"¡Dios mio! ¡Miguel, céntrate!" Le quitó la goma con la que estaba jugando, estaba empezando a exasperarse.
"Tenemos que entregar el trabajo mañana. Tú bien sabes que pudimos hacerlo en el fin de semana y los dos días anteriores, que suman cuatro. Pero claro, ¡como el señorito estaba ocupado!" Exclamó con el ceño fruncido.
Miguel no respondió, solo se quedó con la cara apoyada sobre su mano y el codo encima de la mesa, admirando la belleza de la contraria.
Alex asintió mirándolo incrédula.
"Si no te hubieras quejado de tu pareja, ahora no estaría aquí contigo." Susurró irritada.
"Así me gustas más, toda enfadadita." Se relamió los labios.
"¡Miguel!" Golpeó su hombro con la manga de la sudadera. "Eres un idiota." Apoyó la cabeza en la mesa suspirando.
(...)
Después de un rato, lograron avanzar en el proyecto.
"¡Por fin!" Esta se estiró en la silla.
"¿No crees que merezco un buen beso por el increíble trabajo que hice?" Dijo Miguel acercando su cara a la de Alex.
"¡Aléjate, pervertido!" Alex se levantó subiéndose a la cama con un libro en la mano. "¡Hice yo todo el trabajo!"
Miguel miró divertido la escena que estaba montando la chica de la que estaba enamorado.
"Claramente no pudiste hacerlo sin mi, bonita. Mi belleza te inspiró." Dijo rodando los ojos.
"¡Encima egocentrico, lo que me faltaba ya!" La de ojos marrones se bajó de la cama y dejó el libro, acercándose a la silla.
El moreno iba a decir algo, pero se calló cuando las luces parpadearon y las luces se apagaron.
"¡Joder!" Miguel chilló, le tenía un poquitito de miedo a la oscuridad.
"Shh, imbécil."
Se escuchó un ruido y después de eso solo hubo silencio.
"¿Alex?" Miguel estiró los brazos buscando a la contraria.
"Alex, si esto es una broma sal ya. No hace ni puta gracia." Miguel no lo iba a admitir, pero estaba empezando a cagarse.
La puerta de la habitación se abrió y el único chico allí cogió el libro dispuesto a tirarlo a quien sea que este en esa puerta.
"Para, idiota, que soy yo." La voz de Alex en cierto punto lo tranquilizó.
"¿Dónde estabas, joder? Creía que te había pasado algo." Por suerte, la oscuridad lograba cubrir el sonrojo del moreno.
"Aww, te preocupas por mí. ¡Tan tierno!"
"Vete a la mierda, Alex." Ella no podía verlo, pero estaba casi segura de que el chico tenía una sonrisa en su cara.
"Vamos, seguro solamente saltó un interruptor." Comenzó a bajar las escaleras con Miguel detrás después de salir de la habitación.
Iban con cuidado, agarrándose de la barandilla de la escalera y tocando las paredes continuamente.
Miguel soltó un quejido cuando Alex paró y él chocó con su espalda.
"¿Qué haces, imbécil?" Dijo Miguel con el ceño fruncido.
La chica solo siguió caminando, hasta llegar a la puerta del sótano.
Sacó el móvil y puso la linterna.
"¿No pensaste en hacer eso arriba?"
"Oops." Se encogió de hombros burlona.
Miguel la ignoró y bufó para empujarla de los hombros y que se adentrara con él detrás al sótano.
"Ten cuidado Miguel, escuché que a los fantasmas les atraen los gays." Bromeó Alex, sin embargo; a Miguel no le dio mucha risa y le pegó un zape.
"¡Ey!"
Al fin llegaron al cuadro eléctrico.
"¿Mm, y ahora?" Se relamió los labios Miguel, observando el lugar.
"Mm, déjame ver." Alex tocó unas cuantas cosas y a los segundos se volvieron a encender las luces.
Sonrieron aliviados.
"Joder, niña, sabes hacer de todo." Empezó a subir las escaleras con Alex detrás.
"Ya, bueno, tendré que saber hacer lo que tú no sabes, básicamente todo."
"No te vuelvo a decir nada, luego me dices a mi el egocentrico."
"¡Vale, vale! ¡Perdón!" Agarró los hombros del contrario y dejó un beso en su mejilla, dejando al moreno perplejo mientras Alex entraba de nuevo a la habitación.
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Un poco mierda, pero es lo que hay. 😘
En fin, la parte dos aquí.
¡Gracias a todos por las lecturas, y por que ya son 100 votos! 😭❤️🩹 (No me funes por la broma de los gays, es solo eso, UN CHISTE/BROMA.)
