17 de Abril 2016.
—No alcanza para nada, Floch.— Dijo Reiner agobiado de contar los pocos billetes que había ganado. —¿Me mato trabajando y sólo recibo esto? agh.—
—Las personas no aprecian mucho la mano de obra, apenas y sueltan dinero para los materiales.— Limpió el sudor que caía por su frente. —Pero bueno, alcanza para sobrevivir.—
—Eso dices porque vives solo, yo tengo que mantener a mi hermana y asegurarme de que termine sus estudios.—
—Ella ya está grandecita Reiner, puede ayudar con los gastos.— Comentó Floch. —Dile que se ponga a trabajar.—
—No quiero que se distraiga, debe estudiar para que no acabe como yo.— Soltó un suspiro. —Así me queme la jodida espalda por estar bajo el sol todo el día, no importa, todo lo hago por ella.—
—Buaaah, casi me haces llorar.— Contestó de forma exagerada Floch. —Que buen hermano, muy conmovedor.—
—Cállate.— Rió apenado y se levantó, sacudiendo su pantalón. —Ya me voy, debo ir por Mía a la universidad.—
El mundo de Reiner giraba en torno a su hermana menor Mía, era tanta su necesidad de cuidarla y sacarla adelante que casi se podría confundir con una relación de padre e hija, aunque solo tuvieran cinco años de diferencia. Llegó por Mía en el auto estándar que ella no aprendió a manejar, pero eso no importaba en el momento, ya que en su mente siempre que pudiera iría por su hermana a donde fuera.
—¿Cómo te fue hoy?—
—Tuve un examen nivel cardiaco.— Contestó Mía poniéndose el cinturón de seguridad. —Pero contesté todo bien, creo.—
—¿"Creo"?— Rió sutilmente el rubio, conduciendo hasta su casa. —Te desvelaste ayer viendo crepúsculo en vez de estudiar, ¿verdad?—
—¡N-no! claro que no.— Se cruzó de brazos. —Bueno... sólo ví un pedazo de la película, pero sí estudié mucho antes.—
—Mía, tu única obligación es estudiar.—
—Lo sé Reiner, y créeme que sí lo hice.—
—Bueno bueno.— Dió vuelta en una calle. —Estoy seguro que saldrás bien en tu examen.—
—¿A dónde vamos? por aquí no es nuestra casa.—
—¿Ah no? entonces pasar por un helado antes no es buena idea entonces.— Respondió juguetón.
—¡Sí, no! o sea, sí quiero un helado.—
***
25 de Abril 2016.
—Voy a una fiesta con Floch.— Avisó Reiner a su hermana. —¿No quieres venir?—
—¿Me dejarás beber?—
—No.—
—Entonces no.— El rubio soltó una risita. —Te cuidas, y no vuelvas tan tarde.—
—Eso debería decirte yo, no al revés.— Dejó un beso sobre su frente como despedida. —No te saltes la cena.—
—Mmjm.—
Se puso su chaqueta y salió de casa directo al viejo auto, pero absorto en sus pensamientos. Cuando Mía le contaba sobre las metas a futuro que tenía como poner su propio negocio, o comprar el local que veía cuando andaba en bus, se sentía presionado sin querer. Anhelaba que su hermana menor tuviera todo lo que deseara, que nada le faltara como cuando eran niños, no quería volver a esas épocas de carencias. Luego de manejar un rato, Reiner llegó a una discoteca dudosa a la cual nunca había ido, pero Floch insistió en que se pondría bueno el ambiente.
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el menú de dios | eren jaeger
Fanfictionmodern au Luego de la desaparición de su hermano, Mía Braun termina envuelta en situaciones peligrosas con el fin de encontrarlo. Pensaba investigar por su cuenta, hasta que un misterioso boxeador clandestino se atraviesa en su camino, y parece ser...