capítulo 14

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Contrario a lo que esperaba, ni Isaac ni los caballeros estaban ahí.

El agua fangosa corría  por el bosque. 
Había varios árboles caídos en una zona. Al parecer el río se había desbordado arrasando una pequeña colina.

Un grupo de personas esperaban a que se detuviera la lluvia. 
Cuando estuvo más cerca pudo distinguir el uniforme de los caballeros imperiales, quienes también habían quedado atrapados por la tormenta.

Parece que están en problemas”-saludó

“¡Princesa Deviatan!”-exclamaron varios sorprendidos.

“¿Alguno ha resultado herido?”

Uno de los caballeros se apresuró a ayudarla a bajar del caballo.
Afortunadamente no. Pero perdimos varias presas porque era difícil llevarlas”

Lo importante es que estáis bien” 

Que alivio. Isaac no se encontraba ahí y nadie había salido lastimado.

“¿Por qué estás sola?”-interrumpió el emperador algo molesto.

Saludo a su maj…”

Dejemos el saludo para otro momento ¿donde está el grupo de la princesa?”

Que molesto. Seguramente esto llegaría a oídos de Rina y la regañaría  por actuar imprudentemente.

Oh bueno, por la lluvia no me percaté que me había separado de los demás”-mintió- “hubo un fuerte estruendo, asi que vine preocupada por los caballeros” 

Eso no está bien princesa. Cuando cabalgue debe prestar mucha atención a su entorno, aún más si está lloviendo”

Esta bien. Seré más precavida en el futuro” 

Theobald suspiró
“Me alegra que esté bien” 

Luciana bajó la mirada. Hasta ahora todo había ido de maravilla. Pero su error lo había arruinado todo.
El duque estará enojado’

Tendría que convencer a los caballeros para que no dijeran nada.
Si el duque se enteraba, no solo ella sino también ellos serían sancionados de alguna forma. 
Eso solo haría que le perdieran la confianza.

Idiota

Disculpe princesa” 

Un joven se acercó a ella.

“¿Necesitas algo?”

“¡Ah yo!”-dijo apartando la mirada

Su cara estaba roja.

Dilo sin rodeos”
Si había algo que detestaba era la gente que no decía las cosas directamente.

Perdone mi atrevimiento, pero la capa que lleva no debería llevarla únicamente sobre los hombros. Se resfriará. Además la princesa no parece haberlo notado pero, vuestra ropa mojada se transparenta. 
No me lo tome a mal, usted es la única dama aquí rodeada de muchos hombres”

Luciana se cubrió rápidamente y miró a los demás. Ellos desviaron la mirada.

No se enoje, ninguno de nosotros tenía el valor de decírselo”

Qué vergüenza’ 

Definitivamente debió escoger otra ropa.
¿qué pensarían ahora los caballeros? estuvo cabalgando como si nada todo este tiempo.

Miró dentro de la capa. 

Siempre usaba un corsé apretado para disimular sus pechos, pero debido a la lluvia se había aflojado. 
Y el camisón blanco estaba pegado a sus senos. Haciendo que se notaran aún más. 

su majestad, en ésta vida soy yo quien decide Donde viven las historias. Descúbrelo ahora