-𝖎𝖛

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Anthony

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Anthony

Me senté frente a George en la mesa, me pasó el desayuno y tomó el periódico.

— Después de este escándalo tenemos muchas cancelaciones y el DEIPC va a estar furioso— me mostró el periódico.

— Todo estará bien, yo lo arreglo.

— Sí, pero no es eso... Creo que algo le pasa a Lucy.

— Todos estamos algo estresados...

— Se dio un baño con la ropa puesta— me cortó.

— Oye ¿Cómo...?

— ¡Dejó la puerta abierta!— dijo con las mejillas coloradas.

— Las niñas se bañan muy raro— me reí.— mejor no te entrometas.

— No me da risa, desde que las contrataste todo ha salido mal ¿Y si están dementes?

— No, no están dementes.

— Oye solo porque te guste Wayland no quiere decir que no esté demente— dijo exasperado ante mi negatividad.

— No me gusta Wayland y ellas no están dementes.

— Lo que te deje dormir por las noches en esa cabeza está bien, pero ¿sabes cuál es tu problema?— me miró serio.— Tú no sabes juzgar estas cosas, necesitas convivir con gente normal.

— ¿Crees que eres normal George?— me reí.— si lo fueras estarías en Fittes y no seríamos amigos— él solo me miraba en silencio.— Oye, la mayoría solo finge tener todo bajo control, la DEIPC, la gran agencia es una falsedad. El mundo está loco y lo normal jamás arregla nada, nosotros lo entendemos, así funcionamos— me puse más serio.— Pero tú, te pierdes demasiado en la investigación y encuentras el oro que nadie más ve. Y sí, Lucy y Madison pueden ser un poco extrañas, pero son parte de esto, estoy seguro.

— Hicieron que esa casa se quemara, ¡Madison te pasó una bengala!— dijo indignado.— sinceramente no sé cuál está más demente, debes despedirlas.

— Déjame pensarlo más...

━━━━━╰☆╮━━━━━

Madison

Iba bajando las escaleras.

𝘔𝘢𝘥𝘪𝘴𝘰𝘯...

Escuché unas voces llamarme.

— ¿Qué...?— me di la vuelta, pero estaba sola en el pasillo.

Un escalofrío me recorrió la espalda, pero seguí mi camino.

𝘔𝘈𝘋𝘐𝘚𝘖𝘕...

Esta vez era más fuerte, sentí como alguien me tocaba el hombro, mis oídos comenzaron a zumbar y el golpeteo de un tambor comenzó a resonar en mi cabeza.

𝑱𝑼𝑺𝑻 𝑶𝑵𝑬 𝑪𝑯𝑨𝑵𝑪𝑬  ||  𝑨𝒏𝒕𝒉𝒐𝒏𝒚 𝑳𝒐𝒄𝒌𝒘𝒐𝒐𝒅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora