Hurt - bbangsaz EDITADA

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MINJI

Me aseguré de empacar solo lo necesario en una mochila pequeña. No quería cargar de más, pero tampoco quería olvidar algo esencial. Encendedor, cigarrillos, algo de ropa cómoda y lo justo para un fin de semana en el bosque.

Al salir de la casa de mi casa , monté mi motocicleta y me dirigí a la gasolinera cerca de la casa de Hanni. Como llegué antes, decidí aprovechar el tiempo para fumar el último cigarro de la cajetilla.

La mañana aún estaba fresca, y el humo del cigarro se mezclaba con el aire frío cuando sentí unas manos apoyándose sobre mis hombros.

—¿Fumando tan temprano? —dijo una voz familiar detrás de mí.

Me giré y ahí estaba ella.

—Hola, Kim.

Apagué el cigarro con el pie y bajé de la moto, dándole una sonrisa burlona.

—Hola, elfo.

Despeiné su cabello solo para molestarla, pero ella frunció el ceño e infló las mejillas en un puchero.

—¡No hagas eso! —protestó, golpeando mi hombro.

Reí.

—No seas llorona —dije mientras acomodaba su cabello de nuevo—. ¿Dónde están Danielle y Haerin?

—Seguramente besuqueándose en el auto. Estoy segura de que en cuanto bajé, comenzaron a comerse a besos.

—¿Hacemos lo mismo? —bromeé, acercándome a ella solo para molestarla más.

—¡Claro que no, animal! —Se hizo a un lado con rapidez, evitando mi cercanía—. Ven, quiero comprar algo antes de irnos.

Entró en la tienda y fui tras ella. Mientras ella buscaba algo en los estantes, yo aproveché para tomar unas cosas también.

Nos dirigimos a la caja, y cuando Hanni pidió una cajetilla de cigarrillos, la cajera la miró con desinterés antes de meterlo en la bolsa junto con nuestras compras.

—Espera, mi papá me está llamando —dijo de repente—. No vayas a pagar, yo lo haré. Si lo haces, te mato.

Se perdió entre los pasillos, dándome la oportunidad perfecta.

—¿Cuánto es en total? —pregunté.

—¿Junto con lo de la señorita?

—Sí.

—Son 36,000 wones.

Saqué mi billetera y lo pagué sin dudar.

Justo cuando la cajera me entregó la bolsa, Hanni apareció de nuevo.

—Listo —dijo—. ¿Cuánto va a...?

—Vámonos —respondí con calma, tomando la bolsa y saliendo de la tienda.

—¡¿Pagaste?!

—Sí.

—¡Pero te dije que yo lo haría!

Le puse el casco sin dejar que protestara más.

—¿Prefieres ir con Haerin y Dani? —pregunté con una sonrisa burlona.

—No.

—Entonces sube.

Rodó los ojos, pero antes de montarse en la moto, tomó mi mochila y la bolsa de compras.

—Voy a echar esto al auto de Dani para que vayas más cómoda —dijo antes de correr hacia el auto de Danielle.

Encendí la moto y esperé. Cuando volvió, noté que el casco le quedaba grande.