parte extra 3

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¡Hola!, Esta parte extra estará enfocada en Castiel, el amigo de Ricky, será interesante y a lo mejor puedas saber más del personaje si te interesa. ¡Qué disfrutes esta lectura!, Chau. 🌈

Contiene partes muy fuertes y delicadas.

-¿What happens to me?-Dijo el niño al ya no ver a su amigo, tenía muchas preguntas para sí mismo.-Maldición Castiel, aquí estás.-Interrumpió su hermano mayor, Félix.-Levántate y vámonos, estoy cansado.-El niño se levantó rápidamente.-¿Cómo te fue?-Preguntó el menor con algo de miedo.-¿Qué te importa?-Respondió Félix en tono burlón.

-No quiero que me hables, no me agradas.-El rubio más alto empezó a caminar.-Oh.. lo siento.-Bajó la cabeza mientras sentía como en su garganta se formaba un nudo y un dolor en el pecho aparecían.
La familia de Castiel era un poco amplía, pues, estaba integrada por cinco personas.

El más grande de esa familia era William, un hombre policía de unos cincuenta y siete años, era robusto, de pelo castaño y ojos cafés, nacido y criado en Estados Unidos que luego, debido a la mejor calidad de vida, fue a vivir a Canadá. Allí conoció a quien sería su futura esposa, Emily, una chica rubia, de pelo largo y lacio, ojos celes, una mujer realmente linda.

La hermana mayor era Karín, una linda niña de pelo castaño claro al igual que sus ojos, que a sus cuatro años obtuvo un hermano, Félix, un niño rubio y de ojos celestes, y por último, cuando él tenía nueve años y su hermana trece años, recibieron a su último hermano, Castiel, que al igual que su hermano y su madre, cabello rubio, pero él tenía ojos grises, algo que a sus padres siempre les pareció raro y en cierta parte les disgustaba, pues, decían que esto entristecia su mirada y estropeaba su rostro.

A decir verdad, Castiel no estaba en los planes de la familia Lee, era muy obvio por la diferencia de edad entre sus hermanos, sumándole que no tenía muy buena relación con sus padres y hermanos, su padre era realmente frío con él, su madre era buena en cierto modo pero siempre que tenía la oportunidad de criticar algo de él, lo haría, y sus hermanos hacían como si no existiera.. al menos eso hacía creer uno de ellos..

...


-No llegó nadie todavía.-Habló Félix al abrir la puerta.-Uhmm...-El cuerpo de Castiel empezó a temblar levemente, pues, con tan solo pensar que quedaría a solas con Félix, sentía nervios.-Sabes que significa, ¿Verdad?-El rubio mayor intentó agarrar a su hermano pero no lo logró, pues, éste se hizo a un lado.-Félix no, por favor.-Empezó a rogar el chico mientras comenzaba a subir rápidamente por las escaleras.

-Ven para acá, soy tu hermano mayor y tienes que obedecerme.-El adulto joven de veinticuatro años empezó a perseguir al adolescente de quince años por toda la casa.-¡FÉLIX SUELTAME!-Gritó repentinamente el adolescente al sentir como su hermano mayor tomaba sus caderas.-If you want me to stop doing it, stop being so provocative.-Susurró el mayor en el oído de su hermano menor mientras lo recostaba en la cama.

-¡I DON'T PROVOKE YOU, STOP LIEING!-Las lágrimas empezaron a salir de inmediato.-Deja de llorar, no seas llorón.-Respondió el repugnante tipo mientras comenzaba a besar el cuello del pobre adolescente.-¡BASTA!-Castiel pateó con fuerza la entrepierna de Félix y salió corriendo en dirección a su baño.


...


El chico rubio no paraba de contar hasta diez, pues, ante un ataque de pánico solía contar hasta diez para calmarse, ¿Lo malo? Lo malo es que esta vez no lo estaba logrando. Cada vez sus nervios aumentaban más y más, mientras más pensaba, más rasgaba sus piernas y sus manos, abrazaba con fuerza sus piernas y esperaba a que la puerta soportara los fuertes golpes que esta recibía.

Solamente quería desaparecer, quería que su hermano deje de golpear la puerta, quería que sus papás estén allí, aunque no serviría de nada, solamente quería el apoyo de alguien, de alguna persona.. y de pronto lo recordó. Recordó a su amigo Ricky, ese niño de pelo castaño, que con tan solo pensar en él, podía calmarse, aunque sea un poco.

Al cabo de unos minutos, sus músculos fueron relajándose, uno por uno, su respiración volvió a ser normal y dejó de escuchar los golpes en la puerta, y para relajarse un poco más, empezó a recordar las tardes de juego que pasan juntos, sus risas, sus caricias, sus anécdotas, con tan solo pensar en él podía sentirlo cerca, como si estuviera a su lado..

Nunca había sentido algo así, ni con su novia, esa rubia insoportable que lo único que parece importarle es su pelo y su sonrisa, una hueca de primera. En cambio, con Ricky sentía que podía ser él mismo, podía hablar de lo mucho que le gusta The Smiths, lo mucho que ama pintar, podía hablar de lo mucho que le gusta cuidar de sus flores, simplemente ser él.


Luego lo recordó, recordó la primera vez que se conocieron.

1984.

Un niño de pelo castaño corría a los baños para lavarse la cara, era un día muy caluroso y no soportaba ni un segundo más el insoportable sudor recorrer su frente.-¡AY!-Gritó el chico al chocarse con un muchacho más alto que él.-Fíjate por donde caminas.-Habló de mala manera este chico rubio.-Lo siento.-Se disculpó el niño pero el otro no dejó de mirarlo mal, como si estuviera a la defensiva o exaltado.

-Lo siento.-Volvió a repetir el castaño.-Ya te oí, no soy sordo.-Esto hizo que Martin frunciera el seño.-¿Qué te sucede?, pareces enojado.-Dijo con intenciones de ayudarlo.-Que te importa.-El rubio se cruzó de brazos.-No me trates así, puedes confiar en mí.-El castaño sonrió.-Pero no te conozco.-Dijo desconcertado.-Bien... entonces ¿Cómo te llamas?-Preguntó amigablemente.-Uhmmm.-Dudó en decirle.-Me llamo Castiel.

-¡Qué bonito nombre! Yo me llamo Ricky.-Mientras charlaba comenzaba a lavar sus manos.-¿De qué parte de Estados Unidos eres?, se ve que no eres de Puerto Rico.-El blondo alzó una ceja.-¿Por qué preguntas tanto?-El chico se encogió de hombros.-Tengo curiosidad.-El de ojos grises suspiró.-Vengo de Colorado.

...

-Entonces, ¿Mañana quieres jugar conmigo?-Lo miró un poco nervioso.-Uhm.. si, seguro.-Habló más tranquilo, Castiel siempre era de estar a la defensiva últimamente, no quería que lo toquen en lo absoluto, se sentía realmente sucio y con cada contacto físico, sea el más mínimo, sentía que tenía que ponerse a la defensiva.-¡Bien!, nos vemos mañana, Castiel.

Fin del flashback.


El adolescente ya se encontraba más tranquilo, abrazaba sus piernas con una sonrisa y tranquilidad, pensó que Felix se había rendido, pero de pronto la puerta se abrió bruscamente.-¿Pensaste que te salvarias?, que estúpido.-Habló soberbio mientras desabrochaba lentamente su pantalón..

...

-Cariño ¿Por qué te estás lavando tanto los dientes?, te puedes lastimar.-Preguntaba su madre.-No es por nada.. solo quiero que estén muy limpios..
-Oh, está bien, no te demores, la cena estará lista en cinco minutos.-La mujer salió del baño de su hijo y de inmediato las lágrimas salieron de éste, quería desaparecer, se sentía inservible, si tan solo se hubiera resistido un poco más o hubiera golpeado más fuerte...-It's my fault?

Realmente no entendía, ¿Por qué a él?, ¿Por qué lo hacía? Se supone que son hermanos, nunca lo iba a entender y sin dudas, Castiel nunca volvería a ser aquel niño que disfrutaba pasar tiempo con su hermano, jugar con él y hacer cualquier cosa con tal de divertirse con él, no entendía en que momento pasó.

Si no lo hubiera hecho, a lo mejor seguiría en fútbol, o en rugby, o a lo mejor con algún otro deporte que implicara contacto físico y fuerza. A lo mejor estaría bien, si no fuera tan introvertido, a lo mejor tendría más amigos, a lo mejor sería más unido con su familia, a lo mejor su padre lo querría, "¿Es mí culpa?"....

☀︎︎𝐴𝑙𝑚𝑎 𝐷𝑖𝑛𝑎𝑚𝑖𝑡𝑎☀︎︎| Menudo/Evolución Donde viven las historias. Descúbrelo ahora