A la mañana siguiente, Severus bajó cautelosamente a la cocina y se sorprendió al encontrar allí a Ginevra Weasley, tarareando mientras cocinaba. Había pensado, al acercarse a la puerta batiente, que era su esposa canturreando suavemente. A pesar de haberse propuesto ser menos desagradable la noche anterior, frunció el ceño al darse cuenta de que estaba decepcionado por haber encontrado a alguien que no era Granger en la cocina.
Solo cuando deslizo una silla de la mesa y se sento, la menor de los Weasley se dio cuenta de que se habia reunido con ella, jadeo y se limpio las manos en el delantal, acercandose a el.
"¿Se encuentra bien, profesor?"
Él la miró como si fuera una gorgona de pelo de serpiente. ¿A quién demonios le importaba su bienestar? "¿Dónde está....?" Se interrumpió, sin saber cómo referirse a su esposa. Nunca la había llamado por su nombre de pila, y aunque el día anterior había usado "mi esposa" para inquietar deliberadamente a un tal Ronald Weasley, se sentía extraño usándolo ahora. "¿Dónde está la señorita Granger?", preguntó por fin.
La menor de los Weasley lo observó y él resistió el impulso de moverse incómodo. "Creo que ahora es la señora Snape", replicó ella, y había picardía en sus ojos.
Su audacia le sorprendió. ¿Acaso todo el mundo lo consideraba menos temible ahora porque se había revelado como alguien del bando de la Luz? No podía ser. La fulmino con la mirada, dispuesto a responderle mordazmente, pero Potter entro, casi golpeando la puerta de la cocina contra su cuerpo. La próxima vez tendría que acordarse de no sentarse en la silla más cercana a la puerta.
"Buenos días, profesor", le saludó Potter. "¿Vienes a desayunar con nosotros?" La voz del chico no contenía sarcasmo, sólo una agradable sorpresa que crispó los crispados nervios de Severus.
Severus lo miró con el ceño fruncido. Al diablo con los propósitos de la noche anterior, no iba a entablar una animada charla matutina con aquel molesto mierdecilla. ¿Y por qué coño Potter seguía refiriéndose a él como su "profesor" cuando ya no lo era desde hacía más de un año?
Ignorante -o tal vez indiferente- al mal humor de Severus, Potter divagó: -De nada, señor, pero Hermione no vendrá esta mañana. Los martes, miércoles y viernes se reúne con los que van a hacer los NEWT acelerados al final del verano. También está ayudando a la profesora McGonagall y al resto del personal a reconstruir Hogwarts durante el día."
Severus resopló con sorna. Como si a él le importara dónde estaba ella. Él quería desayunar, no una esposa en la cara antes de haber tomado siquiera su cafeína.
"¿Por qué sólo los martes, miércoles y viernes? Parece poco para una superdotado". Maldición, Severus, ¿qué demonios fue eso? Tal vez se había vuelto loco, o estaba en una pesadilla. Desayunando con Potter, conversando sobre la esposa que nunca quiso y hablando solo. En cualquier momento se despertaría junto a Lockhart, y entonces estaría suplicando volver a esta nueva y extraña realidad.
La senorita Weasley agitaba la varita y hacia volar los platos hasta colocarlos delante de el y de Potter. Hizo una seña a los diversos platos que había preparado y éstos flotaron por el pequeño espacio hasta sus platos. Salchichas, huevos, tostadas y tomates: la mitad de un desayuno inglés y, aunque no había tenido mucho apetito en el par de meses que había pasado recuperándose, Severus se encontró de repente hambriento y devoró la comida con avidez, acordándose sólo de murmurar un agrio agradecimiento a la novia de Potter después de que el chico le dirigiera una mirada de desaprobación.
"Cuando quiera, profesor -respondió ella, imperturbable. La señorita Weasley tomó asiento junto a Potter y empezó a explicar el programa de Hermione mientras recogía los cubiertos. "Cuando empezó el programa, Hermione pasaba los sábados, domingos y lunes en Australia, intentando poner a sus padres en orden".
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𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚 || 𝐒𝐞𝐯𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞
FanfictionSeverus Snape ha sobrevivido a la guerra, pero debe enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Cuando su magia está en peligro, Hermione Granger acude en su ayuda, y las consecuencias de ello pondrán en tela de juicio todo lo que han conocido.