Capítulo 6

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Querida Lilith,

Espero que esta carta llegue a tus manos y encuentre tu corazón sin rastro de miedo, porque lo que tengo que decirte está sumido en la oscuridad más profunda y en la promesa de sufrimiento inimaginable. No soy un rey de los Demonios cualquiera, soy el ser que ha visto emperadores y dioses caer ante su poder. Mi trono está forjado en las llamas del infierno y mi corona se adorna con las almas torturadas de aquellos que se atrevieron a desafiarme. 

Tu reciente coronación no me impresiona en lo más mínimo. De hecho, me alegra que ahora tengas el poder que tanto anhelas, porque eso hará que tu caída sea aún más espectacular. Has despertado la furia de un ser antiguo, cuya sed de sangre y venganza es inextinguible.

No me importa tu reino ni los insignificantes Sombríos que lo habitan. Lo que me interesa es ver cómo tiemblas ante mi sombra. Estás a punto de entrar en un juego siniestro en el que no hay reglas, solo el deseo inquebrantable de ver tu caída y la destrucción de todo lo que amas.

Me sorprende que incluso haya considerado la posibilidad de ofrecerte una tregua, pero no por la razón que imaginas. No busco paz ni reconciliación. Lo que quiero es tener el placer de verte desesperada, con la falsa esperanza de que podrías escapar de mi ira. La tregua que ofrezco es solo un preludio de la tormenta que se avecina.

La fiesta a la que has sido invitada por el rey Maximilian será el escenario de nuestro encuentro. No podrás evitarlo, porque mi poder es omnipresente. En esa reunión, te enfrentarás a la verdadera oscuridad, y tus sueños se convertirán en pesadillas que nunca habrías imaginado.

Permíteme ser claro: no siempre tengo que ser el villano de la historia, pero en tu caso, no tengo otra elección. Mi venganza será implacable, y verás tu mundo desmoronarse ante tus ojos.

No importa si me crees o no; lo que viene es inevitable. Reflexiona sobre tus acciones y decisiones, Lilith, porque el destino de tu reino y tu alma penden de un hilo que está a punto de romperse. La elección es tuya: seguir una guerra interminable o doblegarte ante mí y permitirme marchar, pero incluso eso no garantiza tu supervivencia.

Te dejo con estas palabras, en medio de la oscuridad que se cierne sobre ti. Que tus últimos momentos de tranquilidad sean testigos de lo que está por venir.

Con malévola anticipación,
El Rey de los Demonios.

Cuando dejo de leer a mi corazón ya le esta a punto de dar un infarto y mi cuerpo también se siente inquieto ante la amenaza explicita que estas palabras albergan. Al parecer no hay forma de que esto acabe y que haya un final feliz. No hay forma de escapar de la furia del rey de los Demonios que parece estar dispuesto a todo por hacerse con el Elixir. Nuestra única herramienta que nos mantiene con vida.

¿Qué debo de hacer ahora? ¿Cómo se supone que me lo tengo que tomar?

Las leyendas dicen muchas cosas de los Demonios y todas ellas son bastante horribles porque se les suele asociar a asesinos de especies y torturadores de almas que es lo que siempre han sido; sin embargo, nadie puede culpar que sigan sus instintos asesinos. Pero si a un líder cuyo único papel como rey es animar a los suyos a no conformarse y querer mucho más. Él es el causante de que esta guerra lleve siglos y nunca haya terminado.

Lo gracioso es que hay una leyenda que nos nomina a ambas especies como hermanos sin vida, que es lo que sin duda somos. El hecho de ser las especies sin vida que somos nos convierte en una unión o eso lo fue antes. Porque después de que silencio actuara y nos diera la vida a través de un Elixir todo cambió. Ahora son los Demonios quienes quieren poder vivir para poder hacerse con todo a su paso.

Y es que no puedo permitirlo.

—Por favor Lilith tranquilízate—ni siquiera me he acordado de que Rowan ha estado todo el tiempo aquí—. Tampoco es como que haya dicho que está a punto de arrasar nuestras murallas de nuevo.

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