𝘇𝗼𝗺𝗯𝗶𝗲 𝗁𝗒𝗎𝗇

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La directora empezó a hojearlo, Hyunjin estaba de brazos cruzados molesto de que usmearan en su privacidad, ahora entendía porque le molestaba a Yeji que tocara su diario. La maestra tenía un tic en el ojo emocionada de lo que fuera que dijera la directora y Jeongin miraba el reloj negro que colgaba en una de las paredes viendo como su tiempo era desperdiciado en boberias de una enana loca.

—Pero aquí solo hay dibujos.

—No puede ser. —Le arrebató el libro y puso la hoja donde Hyunjin coloreaba —Mire página veintidós. —Lo giró para que todos vieran.

Se hizo un silencio grande. Jeongin quería arrebatarle el libro y dárselo a Hyunjin para terminar con ese proyecto de una buena vez, y Hyunjin sólo quería comer y dormir ahora.

—Solo veo un Iron man negro con verde y morado.

—Exacto un Iron man neg... ¿Qué? —Vio el dibujo.

—Maestra, por primera vez, ellos no deben estar aquí, debería tomar unos días de descanso. —Suspiró sobando su entrecejo.

Vaya que ambos niños estaban de acuerdo; la campana del receso sonó y ambos salieron de la oficina corriendo felices. Ahora ese libro no le importaba a Hyunjin, ahora Jeongin no vería ese libro en mucho tiempo.

Hyunjin y Jeongin supusieron que esa enana se pondría a analizar cada dibujo y garabato de Hyunjin creando teorías locas sin ningún fundamento y veracidad. Pero bueno, no la verían en un rato.

Todo el recreo, Jeongin estuvo jugando con Hyunjin en el arenero, por fin el pelinegro estaba a su lado brindandole apoyo incondicional ayudandolo a contruir un pequeño reino.

Y si, de nuevo Hyunjin sintió esas mariposas ir de un lado a otro dentro de su pancita. Anotó mentalmente "día tres, esos bichos siguen dentro de mi y estoy riendo demasiado".

Y pese a que todo fue un complot en su contra, Hyunjin le compró ese chocolate en forma de conejo que tanto le gustaba al castaño, este lo abrazó al recibirlo muy feliz viendo que había ganado dos cosas. Esto puso nervioso al pelinegro.

Hyunjin entre tantos pensamientos también recordó de repente que sus planes de jugar con Jeongin en su casa no fueron hechos luego de ese insidente del niño de estúpidos lentes que se había cambiado de escuela para su buena fortuna.

—Mm, Jeongin.

—Dime. —Lo miró feliz.

—¿A-ahora si quieres ir a mi casa a jugar?

—Claro.

A Jeongin le caía muy bien Yeji, era como Hyunjin solo que ella no lo mordía. Además Jisung no se lo negaría y como sus padres estaban de viaje, él era su mayor autoridad.

Y así pasó. Cuando Jisung escuchó que hasta su primo se podía quedar a dormir con los Hwang no pudo evitar sonreir en grande a lado de Minho quien lo acompañaba de nuevo.

Jeongin ya empezaba a sospechar un poco, se le hacía raro que intercambiaran saliva y se abrazaran tanto como si su vida dependiera de ello. Pero Jisung le había dicho que solo era un amigo... ¿Entonces los amigos también hacen eso? Estaba revuelto.

—Te portas bien Innie, no les des lata, yo vengo por ti mañana a las nueve.

—Sip hyung, ¿Por qué esta tan felíz? ¿No quiere tenerme cerca? —Puchereo un poco decepcionado.

—Nada de eso. —Dijo Minho. —Pero a él le gusta ver que te diviertes con Hyunjin —Acarició su cabecita cubirendola casi en su totalidad con su mano.

El pelinegro quien miraba todo desde el marco de la puerta principal apoyandose y escondiéndose en la pierna de su hermana le sonrió a Minho luego de recibir un guiño de este.

—Exacto Innie, me agrada que tengas un mejor amigo tan lindo como Hyunjin.

El castaño sonrió más aliviado y se despidió de sus hyungs de beso como le había enseñado su madre metiendose a la casa ajena luego de eso.

Hyunjin vio ese acto curioso, su nonna y su madre lo solían hacer también con el, pero su padre no, por lo normal le daba un abrazo y acariciaba sus cabellos.

—Bueno niños, como siempre yo soy el mal tercio, Dios hasta mi hermano tiene más suerte en el amor que yo y tiene cuatro años. —Empezó a hacer un berrinche en dirección a la cocina.

—¿Qué le pasa?

—Mm, creo que se llama desprocia o algo así.