Una academia que se encarga de criar a los herederos al trono. En esta se encuentran criaturas de todo tipo, la fantasía abunda en este lugar. Tienen la llegada de un nuevo aprendiz: Han Jisung, un lindo elfo, no tiene mucho de fantástico pero él tr...
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Christopher caminaba a paso rápido durante los largos pasillos de la academia, deseando no perder de vista ese cabello castaño que podía divisar a lo lejos. Sentía tanta desesperación, pues pensaba que esa podría ser la última vez para pedirle una verdadera disculpa al cambia formas.
Por otro lado, Seungmin empezó a correr con más sentimiento, dejando escapar unas pequeñas lágrimas de sus ojos. Odiaba tener esa sensación en su pecho, lo peor era que no lograba descifrar el por qué de sus sentimientos. Estaba decepcionado. Muy decepcionado. Saber que a Chris todavía le gustaba Jeongin lo ponía muy mal, quería justificarlo con ese desprecio por la gente terca, pues él era de rendirse muy fácilmente cuando algo no salía como quería. Odiaba que el mayor tuviera esa esperanza, llegando a lo posesivo.
Pudo sentirse más tranquilo cuando el viento fresco sopló en su rostro, haciendo que sus cabellos se movieran de lugar. Un lugar tan alejado de todos y solitario. Para nada era el bosque o aquel hermoso lago. Era uno de los muchos balcones que nadie visitaba; los descubrió cuando se acercó más a Hyunjin, un tipo tan romántico que amaba estar solo en esos lugares tan recónditos. Después de un tiempo el pelirrojo dejó de ir, por lo que Seungmin declaró ese lugar como suyo.
Soltó todo el aire que sus pulmones estuvieron guardando y se recargó en el barandal del balcón, apreciando lo que sus ojos llorosos veían. La hermosa naturaleza que era lo único rescatable de aquel terrible lugar.
–Oh, creí que te había perdido– La voz de Chris lo alarmó, se dió la vuelta de inmediato, sintiéndose acorralado, escapar como algún animal volador no serviría de nada, pues todavía no se acostumbraba a volar.
Se quedó callado, casi encogiéndose en su lugar por la presencia tan potente que tenía el mayor. No sabía si tener miedo o sentirse feliz porque lo había estado buscando.
–Quiero hablar contigo– Dijo algo tímido, empezando a jugar con sus dedos.
–Lo sé– Respondió frío, arrepentido después de unos segundos por ese tono tan serio.
–Hablé con mis padres, ellos saben lo que hice– Confesó, sintiendo que Seungmin era el único indicado para escuchar esas palabras –Voy a irme, no sé exactamente cuándo, pero será pronto– Seungmin se tensó, abriendo los ojos por la sorpresa.
–¿Tus amigos lo saben?– Intentó ocultar la repentina tristeza que sintió.
–No.
–¿Ni siquiera Jeongin?– Negó con la cabeza, Seungmin se mordió el labio inferior confundido –¿Por qué me lo cuentas solo a mí?– Su voz salió casi en un hilo, le costaba creer que en verdad estaba pasando eso.
–Creo que eres el único que debe saberlo.
–¿Por qué quieres que sufra más? Te vas a ir así como si nada y yo seré el que cargue con el peso de todo– Su mirada delató lo triste que se encontraba, el corazón del rubio se partió.
