Saga Saiyajin: Un largo camino por delante, el entrenamiento comienza

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Empezamos este tramo de la historia en el otro mundo. La otra vida no era lo que cualquiera puede llegar a esperar, sin duda es el sitio en donde todas las almas de los seres mortales terminan una vez mueran, pero tiene una apariencia única que lo hace resaltar bastante. En su mayoría está conformado por un extenso mar de nubes amarillas que recorren miles de kilómetros hasta donde se puede llegar a ver.

Y en el medio se hallaba la única edificación visible, que se trataba de un enorme palacio de caracterización japonesa unida a un largo camino verde asemejando a una cinta transportadora en donde un millar de pequeños nubes blancas gaseosas se formaban en fila para llegar hasta este palacio.

"Muy bien, que todos se formen en fila y esperen su turno. Si alguien se mete entonces regrese a su lugar en la fila inmediatamente, no se aceptan trampas." Dijo un ogro encargado de supervisar todas estas almas, asegurándose de que cada una tenga su turno de ver al encargado de este mundo.

La razón por la que todos estos fallecidos se veían de esta forma es porque sus cuerpos permanecieron en el mundo de los vivos, y ahora estaban esperando a ser juzgados para ver en donde terminarán a partir de este punto. Ya que este mundo no es más que un simple limbo entre el cielo y el infierno, dirigido por el dios encargado por decidir a donde terminarán todas estas almas.

La única excepción a la regla fue nada más que el mismo Son Goku, quien con la intervención de Kami logró conservar su cuerpo físico a pesar de estar en el reino de los muertos, y ahora junto con el guardián de la tierra estaba de pie en frente de la persona más grande que haya visto en su vida, literalmente.

"Y es por esa razón por la que deje que conservara su cuerpo físico, por favor gran Enma Daiohsama, permite que vaya con Kaiosama." Kami le dijo a la deidad encargada de este reino, siendo todo más respetuoso posible con este otro dios.

Kami era sin duda la réplica exacta de Piccolo, solo que mucho más viejo y también mucho más débil, pero lo compensa con su sabiduría y grandes habilidades mágicas. Usando túnicas de color blanco com el símbolo kanji de *Dios* en el medio y también en su espalda, cargando consigo siempre un bastón que la ayuda a caminar.

Y la persona a la que le había dirigido la palabra era lo que se podría describir como nada más que un enorme ogro de color rojo que estaba sentado en un escritorio que era igualmente grande. Lapicera, engrapadora, archivos y hasta un teléfono. Barba negra que contrasta con el color carmesí de su piel, y vestía un traje formal de color púrpura que era acompañado por un gorro que poseía dos pequeños cuernos. Este de aquí era el gran Enma Daiohsama, el dios de la muerte y el encargado de decidir si un alma va al cielo o va al infierno, él tiene sumo control de todo lo que sucede aquí.

"Hmmm Son Goku, aquí puedo ver que que has contribuido bastante con el bien de la humanidad. Pero a pesar de que tiene toda una lista de razones por las que puede ir al cielo, ¿Prefiere ir a entrenar con Kaiosama?" El enorme ogro preguntó con calma mientras miraba de reojo una libreta en donde tenía escrito todos los nombres de los seres vivos en el universo, así como sus vidas y experiencias, y por supuesto también todas las acciones buenas o malas que hayan realizado en vida.

"Así es." Kami le confirmo con educación.

Goku solo podía ver a su alrededor con un gran asombro y curiosidad, se sentía raro saber que estaba muerto pero aún sentirse como de costumbre, aunque la única característica extra que poseía es que tenía un halo dorado flotando sobre su cabeza, la única señal que indicaba su fallecimiento.

"Oiga Kamisama, ¿Aquí es donde terminan todas las almas de los muertos?" Goku le preguntó al dios guardián de la tierra con curiosidad.

"Todos los que mueren, así es." El anciano verde le confirmo con calma y paciencia, entendiendo la curiosidad de su antiguo discípulo.

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