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Temo

— A ver.... — parpadeo confundido — ¿Estás diciendo que el Señor Córcega te pidió que me dijeras que me eligió a mí para ser su asistente para el concurso para la mejor portada?

— Exactamente — respondió Mateo — Justo eso.

— ¿No es grandioso? — chilló Diego — ¿Por qué no estás emocionado, amarguetas?

— Estoy esperando mis gracias, mal educado. Yo te recomendé.

— ¿Y por qué lo hiciste? Ni siquiera puedo acercarme al hombre sin sentirme intimidado, tú más que nadie sabe lo que hago cuando preparo a las modelos para las sesiones.

Mateo frunce su ceño — ¿Entonces no me vas a dar las gracias?

Diego suelta una risita ante el comentario estúpido de su novio — Mira, Temo — lo miré — Cómo Omega puedo decirte que te comprendo. Es normal que al ser un Omega libre te sientas intimidado hacía cualquier Alfa que se te atraviese, son imponentes los hijos de la chingada, pero es normal. Eso cambia cuándo te unes a uno, te lo digo por experiencia.

Mateo entrecerró sus ojos — ¿Me halago ó me ofendo?

— Oigan — me quejo — No voy a poder acercarme a él en ningún momento. Lo mejor vá a ser que rechace esa oferta.

— No seas idiota, te van a pagar más. ¿Acaso no sabes lo generoso que es tu jefe cuándo algo le sale bien?

— Si quieres salir adelante sabes que el dinero es lo esencial, debes administrarlo y juntarlo — complementó Diego — ¿Por qué te sientes tan cohibido con él?

— Es que...agh — suspiré — Sé que suena estúpido, pero no quiero estar cerca de ningún Alfa que no sea el que ya elegí.

Mateo abrió la boca en señal de sorpresa, se me había olvidado por un momento que él no sabía nada de mi vida privada en el ámbito amoroso. Diego habló — Temo, no le estás siendo infiel a él si te acercas a otro Alfa.

— ¿Apoco ya le diste el culo a un Alfa? — le solté un golpe antes de que pudiera reaccionar — ¡Ay! Mi bracito, pendejo — se quejó mientras se sobaba — Mira a tu amigo, si me vuelve a dar otro le devuelvo el vergazo.

— ¿Quién dijo miedo?

— ¡Temo! — Diego regañó — Parecen cachorros dios mío, mejor comportense y quédense quietos ó saco la chancla.

— ¿La de madera? Safo — me dejé caer acostándome en la cama. Yo estaba en una esquina mientras que la feliz pareja estaba en el centro — Pero ya hablando en serio, realmente me serviría de mucho el dinero. Pero no puedo combatir contra mi vergüenza y timidez.

— Temo, Aristóteles no es un Alfa malo ó peligroso — Mateo me dijo — Es mi mejor amigo, con eso debes saber que su propósito nunca sería hacerte daño — le interrumpí.

— No me refiero a eso.

— Pero no me interrumpas con una chingada — comencé a reír — Cómo decía, Aristóteles es el Alfa más dulce que vas a conocer y el único con una amabilidad del tamaño del mundo. ¿Y sabes? Te pareces mucho a él en el aspecto de superación personal. Él pasó de alguna forma lo que tú estás pasando ahora, se llevarían muy bien — rasqué mi nuca — Además, a él siempre le ha gustado llevarse bien con todos los que trabajan en el edificio, no lo veas sólo cómo un jefe. Podría hasta ser tu amigo si le permites.

— Es un poco raro y mal visto hacerte amigo del jefe, Mateo.

— No lo veas así, nadie lo vé así, sólo tú — mis manos comenzaron a sudar, así que las limpié sobando mis pantalones — ¿Por qué no intentas relajarte? Aparte, no es cómo si te tirara el pedo, el wey anda babeando por alguien más, así que no te preocupes.

Daddy, ¿Me Follas? // Adaptación AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora