Capítulo 9 (Editado)

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10 de Mayo del 2026...
Karol...

-Mhm... -me muevo, buscando comodidad para seguir durmiendo cuando siento que me mueven del brazo.

-¡Mami, mami, mami, despierta!

Me levanto de repente y la veo saltando sobre la cama, a mi lado.

La miro, entrecerrando los ojos.

Me ha asustado.

-¿Que pasa, Sofi? -pregunto cuando se detiene de dar saltitos.

-¡Feliz día, mami! -su cabecita se apoya en mi pecho y con sus pequeños brazitos me da un abrazo.

-Gracias, mi princesa.

Beso repetidas veces su cabecita.

Había olvidado que hoy es el día de las madres, mi tercer año celebrando esta fecha tan hermosa e importante para todas las madres.

-¡Mira!

Se acerca gateando a la mesita de noche y me extiende con sus manitas un dibujo.

-Esa eres tú y yo -señala con su dedito pequeño.

-¡Pero que dibujo más hermoso! -lo dejo a un lado para estrecharla en mis brazos -¡Gracias, gracias, gracias!

-Te amo, mamita -escuchar su dulce voz diciendo esas palabras me derriten el corazón.

-Yo te amo más, mi pequeña.

-¡Buenos días a la princesa y la reina de esta casa! -veo a Nicolás entrar a la habitación con un ramo de flores, se acerca a nosotras, besa la frente de Sofía y después besa mis labios -¡Feliz día a la mejor mamá del mundo!

-Gracias, mi amor. ¡Gracias a los dos! -exclamo con emoción -Son lo más bonito que tengo en mi vida.

(***)

-Los pollitos dicen, pío, pío, pío, cuando tienen hambre, cuando tienen frío. -canta Sofía desde su asiento, en el auto.

-La gallina busca el maíz y el trigo, les da la comida y les presta abrigo. -continuo yo, con una enorme sonrisa.

-Bajo sus dos alas acurrucaditos, hasta el otro día duermen los pollitos. -y termina Nicolás desde el asiento de piloto.

Los miro a ambos con una enorme sonrisa.

Amo estos momentos. Es que me hacen sentir tan feliz.

Estamos en camino al aeropuerto. Nicolás quiso que celebráramos el día de la madre en Italia y pasar unos días allá de vacaciones.

Para mí es una estupenda idea, me muero por conocer ese hermoso país.

Italia, allá vamos.

-¡Mami, ponme otro vídeo! -suelto una risita, poniendo otra canción en el pequeño televisor del auto.

Y entre canciones infantiles y charlas entre Nicolás y yo, llegamos al aeropuerto.

Cuando bajamos del auto cargo a Sofía ya que se había quedado dormida, mientras Nicolás saca las maletas del auto.

Caminamos dentro del aeropuerto hasta llegar a la sala de espera.

Una hora después abordamos el avión.

Le acomodo el asiento de Sofía para que esté cómoda y no se despierte en todo el viaje y la dejo en el medio de ambos.

Siempre serás mía, pequeña (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora