Crowley abrió con sumo cuidado la puerta de entrada de la librería y muy despacio, haciendo que la campana de está sonara, pero muy suavemente. Esto solamente porque venía a pedir disculpas, cosa que no era muy de su agrado pero sabia que era muy necesario.
Era simple, cualquiera que cometiera un error debía debía admitirlo y disculparse. Entonces todo seguiría con normalidad.
Así llevaba haciéndolo con Aziraphale por muchos años, y debía admitir que ver al Ángel hacer el baile de "Me equivoque" era muy gracioso y satisfactorio, además de sentir que la disculpa era verdadera.
Cosa que repitió con Muriel, y es que ella estabá mal la mayoría del tiempo, y le hizo mucha gracia que ella tuviera que hacer el bailecito casi cada semana pidiéndoles disculpas.
¿Lo malo?
Es que Muriel se adaptó muy rápido, y luego de aproximadamente un año de este "trato" que iniciarón por mero interes de Crowley. Ella comenzó a tener razón en ocasiones y no perdió la oportunidad de pedir una disculpa apropiada por parte del demonio.
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.Como aquella vez que...
-- Escucha, llevo más tiempo aquí observando a los humanos. Y te digo que esos dos no van a quedarse juntos. -- declaró el demonio mientras se acomodaba en la banca en la que ambos se encontraban sentados observando a una pareja en St. James Park.
Hace dos semanas aproximadamente, Crowley sacó a Muriel de la librería para distraerla un poco, luego de que un idiota entrara a solo generar conflicto a la libreria. Lamentaba que ella tuviera que tratar con semejante animal sola y hubiera deseado estar allí para ayudarla, asi que la llevó a St. James Park a que viera a los patos para tratar de compensar eso.
Si, ver a los patos vivir su aburrida vida era algo relajante para el demonio, principalmente porque no hablaban ni generaban tantos problemas como los humanos, o los ángeles, o incluso los demonios con los que tenia que relacionarse..
-- Pero mirelos Sr. Crowley, están tan enamorados que siguen viéndose a escondidas a pesar de que no los dejen. -- dijo Muriel incrédula de que el amor que ella podía percibir al ser un ángel fuera tan débil como para romperse.
-- Ya lo veremos... -- susurró el pelirrojo para ponerse de píe, cosa que la chica imitó y comenzaron a caminar en silencio hacia la salida del parque, para volver ya a la librería.
Durante todo ese día Crowley le ayudo a Muriel a ordenar libros, y cada vez que tenian la oportunidad de debatir acerca del tema, ambos sostuvienian su punto firmemente, y decidieron convertir esto en una apuesta.
Por lo que la siguientes dos semanas estuvieron viendo una telenovela de la vida real con esa pareja, los siguieron a varios puntos más de la ciudad donde se reunían, solo por entretención, y también para juzgar todo lo que hacían.
Y durante ese tiempo no se abrió casi ningún día la libreria, y mucho menos se vendió un libro, pero valla que disfrutaron la compañía del otro.
Sin saberlo, esto sirvió para armar una amistad.
Sirvió para que Muriel finalmente dejara de llamar al demonio Sr. Crowley.Y tambien sirvió para que este último dejara de ser tan miserable de día y de noche, llevándose botellas de vino a su departamento al no querer que nadie lo viera en ese estado vulnerable, embriagandose en alcohol para sobrellevar el dolor del insensible rechazó del ángel.
Y finalmente, Muriel ganó la apuesta.
Porque despues de pasadas esas dos semanas, tanto el ángel como el demonio pudieron ver con sus propios ojos como el amor fue mas fuerte, y fueron testigos de como la pareja se reunió una última vez en el parque, para subir ambos a un automovil luego de besarse con un amor que hasta el demonio pudo sentir. Para largarse lejos, ya que tenían todas sus maletas ahí.
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Feather (AziraCrow)
Science FictionAzirafel es enviado a la tierra después de un tiempo llevando a cabo el plan de Dios. Pierde la memoria, y debe reencontrarse con Crowley, Muriel y todo lo que dejó atrás sin recordar nada ni a nadie. Todos harán lo posible para que recuerde, el pr...