una grieta en el espacio-tiempo

en el pasado

29/05/2023

Hola, me llamo Taylor y hoy es mi cumpleaños.
Cumplo 21 años, y como los otros cumpleaños siempre tengo el mismo deseo.

"Conocer a la banda Tokio Hotel"

Hace dos años me mudé a Los Ángeles con mis padres, y no he tenido la oportunidad de conocer a mis gemelos favoritos.

Mi obsesión con ellos empezó cuando yo tenía 17, y a día de hoy sigue intacta. Lo malo es que estaba enamorada de una de sus versiones antiguas, una que hoy en día ya no existía.

Me gustaban los cuatro miembros de la banda. Gustav me parecía guapísimo, Georg era un dios griego, Bill era icónico... pero el que más me gustaba era Tom.

Tom... el guitarrista hormonal que se llevaba a todas las chicas, el que las tenía locas a todas. Siempre me gustan los chicos así.

El caso es que ellos ya no son lo mismo. Sus canciones no son las mismas, su pasión tampoco, ni si quiera creo que su amistad siga siendo la de hace años.

El caso es que este cumpleaños será como cualquier otro, haciéndome sentir que no pertenezco a esta época. Aunque si que es verdad que este es peor, por que me falta alguien.

-Cariño, son las cinco y tus amigos nos esperan en el restaurante-habla mi madre a través de la puerta de mi habitación.

Yo no respondo, solo camino hacia ella y salgo con una sonrisa fingida.

-Me encanta que estes tan feliz-dice agarrándome de la mano, bajando las escaleras de casa para irnos.

Llegamos al restaurante y todos mis seres queridos estaban allí, con sonrisas radiantes en sus rostros.

Saludé a todos y ahora solo me faltaba saludar a mi novio. Si, mi novio, lo habéis leído bien. Estoy enamorada de otro, pero lo tengo a él.

-Hola cariño-me saluda Luka con un beso tierno.

No me malinterpretéis, yo quiero a mi novio, pero en mis sueños es en otro en quien pienso, y él puede que sepa algo.

Saludo a sus padres, que también han venido a felicitarme y a celebrarlo y todos empezamos a cenar.

La sonrisa que debía tener todo el rato, me estaba matando. Yo lo único que deseaba en este momento era la hora para poder ir a casa y dormir, volviendo a soñar que yo tenía la suerte de nacer 12 años antes.

-¿Y que tal llevas la carrera de psicología?-pregunta la madre de Luka.

-Pues me quedan dos años, y la verdad que muy bien-respondo con una sonrisa.

La psicología siempre fue algo que me llamó la atención, y aunque no se lo crea nadie, tengo claro que terminaré esta carrera y ayudaré a muchas personas.

La noche siguió su curso, y me tocaba soplar las velas de la tarta.

-Pide un deseo-dice mi madre muy emocionada.

Lo primero en lo que pienso es en papá. Él murió el año pasado a causa de una sobredosis, y lo echaba mucho de menos. Pero había que ser realista, mi padre nunca volvería...

"Viajar al 2010"

Soplo las velas y un escalofrío me recorre la espalda, dejándome completamente paralizada. Pero las voces de felicidad de todos me sacan de mi trance.

Comemos la tarta y seguimos con la fiesta hasta las once y media de la noche, que al tener que cerrar el restaurante nos piden que nos vayamos.

Cuando llego a casa lo único que hago es tumbarme en la cama y pensar. Pensar en mi padre, en mi vida, en si de verdad quiero estar aquí, en si de verdad es psicología lo que quiero estudiar. Pienso en todo. Hasta en la tormenta que había empezado hace un par de minutos y que era muy fuerte.