16 de Noviembre del 2025.
(Actualidad)
Ruggero...Por fin puedo ser libre, aunque no del todo.
Hace unos días prepararon todos los papeles necesarios después de firmar el contrato dónde me comprometo a ayudar a la FBI a atrapar a mi padre.
Después de ponerme la misma ropa con la que llegue a este lugar salgo con todas mi pertenencias en una bolsa de nylon.
Al salir a la calle respiro profundo, sintiendo un gran alivio en mi pecho.
—¡Mi pequeño! —abro los ojos y me doy la vuelta al escuchar la voz de mi madre —No sabes la alegría que me da verte así, fuera de ese horrible lugar.
Cuando nos acercamos la abrazo con fuerza y sonrió feliz de tenerla cerca.
Nuestros ojos se llenan de lágrimas, es tanta la felicidad que siento dentro de mí que me es imposible explicarlo.
—Yo también estoy feliz de estar fuera de ese lugar, pero sobretodo feliz de volver a verte en esta circunstancia.
Tengo un teléfono que me dieron los agentes, por él cual sabrán por dónde me estoy moviendo, si salgo o no del país, lo cual lo tengo prohibido, no puedo moverme de Italia.
Nos subimos en el taxi donde ella vino y vamos camino a su casa. En el camino vamos hablando de otras cosas.
A donde quisiera ir es al cementerio, pero ni siquiera sé en donde está Karol, no sé si la cremaron o la enterraron.
Me hubiese gustado tener un lugar donde poder visitarla, llevarle flores y hablar con ella, aunque no estaría seguro de si me escucharía.
Al llegar a casa, acompaño a mi madre adentro y le hago caso cuando me dice que me dé un baño y coma algo.
—Ya me tengo que ir mamá —le digo, después de unas horas estando aquí.
—Hijo, por favor, no lo hagas, no te arriesgues —suplica, agarrándome por los hombros.
—Tengo que hacerlo, mamá. Voy a hacer que ese hombre pague por todo el daño que nos hizo. Voy a destrozar su vida así como el destrozó la nuestra.
—No tengas rencor en tu corazón, mi amor —pone su mano en mi pecho —Cuidate mucho, hijo.
—Te amo, mamá —dejo un casto beso en su frente y salgo de la casa.
(***)
Camino por todo el pasillo empedrado, siguiendo los pasos del canoso señor, hasta llegar al lugar tan conocido para mí.
El despacho donde tantos malos ratos pasé.
—Espere aquí un momento, señor.
Yo asiento.
Él toca la puerta. Mi padre pide que pase y así lo hace.
—Lo buscan afuera, señor... —logro escuchar al acercarme más a la puerta.
—¡¿Quién me está buscando sin aviso?! ¡No tengo citas para hoy!
Escuchaba sus gritos de molestia desde afuera.
Sin pensarlo tanto giro la perilla y me adentro a la oficina, enfrentándome a él.
—Soy yo, papá.
Sentí asco al pronunciar esa palabra.
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Siempre serás mía, pequeña (Editada)
AléatoireAveces caes en un profundo hoyo donde no encuentras salida, pero después de una tormenta llega la calma y esa calma fuiste tú, quien llegó para iluminar y darle sentido a mi vida. Segundo libro de; Eres mi gata. Fecha de estreno: 18 de Octubre del 2...