desde ese tropiezo... ლ seonghwa ✔

┌ OO3

- Repaso el pedido - dije mientras observaba con atención mi papel escrito - Un capuchino con un croissant relleno de nutella y una taza mediana de café con una dona con azúcar -

- Exactamente, todo impecable - afirmó el señor quien estaba con su pareja.

- Con permiso - sonreí levemente y les retiré el menú para así ir a hacer el pedido en la caja.

Una vez hecho, observé que una mesa se había desocupado, por lo que fui con mi bandeja y puse todo sobre ella, luego fui hacia la cocina y dejé todo en el lavabo.

- Hyori, hay una mesa para tomarle el pedido - comentó Miyeon.

- ¡Voy! -

Al acercarme a la mesa, noté que era una mujer con dos niños, le indiqué que se podía sentar cerca de la sala de juegos para que los pequeños se entretengan y ella los pueda observar de cerca. Después de tomar su pedido volví a la caja y dejé ahí el trozo de papel.

La primera orden ya estaba por lo que coloqué todo en la bandeja y lo llevé a la mesa correspondiente, serví todo con cuidado y me retiré con una leve reverencia.

Mientras volvía a la parte de la entrada de la cafetería, los niños corrieron y por poco casi chocan contra mí.

- Oigan pequeños, eviten correr por aquí, pueden tirar algo, vayan al salón de juegos - dije amablemente y ellos se fueron entre risas.

A veces no sé si pensar que los niños son una pesadilla o una bendición. Claramente no voy a tener hijos por el momento.

Otro niño corrió en dirección al lugar de juegos, reí levemente y me giré al escuchar la campana de la puerta, supuse que venía el adulto responsable del pequeño.

- Bienvenido - al ver que era el chico de ayer, evité hacer algún tipo de gesto que demuestre que aún me siento avergonzada por lo del vestidor y el día de ayer.

- Hola Hyori - dijo de manera relajada - El niño que salió corriendo viene conmigo, estaré por la zona de juegos, ¿puede ser un jugo de naranja, un café con leche y tres galletas con chispas de chocolate? - por un momento me había olvidado que le dije mi nombre el día anterior, anoté rápidamente lo que me pidió para después irme hacia la caja.

Mientras esperaba que el pedido esté hecho, miré por unos segundos mis redes sociales, tenía tres nuevos seguidores en instagram, observé sus cuentas y era el grupo que estaban ayer hasta la hora del cierre. Sus nombres eran: Yunho, Mingi y... Seonghwa.

Cierto que ese chico se llamaba así.

La campana de que el pedido estaba listo hizo que guarde mí teléfono para así ir con mí bandeja a llevar las cosas. Fui hacia la zona del comedor cercana al lugar de juegos y lo encontré cerca de una de las ventanas, se veía tranquilo viendo su celular.

¿Debería devolverle el follow en instagram? Ash, estoy trabajando, no tengo que pensar en eso.

Me dirigí a la mesa donde estaba sentado y con la mayor tranquilidad posible dejé su taza de café con leche y el plato de galletas.

- ¡Seongjin, hay galletas! - cuando estaba dejando el vaso con jugo de naranja, noté un leve empujón haciendo que casi derrame la bebida, por suerte, no pasó.

- Uf, casi - susurré.

- Seongjin, casi haces que la mesera tire tu jugo, ya sabes que fuera de la zona de juegos no debes correr, pídele disculpas - exclamó el contrario seriamente pero con un tono dulce.

- Lo siento - pidió el pequeño con un leve puchero en sus labios.

- Tranquilo, estás perdonado - respondí dulcemente y el menor mostró una amplia sonrisa con sus dientes tan pequeñitos - Permiso -

Volví a la zona de la caja de cobranzas y solté un leve suspiro de alivio, casi echo a perder mi día de trabajo, no me imagino el posible escándalo que hubiera hecho el pequeño si no tenía su jugo de naranja.

. . .

Estaba anocheciendo y ya era hora de cerrar, no hubo muchos clientes hoy, pero agradezco que haya sido un día tranquilo y que no haya pasado un desastre como el de ayer.

Noté al chico con el pequeño acercarse a la caja y sonreí levemente recibiendo su pago.

- ¿Disfrutaron de la merienda? - pregunté mientras registraba el dinero recibido.

- Si, gracias por atendernos - habló el pequeño mientras dejaba un dinero extra sobre la mesada - Es su po... popina - reí levemente ante la ternura que daba.

- Muchas gracias pequeño, ten cuidado la próxima que vengas a jugar - asintió sonriente y miré al mayor, quién estaba con una leve sonrisa en sus labios.

- ¿No tuviste accidentes hoy? - preguntó inesperadamente, lo miré un poco confundida ante su confianza para realizar dicha pregunta, negué levemente con la cabeza desviando mi mirada - Eso es bueno, sigue así -

- Gracias, que tengan una linda noche - nuevamente me sentía halagada, aunque no dijo la gran cosa, capaz por el simple hecho que me haya preguntado mí día laboral, pero lo hizo por amabilidad.

Ambos se han ido y apareció Miyeon, infaltable.

- Vaya vaya, te sigue en instagram y empieza a entrar en confianza - comentó con un tono pícaro.

- ¿Cómo sabes que me sigue en instagram? - pregunté sorprendida.

- ¿En serio pasó? - dijo con un tono de sorpresa, soltó una carcajada haciendo que me ría - Ay chica, por un momento pensé que ibas a explotar -

- ¿Por qué lo dices? - levanté una ceja ante su comentario.

- ¿No sientes calor en tu rostro? estás roja como un tomate de nuevo - se burló mientras tocaba mi mejilla con su dedo índice.

Toqué mi rostro con mis manos y sorprendentemente estaba acalorada, ¿y si porque estaba roja me preguntó si tuve un buen día? maldita sea, odio sonrojarme tan fácilmente.

. . .

Al llegar a mi casa, me tiré boca abajo sobre mi cama por unos minutos, aún pensando lo que pasó hoy, el ardor en mis mejillas se presentó y esta vez no lo sentí, las toqué con las palmas de mis manos y agarré mi teléfono como una forma de ignorarlo.

De repente me acordé que su camiseta se manchó con jugo, ¿debería preguntarle si salió la mancha?

Entré a instagram y luego a su perfil, Park Seonghwa, a pesar que no tiene muchas fotos de su rostro, tiene fotos de paisajes bastantes lindos, y en otras parece un modelo encubierto cuando está en las calles.

Toqué el botón de seguir y apagué el teléfono dejándolo arriba de mi almohada, lo miré por unos segundos y me levanté para ir a darme una ducha y así cenar e irme a dormir.