desde ese tropiezo... ლ seonghwa ✔

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⸝⁠⸝⁠⸝ una semana después ⸝⁠⸝⁠⸝

Después de un poco de espera, conseguí mi primera semana libre, por lo que hoy, lunes, me juntaré con Seonghwa a tomar el helado para dar un cierre a nuestro primer encuentro vergonzoso.

Me puse un vestido blanco un poco ajustado al cuerpo con unas pequeñas margaritas, una campera finita color beige y unas zapatillas blancas. Esta vez me dejé el pelo suelto y mi maquillaje fue de tonos neutros con gloss que tenía un poco de color en los labios.

Totalmente sencillo y cómodo.

Escuché la bocina de un auto y supuse que había llegado, ví la hora y era la hora acordada, me asombró un poco su puntualidad, me coloqué perfume, agarré mi cartera color blanco y salí de mi casa. Hoy ninguno de mis padres estaba, mi padre estaba trabajando y mi madre se reunió con unas amigas para merendar.

Al salir de mi casa, ví su auto y me subí un poco tímida, a pesar que pudimos romper un poco el hielo la otra vez, aún siento que falta hablar un poco más para entrar en completa confianza.

- Hola Hyori, ¿cómo has estado? - habló el mayor dándome una margarita, me sorprendió su gesto por lo que sonreí levemente agarrándola - Coincide con tu vestido - rió levemente y al darme cuenta también solté una risa.

- Gracias - me coloqué el cinturón y dejé mi cartera en mi regazo - ¿Cómo está Seongjin? -

- Bien bien, quiso venir pero le dije que la próxima vez será - su comentario me hizo sentir cosquillas en el estómago, mis mejillas comenzaron a arder y me las tapé inmediatamente con mis manos.

Quiso decir que... ¿piensa juntarse de nuevo?

Arrancó el auto en dirección a la heladería que estaba cerca de la cafetería donde trabajo, el contrario puso música y yo me quedé observando la flor que me dió.

- No te lo dije la otra vez, pero el vestido que te pusiste en la tienda te quedaba bastante bien - me atoré con mi saliva ante su cumplido, por lo que tosí levemente - ¿Estás bien? - preguntó alarmado y estacionó el auto, me pasó una botella de agua y la agarré para así tomar un sorbo.

Comencé a controlar mi respiración con mayor calma y le devolví la botella.

- Gracias por el cumplido, no me lo esperaba - reí un poco mientras tapaba un poco mi boca tosiendo aún con levedad.

- Lo siento - comentó mientras también reía.

- Continuemos - dije y el mayor hizo caso.

Al rato llegamos y bajé del vehículo acomodando mi vestido y colgando en mi hombro mí cartera, dejé la flor guardada en el bolsillo del pecho de mi campera.

Entramos a la heladería y comencé a observar los sabores, algo estaba claro, iba a pedir un cucurucho de dos bochas, pero siempre es un debate de qué sabor.

- ¿Qué vas a pedir? - pregunté para seguir rompiendo el hielo.

- Creo que un cucurucho con dos bochas, de sabores no lo sé, posiblemente crema americana y maracuyá - respondió observando la pantalla de sabores - ¿Y tu? - giró a verme y me puse un poco nerviosa, pero mantuve mi mirada en el frente.

- Lo mismo que tú pero en vez de maracuyá voy a pedir menta granizada - lo miré con una leve sonrisa y él me quedó mirando con un gesto de asombro.