16 de abril del 2026.
Ruggero...—Hijo, te he llamado para felicitarte, haz hecho un buen trabajo —mi padre palmea mi hombro con orgullo. —Y por eso mismo vamos a brindar, pero primero esperemos a que llegue alguien importante...
—¿Quien? —pregunto confundido.
No había escuchado nada sobre que alguien venía hoy.
En ese instante se escucha unos toques en la puerta, mi padre permite que pase y mi estómago se contrae al verlo delante de mi.
No puede ser. Siento un trago amargo en mi boca con tan solo ver su asqueroso rostro.
—Sebastián —murmuro con odio.
—¿Ruggero? —él me mira con sorpresa —¿Tú no estabas pudriendote en la cárcel?
—Hace cinco meses salió de la cárcel —responde mi padre por mi. Yo solo aprieto mis manos en puños, para no ir sobre él y darle un buen y merecido puñetazo en su cara.
—¿Y como es que yo me vengo a enterar ahora? —pregunta molesto.
—En estos meses ha demostrado su lealtad y su confianza —comienza a hablar mi padre, ignorando la pregunta de Sebastián. Con cada palabra que soltaba mi padre, Sebastián se enfurecía más —Sabes muy bien que te puse como mi hombre de confianza cuando a Ruggero lo metieron preso y tú me demostraste tu lealtad, pero ahora que Ruggero volvió va a ocupar su lugar nuevamente.
—¡¿Cómo me vas a hacer esto, Bruno?! ¡Te demostré mi confianza! ¡Le falle a mi gente para unirme a ti! ¿Y así me pagas? Desasiendote de mi como si de un trapo viejo se tratara —lo encara.
Veo como el rostro de mi padre se tensa.
—¡Nunca, pero nunca vas a poder superar a mi hijo! ¡Y no te vuelvas a atrever a hablarme de esa manera o verás de lo que soy capaz! —grita enojado —¡¿Entendido?!
Sebastián fija sus ojos en los míos, puedo ver el odio que siente hacia mi.
—¡Se van a arrepentir! —nos mira enfurecido a los dos —¡Lo juro!
Y sale dando un portazo.
Desde este momento me gané nuevamente de enemigo a Sebastián.
Mi padre abre la botella de vodka, sirve dos vasos y me extiende uno.
—¡Salud!
—¡Salud! —correspondo, chocando mi copa con la de él.
Unas horas después salgo de la hacienda de mi padre, me subo en mi auto y comienzo a manejar a Montesilvano, una ciudad cerca de Pescara. Dónde mi madre se ha mudado en una pequeña pero acogedora casa.
—Hola, mamá —le doy un beso en su mejilla y un fuerte abrazo en cuanto abre la puerta.
—Hola mi amor. Que bueno que viniste, te quiero presentar a alguien muy importante para mí —musita mi madre, con una gran sonrisa.
Le sonrío, asintiendo con la cabeza y ella va hacia la cocina.
Me siento en el sillón, recostando mi cabeza en el pecho espaldar; estoy cansado, necesito salir de esto lo más rápido posible, ya no aguanto más.
Con mi padre todo sigue igual, no he podido hacer nada para que lo atrapen. Pero según tengo entendido, en unos meses habrá una reunión con otra Élite, espero sea el momento perfecto para cumplir mi trato.
Lo único que me tranquiliza es cada vez que visito a mi madre. Quiero aprovechar todo el tiempo que me arrebataron.
Mi madre sale de la cocina y se sienta a mi lado, dándome un vaso de jugo de naranja.
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Siempre serás mía, pequeña (Editada)
De TodoAveces caes en un profundo hoyo donde no encuentras salida, pero después de una tormenta llega la calma y esa calma fuiste tú, quien llegó para iluminar y darle sentido a mi vida. Segundo libro de; Eres mi gata. Fecha de estreno: 18 de Octubre del 2...