"Sabes tan bien como yo que un vínculo de alma no puede anularse sin más", le murmuró Hermione a Harry, sorbiendo con delicadeza el vino tinto que le había servido. Después de darle las buenas noches a Ron, Harry había sugerido que un poco de fortaleza líquida les vendría bien a los dos. Rara vez bebía mucho y se preguntaba con retorcido humor negro si ahora lo haría con más regularidad. Sin duda, un sentimiento de calidez generado por un sorbo de uvas fermentadas era preferible al estado de indiferencia y dolor en que se encontraba antes.
Harry la miró con recelo. "Puede que no sea tan culto como tú, pero sé cómo funcionan los lazos del alma, 'Mione". Suspiró cansado y bebió un sorbo de su propio vaso. "Fui sincero cuando dije que Kingsley mencionó una salida. Hay algún tipo de cláusula, o resquicio legal, en el caso de este vínculo matrimonial debido a las circunstancias que lo rodean."
Hermione le dirigió una mirada fulminante. Si hubiera una salida, ella la conocería. Hermione era muy consciente de lo arrogante que podía llegar a ser cuando se trataba de sus vastos conocimientos; algunos incluso podrían tacharla de insufrible, pensó con irónica diversión. Pero tendía a saberlo todo y no se avergonzaba de ello. En este caso, sin embargo, deseó -sólo por esta vez- estar equivocada. A pesar de la naturaleza cínica que la había llevado a luchar en una guerra, quería creer que el nombre de Snape se limpiaría con el tiempo, y que él podría ser completamente libre, y que ella no tendría que romper el corazón de Ronald, ni el suyo propio. Pero ahora estaba hastiada, y esa voz persistente le estaba ganando, así que volvió la nariz hacia Harry con desdén, diciendo: "Nunca he oído hablar de tal cosa".
Su mejor amigo desde hacía casi ocho años se dio cuenta de que tenía ganas de pelea, pero él no parecía dispuesto a ponerse a la altura de las circunstancias. Con calma, replicó: "Yo tampoco. Dudo que Snape lo sepa. Pero tiene sentido. Hay condiciones en la magia, y considerando que ambos no estaban dispuestos..."
"Sin embargo, yo no estaba renuente. Tomé la decisión consciente de unirme a él".
"Bueno, ninguno de los dos se dio cuenta hasta que ya estaba sucediendo que era un vínculo de alma. Y puede que tomaras una decisión, pero Snape parecía que prefería estar muerto a unirse a ti".
Hermione resopló. "Muchas gracias".
"No pretendía ser ofensivo, 'Mione. Es algo bueno. Significa que algún día, si todo puede encajar, quizá pueden librarse el uno del otro."
"Todo esto depende de que el Wizengamot cambie de opinión sobre él, y la forma en que actuaron hoy en el juicio no me da ninguna fe de que eso vaya a ocurrir. Tú los viste, Harry. Quieren que sufra, de un modo u otro". Y, oh, eso la amargó. Qué ingenuos eran ella y sus amigos al pensar que sólo porque Voldemort había sido derrotado, todo estaría bien en el mundo. Habían cambiado tantas cosas y, sin embargo, parecía como si nada hubiera cambiado. La élite del Ministerio seguía llena de aquellos que se habían sentado y habían dejado que unos niños lucharan en una guerra contra un loco.
Harry se levantó de su silla junto al fuego y se posó junto a ella en el sofá. Le puso una mano en una de las rodillas y le dio un apretón alentador. Ella quería apartarlo, quería enfurecerse, seguir adelante y decirle que estaba muy equivocado y que lo habían hecho todo para nada. Pero al mirarle a los ojos verdes, serios y decididos, sólo pudo sonreír lastimosamente y dejar que él la tranquilizara. Durante tanto tiempo, ella había sido la que sostenía a los demás. En aquel momento, quiso ser ella quien aceptara el consuelo que le daban. Habían ganado, pero habían perdido mucho, y ella no se había dado tiempo para llorar sus pérdidas.
"Tenemos que seguir creyendo", le dijo Harry, con el pulgar suavizando círculos sobre su rótula. "Nosotros somos los que vamos a construir el futuro. Tú especialmente, Hermione. Eres increíble. Podrías ser ministra de Magia algún día, si te lo propones. No dejes que esto te desvíe. Se acercan tus NEWT, estás ayudando a reconstruir Hogwarts... tu futuro será brillante, ya lo verás".
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𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚 || 𝐒𝐞𝐯𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞
FanfictionSeverus Snape ha sobrevivido a la guerra, pero debe enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Cuando su magia está en peligro, Hermione Granger acude en su ayuda, y las consecuencias de ello pondrán en tela de juicio todo lo que han conocido.