en silencio a excepción de su hija menor, Hayley

-Cielos Jake, ¿Acaso una sirena te golpeó? ¿O fue una paloma? ¿Un avión, un troll, una ninfa, un...-

Mientras Hayley enumeraba con afán de molestar, sus padres notaron cómo saliva dorada salía de la boca de Jake cayendo en la comida intacta de su plato. Los ojos del joven Dragón parecían estar en llamas por la molestia que su hermana menor le ocasionaba.

Sus manos tomaban la mesa con extremada fuerza resistiendo el impulso de atacar, y para ello una voz lo freno de sus pensamientos salvajes.

Jake!-

Susan tomo su hombro delicadamente y observando las manos del joven que se habían transformado en garras rojas carmesí llenas de escamas. Jake relamió sus labios probando su saliva extraña, cerrando sus ojos un momento para volver abrirlos ya estando a la normalidad

Su madre colocó su mano en la frente, estaba hirviendo y sudor corría por el rostro de su hijo alertandola.

Hayley estaba asustada que terminó abrazando a su padre en busca de protección.

-Cariño, estás hirviendo en fiebre... ¿Te sientes bien? Quizás deberías quedarte en casa hoy-

-N-No mamá, estoy bien yo solo... Lo siento. Creo que tengo que irme-

Desconcertado por sus propias acciones, se levantó de la mesa velozmente y tomo sus pertenecías a su paso. Salió de casa montando su skate a toda velocidad con destino a la escuela.

Por su mente rondaban preguntas y culpabilidad por como había actuado, no entendía el por qué de sus acciones y al mismo tiempo no sabía que estaba sintiendo: su temperatura corporal era muy alta, su molestia seguía creciendo por el bullicio de la ciudad. Estaba perdiendo la razón.

La familia Long miró desconcertado al primogénito de la familia huir de aquel incómodo y peligroso momento. Susan se aproximó a su teléfono, marco un par de teclas y espero a que alguien contestará.

-¿Papá? Necesito que vengas, algo... Paso con Jake-

El tono de su voz mostraba una profunda preocupación, posando su mirada al desayuno intacto de su hijo dándose cuenta de varias gotas color dorado que yacían arriba de la comida.

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El joven Dragón termino por llegar a la escuela más temprano de lo usual, aún no había tantos estudiantes ni sus mejores amigos habían llegado a la institución. Fue a su locker con toda la tranquilidad del mundo dejando sus pertenecías en este, sacando dos libros para dirigirse a un salón con las letras "Historia 101" escritas en la parte superior.

Cázame, De Nuevo | Jake x Rose (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora