Lover.

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Éste capítulo tiene escenas +18, si no te gusta esa clase de cosas, espera al próximo capítulo. :)

-No va a venir, rindete Ricky.-Robert ya estaba cansado de tanto esperar sentado en el comedor.-En cualquier momento tocará la puerta, yo lo sé.-Persistió y persistió el adolescente.-Te dejaron plantado, aceptalo.-Rubén se miraba las uñas.-Yo creo que deberíamos ir a molestar a Angelo.-Propuso Sergio.-No seas tan malo con él.-Intervino Avellanet.
Eran las once y media de la noche, pleno jueves y Ricky aún se encontraba a la espera de la llegada de su pareja, Castiel. Hoy era su aniversario y se supondría que saldrían al parque, por lo habitual se veían a las once en punto de la noche, ya que a esa hora no había nada o casi nada de gente en los alrededores, todo el espacio para ellos y poder tratarse como lo que eran, una pareja.

Sin embargo, en esta noche el rubio estaba demorado debido a su trabajo, esta noche tenía doble turno y no podía rechazarlo, no estaba en una posición de negar dinero o trabajo.
De pronto alguien tocó la puerta.-¡Yo abro!-Ricky corrió hasta la puerta y la abrió de inmediato, así encontrándose a su pareja agitado de tanto correr.-¡Les dije que vendría!-Emocionado lo abrazó con todas sus fuerzas.

Podemos dejar las luces de Navidad encendidas hasta enero.
Este es nuestro hogar, nosotros hacemos las reglas.
Y hay un halo deslumbrante, algo misterioso en ti, querido.
¿Te he conocido por veinte segundos o por veinte años?
¿Puedo ir a dónde vas?

¿Podemos estar siempre así de cerca? Por y para siempre.
Y ah, llévame a salir y llévame a casa.

Damas y caballeros, por favor, pónganse de pie.
Con cada cicatriz de las cuerdas de mi guitarra en la mano.
Acepto esta fuerza magnética en forma de hombre como mi amado.

Eres mi querido y hermoso amado.

La pareja reía y reía mientras se caían al verde pasto del parque, nadie los podía ver, pues, eran altas horas de la noche. Solían tener sus citas de noche ya que a esa hora ya no había mucha gente en la calle y nadie los vería y seguiría a Ricky.-¡Ya!, deja de reírte.-Trataba de calmarse el rubio.-¡No puedo!-Reía fuertemente el de cabello castaño.-¡Ya!-Insistió.-Está bien, lo que tú digas.-Secó sus lágrimas ya más tranquilo.-El cielo es realmente bello de noche.-Habló Castiel después de unos minutos en completo silencio.-Bello como tú.-Miró rápidamente a su pareja.-¿De verdad piensas eso?-Sus ojos se iluminaron de inmediato.-Por supuesto, Castiel eres la persona más hermosa que he conocido.-Rió algo avergonzado, no estaba nada acostumbrado a decir esa clase de cosas.-Ricky I love you.-Murmuró suavemente luego de dejar un ligero beso en sus labios.

Siguieron besándose, sin importar si alguien los viera, últimamente sus besos habían estado intensificando cada vez más y más, a tal grado de que pasaran de un beso tierno a un beso en el cual los dos juntaban sus lenguas entre sí y querían algo más del otro. Aunque para Castiel esta era una tarea algo difícil, pues, todavía no se recuperaba del todo del abuso sexual que sufrió por parte de su hermano por años, era algo muy complejo para su mente, una cosa que lo atormentaba en este tipo de situaciones.
Por suerte sólo en estos casos, pues, cuando apenas era un niño, esto lo perseguía en cada paso que daba, en cada respiro, en cada pensamiento, en los abrazos o en un simple toque o un poco de cercanía.

☀︎︎𝐴𝑙𝑚𝑎 𝐷𝑖𝑛𝑎𝑚𝑖𝑡𝑎☀︎︎| Menudo/Evolución Donde viven las historias. Descúbrelo ahora