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Omnisciente.






Sus propias manos bajaron por su cuerpo acariciándose y frotándose provocándose a sí mismo leves estremecimientos que en el fondo le gustaba sentir, ya que resultaba placentero hasta cierto punto.

Se sentía cansado, demasiado. Su corpulento cuerpo se notaba tenso, pero eso no le importaba en lo más mínimo a su amigo, que, ahora en éste momento se dedicaba a tomarle fotos.

Flash tras flash, pero no miraba aquel brillo porque nunca se fotografiaba la cara, sólo el cuerpo, cuerpo que ahora estaba lleno de aceite para hacerlo brillar y notar.

Acababa de terminar sus horas de ejercicio en casa, su mejor amigo aprovechó que el rizado se notaba tenso para capturar el llamativo grosor en sus músculos que sin duda se verían bien en una foto.

Ambos Alfas siguieron en lo suyo en aquel departamento del rizado, en el cuarto de servicio que no utilizaba en lo absoluto, pero del que el pelinegro se había adueñado convirtiendo aquel cuarto en un set de fotografía.

Cuándo todo acabó, Aristóteles tuvo que tomar una rápida ducha para deshacerse de la viscosidad de aquel aceite, mientras Mateo miraba las fotos y eliminaba las que no le gustaban.

Una vez acabado el análisis de aquellas fotos tomó asiento y con sus manos sostuvo el celular de su amigo, que aún seguía en la ducha por cierto.

Ariatóteles nunca bloqueaba sus celulares, ya que según él, no tenía nada que ocultar. Pero Mateo era muy chismoso para la suerte de aquel Alfa rizado.

— No te enseñaron a respetar las cosas que no son tuyas, animal — Mateo comenzó a reír una vez que encontró la mirada de su amigo saliendo del baño con una toalla amarrada a la cintura.

— Sí, pero como el chisme me come más me vale madres el respeto — Aristóteles negó con su cabeza lentamente mientras se sentaba frente a su amigo en una silla dónde normalmente descansaba.

— ¿Estás viendo lo que creo que estás viendo?

— Así es mi estimado moja bragas ó tengo que decir, ¿bóxers?

Aristóteles sonrió — ¿Qué opinas de eso exactamente?

— ¿Qué opino de qué? ¿Del Omega? — Aristóteles asintió cruzando sus brazos a la espera de una respuesta — Pues parece un Omega cualquiera en busca de un Alfa, pero a un nivel mayor de necesidad — Mateo le dió un vistazo más al celular y después volvió a Aristóteles — Dime loco, pero éste chico habla con las mismas mamadas que el mejor amigo de mi chico.

— ¿De verdad? Tal vez es pura casualidad.

— Ajá — hizo el celular a un lado — Pero asumiendo que es la primera persona a la que le contestas sólo por mensajes cómo éstos, supongo que el chico te llamó la atención.

— Estás en lo correcto, pero cómo también lo sabes, nunca he sentido la necesidad de una pareja, sinceramente esas mierdas terminan de dos maneras. Haciéndote feliz, aunque algunas veces tengas desventajas que no estoy dispuesto a afrontar ó rompiéndote mientras te sientes a punto de caer de un precipicio, lo cuál jamás pasará.

— Pero a ver, según lo que me cuentas — lo pensó antes de decir. No quería decir cualquier cosa, se iba a poner serio aunque en el fondo le diera muchísima risa — Mhmmm, déjame ver si entendí — comenzó — Desde hace más de 2 semanas hay un chico detrás de tí que cada día te manda mensajes poéticos que te hacen sonreír cada vez que los ves porque te provoca mucha risa.

— Es exactamente eso, Mateo.

— Pues no le pienses tanto, si lo piensas mucho es porque te importa, y sino, sólo relájate, déjate llevar. Mándale también algunas frases inspiradoras. Demuéstrale que tú también tienes armamento divertido.

— Pero él quiere un polvo, me lo dejó claro desde el primer mensaje.

— Tal vez quiera llamar tu atención de alguna manera.

— Y lo logró.

— Pues tienes 2 opciones, ó te diviertes y consigues un amigo ó te arriesgas a lo que nunca hiciste y te subes al tren del enculamiento.

—Ja, ni que estuviera pendejo y malo del culo.

— No pues, malo del culo quién sabe, nunca te lo he visto.

— Idiota — ambos comenzaron a reír — Tienes razón, le seguiré el juego. Pero cómo empiezo — murmuró para sí mismo — ¿Dónde conseguirá las fotos esas que me manda?

— Tú tranquilo y yo nervioso. Si el problema es cómo iniciarás la conversación ya lo hice por tí.

El semblante relajado de Aristóteles cambió a uno alarmado. Conocía el humor de su amigo a la perfección — No mames, pendejo. ¿Qué enviaste?

— Míralo por tí mismo — le mostró el celular.




Te.Lp —


Sucio ya llegó tu jabooooon. 😈

— Tú nomas dime si quieres que te rostice el pollo, yo encantado 🧐(Visto: 6:34 pm)

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Tú nomas dime si quieres que te rostice el pollo, yo encantado 🧐
(Visto: 6:34 pm)



— Ay no.





— Ay no

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Seguimos con el maratón........










AlbertXioW y AnnieLove0502 🌼🌸

Daddy, ¿Me Follas? // Adaptación AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora