Capitulo 3

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Akutagawa había ido de cacería para encontrar carne fresca que pudieran cocinar; Atsushi sabía cocinar perfectamente asique encendió el fuego y calentó el sartén mientras llegaba.

El peli-blanco miro la cabaña, se asqueo de encontrar manchas pequeñas de sangre en todos lados.

-.Ugh…ese tonto soldado ni siquiera piensa en limpiar…-Refunfuño mientras buscaba alguna escoba evitando a toda costa el closet donde estaba el muerto.

Era una cabaña mediana de solo un piso, tenía una sala pequeña, un baño, una habitación con cama matrimonial, una cocina y en la parte de atrás de afuera había una pequeña cerca que no dejaba ir a una pequeña oveja.

Oveja que ya es familia, por cierto.

La pequeña peludita se metió en la cabaña en cuanto Atsushi abrió la puerta; y bueno, él no es realmente fuerte cuando se trata de animales.

La oveja se acostó en la cama temblando, probablemente por su escasa lana y el estar en un lugar frío y húmedo como lo es donde estaba.

Atsushi le secó las patas y piernitas con un pedazo de tela cercano; después simplemente le puso una camisa café que encontró por ahí para abrigarla.

Esto es como cuidar a un niño, es diferente a cuando cuide a un perro…pensó Atsushi dejándose caer en la cama, la oveja saltó acostándose encima de la panza del albino sacándole todo el aire.

Pero el director se llevó a mi perro, supongo que trataré de encontrarlo cuando la guerra termine…si es que termina..uff..

Acarició la lana de la oveja mientras estaban acostados en la cama; no encontró ninguna escoba, probablemente estás estaban en el closet que Akutagawa ya malogró al meter un cadáver dentro.

-.Uhmp, tu segundo cuidador es un tonto pequeña Shippy.-murmuro atsushi masajeando la patita de la oveja que solo soltó un "meeeeh".-.si, que tonto, aunque no le digas que le dije tonto, aveces da miedo..

-.Es bueno que me lo tengas, algún otro sentimiento será inconveniente.-Sentenció Akutagawa entrando a la cabaña con un venado muerto en su hombro, la sangre se escurría haciendo al albino casi vomitar.

-.Joder, realmente no me tienes consideración..-balbuceo con asco mientras le tapaba los ojitos a la oveja.

Akutagawa dejó al venado encima de una sábana para poder sentarse a un lado y abrir al animal; Atsushi se levantó de la cama y cruzó los brazos.

-.¿No es mejor que hagas todo eso fuera?.-murmuró quejoso sin poder mirar directamente el cómo cortaba la piel del animal.

-.Atraerá zorros y lobos, será una molestia lidiar con ellos, y contigo.-murmuro dejando a un lado la piel cortando los músculos con su sombra

Atsushi frunció el entrecejo indignado, ¿yo que tengo que ver con los zorros?.

-.¿y por qué deberías lidiar conmigo? .-Farfulló con molestia, si, no sabía pelear pero al menos le lanzaría algo a esos lobos.

-.Un gato sarnoso como tú estará tan asustado que se meterá en mi cama, odio cuando se meten en mi cama.-explicó sacando pedazos de carne sosteniendo las con sus manos.- Trae una olla

-.Yo jamás me metería en tu cama, ¡Uhmp!.-Indignado fue por la olla poniéndose de puntitas para buscarla en la alacena.

Ugh, maldito don Juan, ni quien quiera abrazarlo en la noche…se sonrojó suavemente, era un hombre guapo y todo pero su personalidad lo hacía tan…

-.Idiota..-murmullo atsushi, dió la vuelta y no pudo avanzar más, allí frente a el estaba Akutagawa con la carne en sus manos cubiertas de su sombra para no mancarse.

El principe y el caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora