La brisa llegaba como un alivio a su corazón, había estado trabajando toda una jornada completa y ya comenzaba a sudar.
Dios, ¿Porque no me hiciste menos bueno?, tal vez así habría podido robarle a la primera persona que veía pasar. Aunque bueno, no es tan malo su trabajo…
-.¡Atsushi!, ve y limpia la mesa dos.-Gritó un chico de cabellos anaranjados, era el encargado de vigilarlo.
Asintió rápidamente arrastrándose a la mesa dos, estaba algo agotado, pero fue lo que se le ofreció.
Bueno…
Digamos que las cosas nunca salen bien cuando se trata de Atsushi.
Volviendo a atrás, cuando cruzó la frontera donde Akutagawa le había dejado terminó encontrándose con un montón de árboles. Eran tantos que su vista estaba nublado por completo.
Caminó incesantemente durante algunos días, el hambre comenzó al tercer día, su tripa rugía por comida pero no llevaba más que el vestido y su mapa en la mochila. Fue cuando llegó a un lago que se detuvo completamente exhausto.
-...Mierda…¿Como resistió Jesús tanta tortura al no poder comer?, yo ya estoy desmayandome.-Balbuceo, tomando rápidamente el agua del lago con sus manos para beberla.
Tenía un color perturbado por ser usado para lavar prendas de ropa, o usado como baño público. Tal vez ahora mismo se estaba tomando la orina de alguien…
Casi vomitó toda el agua que había tomado pero se resistió tragando todo de nuevo. Era esto o nada, podía no comer pero si dejaba el agua moriría rápidamente.
Se golpeó la cara para espabilar. ¡Atsushi!, tienes que estar listo, tienes un cuchillo en la mochila, solo trata de asaltar al primer tipo que veas pasar. Dios sabrá que lo hiciste de buena fe, es lo necesario para sobrevivir.
Dios lo entendería, ¿No?
Jajaja ...si no me voy al infierno por haber pecado por hacer cosas fuera del matrimonio termine yéndome por ladrón…
Respiro profundamente y tomó el cuchillo de su bolso. Había notado que con el pasar de los días sus uñas se habían hecho más largas era extraño pero no cree que suponga algo malo. Trepó rápido el árbol ayudándose de sus uñas y espero.
¡Atacaré al primero que pase!
Un batallón completo de soldado cafés pasaron de inmediato marchando con sus espadas y pistolas.
…
¡La siguiente persona será!
Casi como si el cielo tratara de ponerle trabas, lo siguiente que pasó fue una estampida de cabras que corrían por todos lados. Podría comerse una, claro, sino lo mata una.
Ingenuamente pensó que una tercera vez sería la vencida.
Un grupo de mujeres pasaron, cada una de ellas se notaba con ropa andrajosa. Con una mirada determinada hacia el bosque. Ellas eran espías, definitivamente le rebanarian el cuello tan pronto las interceptara.
¡Ya está!, me moriré de hambre.
Se rindió fácilmente, recostando su espalda en una de las ramas del árbol. Maldita sea Dios, te adoro pero al menos dame algo de agallas. Suspiro cansado de todo esto.
¿A quien engaña?, nunca podría hacer algo así de su propia mano.
Atsushi abrió sus ojos lentamente, algo mareado por la falta de alimento. Vio una pierna saliendo del agua, tal vez fue una alucinación.
Rio suavemente, ¿Cómo podría haber una pierna saliendo del agua?, sus ojos se cerraron una vez más, cuando los abrió se encontró con dos piernas saliendo del lago.
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El principe y el caballero
ФанфикLa guerra había estallado en la península sur del reino azul; los soldados del rey Mori se esparcieron por todo el territorio con una sola cosa en búsqueda. El rey azul. Después de que Mori matara al rey del reino oscuro y heredará el trono en conse...