【Capítulo 7: La cámara de los secretos】

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Estaban probablemente metros y metros por debajo de la escuela; se habían deslizado hasta acabar en un terreno frío, húmedo y oscuro, pero no lo suficiente como para no ver los esqueletos que crujían bajo sus pies.

Brenda arrugó la nariz, asqueada. Se mantuvo cerca de Harry y Ron, sintiéndose un poco más segura con los Gryffindor.

—Recuerden, si hay alguna señal de movimiento, cierren los ojos —les dijo el de lentes, severamente— Vamos.

El lugar era como una enorme alcantarilla, con pasajes que sólo llevaban a más esqueletos de vaya a saber qué y suciedad, pero todos avanzaron sin dudarlo, Harry y ella a la cabeza, Lockhart al medio y Ron junto a la Slytherin al final.

Entre más avanzaban más difícil era caminar, pero siguieron adelante, deteniéndose únicamente cuando encontraron lo que parecía ser el cuerpo de una criatura muy, muy grande.

—Es solo la piel —les informó Ivy, acercándose con fascinación a los restos que ocupaban el espacio de al menos dos salones completos— Piel de serpiente.

—Debe medir unos veinte metros... —exclamó sorprendido Ron, dando un salto hacia atrás cuando Lockhart cayó desmayado a su lado.

Ivy reprimió una carcajada, carcajada que acabó ahogada en su garganta cuando el hombre se levantó y tomó la varita del pelirrojo, soltando un pretencioso ¡ajá!.

—Aquí se les termina la aventura —sonrió triunfante, apuntándolos con la varita uno a uno— Pero no se preocupen, todo el mundo conocerá la historia. Sabrán cómo llegué tarde a salvar a la pobre niña, y como todos ustedes perdieron sus débiles mentes al ver su cadáver...

Harry, siempre el héroe, movió a Brenda tras él para protegerla. Ron intentó hacer lo mismo con Ivy, pero la pelinegra se soltó de su agarre y se cruzó de brazos, dándole cara a Lockhart junto a los dos chicos.

—Esa varita está rota. Mejor y nos golpeas con un palo —soltó, pero el profesor simplemente rió y negó con la cabeza, creyendo que intentaba engañarlo.

—Entonces no le molestará ser la primera, señorita Crouch. Despídase de sus recuerdos... ¡Obliviate!

El hechizo se disparó por la base de la varita, dándole a Lockhart de lleno en el pecho y enviándolo a volar unos metros más atrás, haciendo que se golpeara con el muro de piedra.

Se lo advertí, pensó Ivy, levantando la mirada alarmada cuando las rocas temblaron a su alrededor. Fue guiada por el más puro instinto, empujando a Ron fuera del camino y cayendo con él al mismo tiempo en que Brenda y Harry hacían lo propio al otro lado del ahora dividido espacio, montones de piedra separándolos.

—¿Están bien?

Ron gruñó en respuesta, levantándose del suelo cuando la Slytherin se puso de pie tras haber caído sobre él.

—En perfecto estado —respondió entonces ella, rodando los ojos cuando el supuesto adulto que los acompañaba comenzó a preguntarle al Weasley quienes eran, y quién era él— No puedo decir lo mismo de Lockhart —la chica escuchó un ruido y, cuando se giró, descubrió al mayor inconsciente nuevamente y al pelirrojo con una piedra en la mano— Ya está bien.

—Quédense aquí e intenten mover las piedras... Nosotros iremos por Ginny —ordenó Harry, girándose para marcharse junto a Brenda cuando Ivy lo detuvo al llamarlo, acercándose más al pequeño hueco en el muro de piedras.

—Potter —bajó la voz entonces, no queriendo que nadie que no fuera él la oyera— Si algo le pasa a Rookwood te juro por Salazar Slytherin que...

—Nada le pasará —la interrumpió Harry— Lo prometo.

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⏰ Última actualización: Jan 01 ⏰

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avada kedavra ○ harry potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora