su majestad, en ésta vida soy yo quien decide

capítulo 8

Tal y como había prometido Marina y Luciana abrieron el baile imperial siendo las primeras en participar.

Ahora la música había cambiado y con ella debían cambiar de pareja.

Luciana soltó la mano de la señorita con la que bailaba y trató de salir de enmedio del salón de baile.

Pero antes de que pudiera huir alguien jaló su mano de vuelta.

'Aquí vamos de nuevo'

No es que odiara el baile, eran los nobles lo que no le agradaban.

Está vez quien guiaba era su compañero. 

Preferiría bailar con una señorita y ser ella quien liderara.

Luciana miró a su alrededor sin darle importancia al hombre con el que bailaba.

Tenía que asegurarse de que su hermana no estuviera bailando con algún tipo raro.

La encontró fácilmente distinguiendo esa única cabellera plateada entre la gente 

Quien la acompañaba era el hijo del vizconde North. Era un hombre que estaba cegado por la apariencia de Rina, pero un hombre ingenuo y tonto que nunca sobrepasaria el límite.

Uff- respiró aliviada.

Una vez acabara la canción saldría a buscar un lugar donde descansar.

Pero por alguna razón sintió que todos la observaban.

"Cuando se baila debes hacer contacto visual con tu pareja, princesa. Podría tomar esto como un acto de descortesía"

Ella se volteó a aquel hombre. Conocía esa voz.

"¡¿Majestad?!"

"Oh ¿hasta ahora das cuenta? Pensé que me estaba ignorando deliberadamente"

Ella miró disimuladamente al trono vacío.

"¡Le ruego me disculpe!"

'¿No lo he pisado, verdad?'

"Lo dejaré pasar ya que la princesa baila muy bien. ¿por qué no lo hace tan a menudo?"-dijo tomándola de la cintura para dar un giro.

"Oh bueno, la mayoría de los hombres nobles me evitan, ya que no soy de su agrado"

El emperador sonrió 

"la mayoría de los hombres nobles son estúpidos, la princesa es una mujer igual de encantadora que cualquier dama, solo que ninguno se da la oportunidad de conocerla"

Ella se sintió un poco avergonzada.

Isaac también le había dicho algo parecido. 

Ojalá pudiera bailar con él de esa manera.

Theobald miró su expresión.

'¿Está nerviosa? Que linda'

Era agradable bailar con ella 

Sus movimientos eran ágiles y fluidos.

Cualquier que la viera pensaria que era fácil.

Pero para Luciana era un esfuerzo sobrehumano.

No había comido nada en todo el día. Daysi la había acosado con los preparativos. 

Planeaba descansar en algún balcón, pero aquella idea fue destrozada por su hermana quien quería bailar.

Encima era agotador tratar con alguien tan hablador como el emperador.

Estaba dando todo su empeño en poder seguirle la conversación.