ONE SHOT 10.

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Hace mucho tiempo, hace años, dos niños eran mejores amigos. Eran inseparables, lo hacían todo juntos. Él la defendía y ella lo apoyaba, como suelen hacer los mejores amigos.

Todo cambió aquel 25 de diciembre, cuando aquella pequeña niña de tan solo 7 años, recibió la noticia de que su abuelo paterno había fallecido. Quedó destrozada, pero lo que más le dolía era que se tenía que mudar a Lyon, Francia, por la muerte de aquel familiar.

Al principio tan solo se iban para el funeral, pero fue una sorpresa total que cuando estuvieron allí sus padres le dijeran que se quedarían para siempre.

Los pobres corazones de aquellos chicos estaban destrozados, no podían soportar estar separados...

¿Qué haría Miguel ahora sin aquella chica? ¿Y qué haría Laia sin aquel chico?

Miguel pensaba que ella volvería, como ella dijo: "Solo me iré unas semanas, tranquilo Miguelito." No pudo soportar las lágrimas cuando escuchó que nunca más lo haría.

Horas, días, semanas, meses... el tiempo pasaba y ellos se olvidaban uno del otro. Consiguieron nuevas amistades, nuevas vidas...

Pero por más que quisieran decir que no se recordaban entre ellos, que se habían olvidado, en el fondo de sus débiles corazones, todavía existía ese amor que se tenían, ese cariño.

(...)

20/12/22, 16:36 p.m.
📍 Lyon, Francia.

Finalmente volverían, volverían donde empezó todo.

La familia Leroy, hoy mismo, tomarían un vuelo de más de 10 horas para llegar a Arizona, Phoenix.

Laia no sabia las razones, ellos solo dijeron "Haz tus maletas. Volvemos a Estados Unidos."

Con las maletas listas, se dirigieron al aeropuerto, donde hicieron lo necesario para poder viajar.

Ya en el avión solo quedaba esperar...

(...)

21/12/22, 06:54 a.m.
📍 E.E.U.U, Arizona; Phoenix.

La azafata despertó a los 3 Leroy's, avisando que habían llegado a su destino y que tenían que bajar.

Agradecieron y bajaron del avión para dirigirse a casa.

<<Que extraño se siente llamarlo así...>>

Tardaron una media hora en llegar a esa casa, la casa en la que se alojaban justo antes de la muerte de Luc, el abuelo paterno de Laia.

Consiguieron contactar con el dueño y nuevamente alquilaron la casa.

Las cajas con la mudanza estaban dentro de aquella y todo olía a madera. A decir verdad, la casa era muy linda y grande.

"Bueno, me voy a-" empezó a decir Laia, pero su madre la cortó. "No, de aquí no te vas hasta que hayamos terminado de colocar las cosas." Laia rodó los ojos e inició por las cajas de las esquinas.

Después de un rato de esfuerzo, quedaban tan solo 4 cajas, así que los padres a regañadientes la dejaron irse.

"Ahora sí, adiós." Abrió la puerta y mientras andaba dejó caer su skate hacia delante, deslizándose y empezando a patinar con este.

Un rato después de haber comenzado a hacer lo que más le gustaba, tropezó en la acera con un chico.

"¿¡Qué te pasa?! ¡Mira por dónde vas!" La mudanza la había vuelto más amargada, por así decirlo, ella quería volver a Francia, donde tenía toda su vida.

"¡Perdón! Ni siquiera fue mi culpa, chica." Alzó las manos el chico, teniendo la razón, él no tenía la culpa.

La chica bufó y lo maldijo antes de volver a seguir su camino.

"Chica rara." Chasqueó la lengua mientras iba por el lado contrario al de la chica.

(...)

Días después, se habían vuelto a encontrar demasiadas veces, tanto que ya se habían acostumbrado el uno al otro y ya se toleraban.

"¡Miguel!" Silbó la chica caminando hacia él. "Chica, no grites, estoy al lado tuya." Se quejó el contrario, viendo como se burlaba de él.

"Por cierto, llegas tarde, negra." Sonrío, esta vez burlándose él.

"Vete a la mierda." Le hizo unas muecas a Miguel. Miguel sonrió "Con gusto." Al final, no pudieron soportarlo y se empezaron a reír en medio de la calle.

Aunque duró poco, porque Laia gritó "¡El último que llegue a la casa amarilla es gay!" Y sin avisar salió corriendo con Miguel detrás suya gritando "¡Tramposa!"

"Sí sí, lo que digas. Te gané, ¿mi premio?" Extendió la mano hacia aquel lindo moreno el cual sonrió y se acercó dejando un beso en sus labios.

¿El destino? Quizá

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¿El destino? Quizá. 🤭

700 palabras.

𝐊𝐈𝐍𝐃. 𝙼𝚒𝚐𝚞𝚎𝚕 𝙼𝚘𝚛𝚊 - 𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora