乇ㄥ 卂爪ㄖ尺 ᗪ乇ㄥ ᗪ尺卂Ꮆó几 (Male Mulan X TN)

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La llegada de la ciudad imperial habría tardado un tiempo, pero aún así la celebración iniciaba cuando los héroes de China habrían llegado.

Sin embargo, aunque todos eran recibidos como héroes ante una victoria, el ambiente era todo lo contrario. Ninguno decía nada, ni siquiera podían hacerlo, después de todo no eran ellos los que habrían hecho algo en aquella lucha de la montaña.

El que más desanimado y sin ánimos de hablar era Milan. Este no había dejado de pensar en lo que hizo, en la imagen de TN en la nieve llorando, y cómo dudaba que haya podido llegar a su casa, recordando que no tenía caballo, y apenas portaba comida y ropa.

El joven cerraba sus ojos con fuerza, mientras sus manos temblaban ante el fuerte agarre de las riendas de Khan, arrepintiendose de lo que hizo, ¿cómo pudo hacer eso? ¿Había manera de poder volver para buscarla? Aunque quisiera hacer ello, no tenía permitido hacer siquiera algo ahora que todos sabían que él también habría ayudado a la joven a esconder su identidad, pero que al seguir con ellos era como estar en una cuerda floja por ahora.

(...)

Cuando el emperador llegaba, el sonido de tambores y el grito cesaba, escuchándose solo el platillo de un gran bongo sonar, hasta quedar en un silencio.

-Hijos míos, el cielo le ha sonreído a nuestro gran imperio. China dormirá a salvo esta noche, gracias a nuestros valientes guerreros-Ante la declaración del emperador, todos gritaban y aplaudían en celebración

Ante aquellas palabras, Milan que estaba junto al resto de soldados, miraba al suelo mientras pensaba aún en la joven.

'El cielo solo sonríe para pocos...'

Era lo que pensaba al momento de saber que eso lo decía sin ser consciente de la persona que dejaron detrás.

-Majestad, presento ante usted la espada de Shan Yu-Diría Li Shang, extendiendo dicha espada ante el emperador, mientras se inclinaba ante él

-Sé lo que representa para usted, capitán Li... Su padre hubiera estado muy orgulloso-Diría el hombre hacia el joven, quien parecía sorprenderse por sus palabras

Pero antes de poder tomar la espada, se escuchaba el sonido de un halcón, quien tomaba la espada en sus garras y volaba a lo alto, sorprendiendo a todos.
Alzando todos la vista, verían a una persona de espaldas en lo alto del techo, portando una capucha mientras el halcón se posaba en su hombro, mientras aquella figura tomaba la espada en sus garras.

Cuando giraba un poco su rostro, nadie lograba ver desde la distancia, pero el saber que miraba a todos, las personas sentían un gran poder intimidante.

Aquella persona tomaba una bandera de China, antes de clavar la espada en esta, para cortarla a la mitad, dejando a todos sorprendidos y aterrados de esa clara amenaza.

Un par de personas subían a sus lados, siendo los Hunos restantes que habrían logrado salvarse de la avalancha, por lo que Shang llamaba al resto y los haría correr todos hacia dentro del templo para ir a subir al techo donde los Hunos esperaban.

Mientras varios de los Hunos se dispersaban para atacar al resto, la silueta dejaba que el halcón vuele lejos, mientras miraba hacia una casa de fuegos artificiales.

-Mushu..-

-Ya sé pequeña. Vamos Crick-Kee-Diría el dragón, tomando al grillo que en todo momento se habría quedado al lado de ellos, mientras subían al halcón quien los llevaba

La joven corría hacia uno de los techos, mientras miraba el ángulo en donde de lograr su plan, podría funcionar dejando a la víctima gravemente herida, o muerta.
Sin embargo, al darle la espalda al resto, sentía la joven a alguien acercarse, por lo que se giraba rápido y lograba detener el ataque de espada con la de Shan Yu.

Sus ojos verían el rostro de Shang, quien al reconocer aquella mirada, se sorprendía y distraía por solo un pequeño segundo, siendo eso más que suficiente para poder aprovechar la joven y patear su estómago, alejándose mientras está se quitaba la capucha, teniendo el peinado que usaba como soldado imperial, pero ahora solo usaba la ropa que los Hunos portaban.

-TN-Diría este con sorpresa y seriedad

-Capitán...-Diría igualmente la joven antes de alzar la espada y comenzar a luchar con este

(...)

En la torre de los fuegos artificiales, dos hombres que miraban lo que ocurría, no notaban cuando un halcón tomaba el cuello de uno y provocaba que este cayera hacia el suelo, por lo que el otro retrocedía aterrado.
Al mirar hacia un lado por sentir una sombra, se giraba lentamente, solo para sentir su alma abandonar su cuerpo, cuando sus ojos miraban los de un enorme dragón que amenazaba con quemarlo, por lo que se apresuraba para saltar igualmente por aquella ventana, esperando poder salvarse de esa manera.

(...)

-Seguro pensaba que moriría congelada, ¿no es verdad?-Diría TN mientras atacaba al capitán Li Shang, quien peleaba igualmente con su espada

-Estás traicionando a China-Diría el hombre hasta que ambos quedaban enfrentados

-No.. China me traicionó a mí-

Cuando notaba a Mushu a unos metros con un cohete en su espalda mientras Crick-Kee estaba por encenderlo, la joven sonreía mientras lograba hacer un hábil movimiento con la espada para poder lanzar lejos la de Shang.

-Sobrevive.. porque esto es solo el inicio-

Antes de poder decirle algo, la joven lograba lanzarlo al suelo con una patada en su rostro y otra en sus pies, aprovechando que tenía su capa para clabar la espada de Shan Yu en esta, mientras se sostenía del tejado.

Mushu volaba hacia Shang, quien al levantarse y ver el cohete, abría sus ojos sorprendido, sintiendo que era lanzado hacia el lugar del resto de cohetes, mientras sus ojos parecían ver en cámara lenta, como TN se levantaba pata tomar la espada y un pequeño dragón se enrollaba en su cuello, recibiendo una última mirada de su parte, antes de lanzarse lejos del techo.

TN lograba saltar cuando los cohetes explotaban, mientras se sujetaba de una lampara para poder aterrizar en otro techo al clavar la espada en el tejado y evitar caer al suelo. Mientras intentaba subir, vería que uno de los Hunos le extendía su mano para ayudarla, aceptando esta mientras subía, viendo a todos ya reunidos, dando a entender que habrían logrado su cometido, que era solo distraer al resto de soldados, dejando solo herido en gravedad a su capitán.

(...)

Milan se estaba levantando de a poco, viendo a sus compañeros heridos y tendidos en el suelo, pero milagrosamente estaban vivos.

Cuando alzaba su mirada hacia la ventana, vería a aquel grupo de Hunos mirar donde ellos estaban. Sin embargo, su mirada sólo iba hacia uno de ellos, cuyo cuerpo era más delgado y casi curvilíneo, además de reconocer ese rostro a la perfección. Pero lo que no lograba reconocer, eran aquellos ojos que no poseían piedad ni un brillo tan característico.
Sentía que solo lo miraba a él, como si con esa mirada, le recordará lo que había hecho, y le advirtiera lo que le esperaba. Parpadeando unos segundos, se sorprendía al ya no ver a los Hunos ahí, habiéndose retirado, mientras solo estaba una bandera de China destrozada, siendo aquella que la joven habría clavado la espada, surgiendo sólo un pensamiento en la cabeza de Milan.

'¿Qué hemos hecho?..."

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Tremendo.