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Estaba cenando con mis padres en silencio, ellos hablaban de algo que no estaba prestando atención, tomé un sorbo de agua y mi padre me quedó mirando.

- Hija, ¿cómo vas en el trabajo? - habló.

- Bien, nada nuevo - respondí un poco fría - Esta semana es mi descanso y vuelvo la semana que viene a trabajar doble turno, hay días que se llena y otros que aparecen dos personas - añadí para evitar preguntas sobre mi estado de ánimo.

- ¿Recibirás algún ascenso? - preguntó esta vez mi madre, la miré con cierta rareza.

- Recién empiezo mamá, no lo busco tampoco - dije con mala gana.

- Tienes que aspirar a más cariño, no está mal ser un poco ambicioso - agregó y suspiré frustrada.

- Por si no te acuerdas mamá, estoy trabajando mientras busco de qué estudiar y dedicarme a mi vida, cuando me reciba, ahí verás que buscaré tener un poco más de lo que ya tengo -

- No le respondas así a tu madre, te está preguntando bien - intervino mi padre con un tono de enojo y el ceño fruncido - ¿Te pasa algo? -

- Nada, solo dormí mal -

Aunque sus caras demostraban que no confiaban en lo que les dije, era cierto, anoche tuve horribles pesadillas que me dejaban pensando por horas, sentía que no estaba en mi casa, que me iba a dormir para algún compromiso planeado o que alguien iba a entrar golpeando la puerta de mi habitación.

Totalmente horrible mi noche.

Quise recompensar mis horas perdidas en la noche con una buena siesta pero mi papá pidió que lo ayude con la limpieza de la casa y no me dió la opción de decir que no.

Después de una tensa cena, me levanté de la cama para así darme una ducha tibia, me tomé mi tiempo para que el agua que contactaba con mi cuerpo logre calmarme y poder tener un reencuentro con Yuqi sin necesidad de contarle mis malos ratos.

Me puse mi pijama para después agarrar mi teléfono y mandarle un mensaje a mi mejor amiga de que ya puede venirse, abrí mi armario y comencé a buscar algo cómodo para la salida de esta noche.

Encontré un conjunto de color lila, una mini falda pegada al cuerpo y un top con escote barco con unas mangas largas, busqué algún calzado y elegí unas bucaneras blancas que las usé para la fiesta de Halloween en mi último año de secundaria.

Una vez vestida, el timbre de la casa sonó, bajé con cuidado las escaleras y abrí la puerta emocionada, Yuqi saltó hacia mí en un abrazo y yo no dudé en corresponder.

- ¿Cómo has estado? - preguntó alegremente.

- De maravilla, ¿y tu? - dije con el mismo tono de felicidad.

- También, extrañaba venir aquí - respondió separándonos del abrazo.

Subimos a mi cuarto y ella comenzó a contar sobre su vida como estudiante universitaria, mientras que yo empecé a maquillarme lo más sencillo posible. Me puse una sombra de ojos casi del mismo color del conjunto y le agregué un poco de profundidad con un violeta, me coloqué iluminador blanco en el lagrimal, a lo largo de la nariz y en mis mejillas, un delineado que hacía mis ojos más grandes y delicados, un poco de rímel en las pestañas y un gloss sabor a uva.

- ¿Y tú qué te cuentas Hyori? - agarré una cartera para así guardar lo necesario, como el gloss, pañuelitos.

- Conocí a un chico - tiré la bomba sin dudarlo - Pero nos conocimos de una manera totalmente humillante para mí -

- Sabía que iban a pasar cosas que nunca pasaron mientras yo vivía en esta ciudad - dijo Yuqi con emoción y asombro - Cuéntame todo -

- Se llama Park Seonghwa, y él se metió en el vestidor donde yo me estaba probando unos vestidos - sentís mis mejillas arder pero lo ignoré.

desde ese tropiezo... ლ seonghwa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora