Capítulo 2

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--Ya le dije, este libro no está a la venta. --dijo Muriel con un tono algo molesto.

-- ¡Pero es una librería! ¡Se supone que venden libros! -- espetó.

-- Si Sr. Colleen, pero este no está a la venta. -- repitió, ya cansada de decir la misma frase por décima vez.

-- Que desperdicio de tiempo... --soltó molestó el hombre, para entregarle el libro a Muriel de forma agresiva y salir de la librería rápidamente.

Muriel solo suspiró. Esto no era algo nuevo.

Ya llevaba 1 año y medio en la tierra aprendiendo de los humanos y leyendo los libros de la librería. Y podía afirmar lo que el Sr. Crowley le había dicho aquella vez.

"Los humanos son complicados." - Anthony J. Crowley.

Había humanos muy agradables, con los que podía hablar tranquilamente sin miedo alguno, he incluso la hacían reír. Pero habían otros que la hacían sentir mal, y también algo de miedo.

Afortunadamente, ya había aprendido a manejarse bien en la librería y con las personas. Y debía agradecer en gran parte al Sr. Crowley por ello.

Él iba de vez en cuando a la librería, y a veces iban a comer a la cafetería de Nina. Otras sólo se quedaban en la librería, y mientras ella leía un libro con un delicioso chocolate caliente que le preparaba el Sr. Crowley, mientras que él bebía del alcohol que había en la bodega de la librería.

Y había sido él quien le había dado algunas reglas para mantener la librería, como por ejemplo:

- No regalar libros.
- Vender solo los que estaban marcados para vender.
- Limpiar diariamente y mantener ordenada la librería.

Y cosas así.

También estaba agradecida de Nina y Maggie, ellas la llevaban de compras y la ayudaban a buscar ropa que la hiciera sentirse cómoda con lo que vestía. Mientras que el Sr. Crowley las esperaba fuera de las tiendas de brazos cruzados, y caminando de un lado al otro, esperando que ambas terminaran de hacer que ella se probara prácticamente todo lo que había en la tienda, para finalmente hacer que el Sr. Crowley pagara 2 o 3 cosas.

Al principio fue difícil encontrar ropa con la que se sintiera cómoda, hasta que finalmente termino optando por un estilo Vintage. Que debía admitir que realmente le quedaba bien.

También debía admitir que los primeros meses en la librería fueron prácticamente prueba y error, tanteando los cambiantes humores del Sr. Crowley, tratando de entender a los humanos, tratando de comprender los mundos y realidades que los libros le mostraban y también buscando como encajar como una humana más.

Ahora, ya había pasado 1 año y 4 meses desde que Metatrón la había dejado a cargo de la librería y de que el Sr. Fell fuera nombrado Ángel Supremo. Y aunque los primeros meses fueron difíciles para ella, sabia que para el Sr. Crowley había sido peor.

Ahora tenían una especie de relación como de Padre-Hija según lo que le habían dicho Maggie y Nina, no sabia exactamente que significaba, pero le agradaba haberla formado en el poco tiempo que llevaba acá.

También estaba feliz de tener una "amiga". Así fue como le llamaron todos a Gabriela cuando les contó que había conocido a una humana muy amigable en la tienda.

Esto pasó unos meses después de le ordenaran quedarse en la librería. Todo empezó cuando se dieron cuenta que ambas llevaban la misma blusa, de la misma tienda, el mismo día, en un mismo lugar. Aquello les pareció muy gracioso y desde entonces Gabby venia a la librería para compartir con Muriel una taza de Chocolate caliente y un buen libro, eran algo así como un Club de lectura, o así lo había descrito Gabby cuando Nina les preguntó que era lo que hacían.

De pronto, la puerta de la tienda sonó.

Esperaba que al darse vuelta estuviera el Sr. Crowley ahí, quien le preguntaría si quiere ir a dar un paseo con él en el Bentley. A lo que ella obviamente diría que si, ya que le encantaba que él la llevara por la ciudad y le mostrara lugares nuevos.

O también podía ser Gabby que traía algún "chisme" humano. Porqué era lunes, y los lunes no son de Club de Lectura.

O podrían ser incluso Nina o Maggie que venían a pedirle alguna ayuda para sus tiendas, a lo cual iría con toda voluntad como forma de agradecimiento por la ayuda con la ropa.

Pero nada de eso sucedió, en cambio, apareció el mismísimo Ángel Supremo, el Sr. Fell.

-- ¡Señor Fell! ¿Qué está haciendo aquí? --se acercó rápidamente para saludarlo de cerca, estaba muy feliz de que alguien tan importante como él viniera a visitarla. Cuando notó que traía una caja en las manos, lo que le pareció extraño.

-- ¡Hola pequeña! -- saludó efusivamente--. Esa es una excelente pregunta. No tengo idea.

De cerca, Muriel pudo notar que el tono morado característico en los ojos de los Arcángeles Supremos, no estaba en los ojos del Sr. Fell. Y comprendió que algo muy grave acababa de ocurrir.

El Ángel frente a ella ya no era el Arcángel Supremo.

-- ¿Qué ocurrió Sr. Fell? -- preguntó con tristeza en su tono de voz. No quería entrometerse demasiado, pues temas como esos no son relevantes para un Ángel con su grado. Pero en serio quería saber este "chisme".

-- ¿Ese es mi nombre? ¿Sr. Fell? -- consultó extrañado. No parecía un nombre.

Muriel no estaba comprendiendo nada.

De pronto la puerta de la librería sonó, y ambos Ángeles se dieron vuelta para ver de quien se trataba.

Y está vez si era el Sr. Crowley, quien traía en su mano una bolsa de papel con pastelillos para Muriel.

-- ¡Muriel, traje pastelillos de la tienda que te gusta! -- gritó el demonio mientras cerraba la puerta despacio.

Crowley se dio vuelta para buscar a Muriel en la tienda, ya que no había respondido ni a su llamado o a los pastelillos que tanto le gustaban, y eso era muy raro.

Y cuando lo vio, no podía creer lo que sus ojos veían...

-- Ángel... -- susurró.





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Hola personitas que necesitan terapia igual que yo.
Aquí les dejo el 2do capitulo. Espero que lo disfruten y que voten porfavor :)

Próximo Capitulo: Lunes 25/09/2023

Feather (AziraCrow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora