[18] Ikigai.

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LILITH.

El viaje de regreso a Londres fue en completo silencio, Scar y yo no dijimos palabra alguna. Ambas nos encontramos aún en estado de shock, yo aún no puedo asimilar que Adriel descubrió uno de mis secretos, se que ser bailarina en un club no tiene nada de malo pero las personas siempre te tachan de una cualquiera por hacerlo, ya sea por simple diversión o de tratarse de un trabajo.

Tomamos nuestras maletas para salir del aeropuerto, Scar se adelanta un poco y yo voy detrás de ella, aun tratando de asimilar mis pensamientos.
Al salir vemos a nuestro amigo, él nos da una leve sonrisa mientras veo Scar correr hacia donde está. Él la abraza calidamente mientras veo como mi mejor amiga se derrumba en sus brazos, mis pasos se hacen pesados y siento que de la nada me romperé a llorar, llegó hasta dónde están ellos y escucho leves murmuros de Jorge hacia Scar tratando de tranquilizarla. De un momento a otro me encuentro envuelta en los brazos de él y es hasta ese momento que me doy cuenta que grandes lágrimas ruedan por mis mejillas.

Él se encarga de sostenernos a ambas,  mientras surra que todo estará bien. En medio de la madrugada, en la salida de un aeropuerto con personas entrando y saliendo, él castaño de ojos color miel nos sostiene mientras nuestros mundos se vienen abajo.
Unos minutos más tardes nos separamos de su abrazo cálido, mientras él se encarga de dejar un beso en la coronilla de ambas.
Le doy una leve sonrisa como agradecimiento qué el devuelve.

— No estoy seguro de lo que sucede, pero..— él toma mi barbilla y la de Scar con suavidad para que lo veamos a los ojos — Pero les aseguro que todo estará bien, de eso me encargaré yo.— le damos un leve asentimiento mientras él se encarga de meter las maletas en la cajuela del coche mientras nosotras lo esperamos dentro de este.

Mi celular lo he apagado, lo hice para desconectarme un poco de todo este caos y poder ordenar mis ideas. Estuve apunto de enviarle un mensaje a Adriel, pero no lo hice. Le daré un espacio para pensar las cosas y decida que hacer.
Jorge sube al auto, nos adentramos a las calles de Londres y me enfoco en ver los edificios pasar.

— Gracias, cariño— escucho la voz de Scar un poco rasposa de tanto llorar. — Gracias por venir por nosotras.

Él castaño le da una mirada fugaz a Scar para luego devolver su vista a la carretera.

— Siempre que lo necesiten, lindas. Recuerden que siempre estaré para ustedes.

— Y lo sabemos, por eso te llamamos— le digo esto mientras le sonrío con cariño.

— Bien, ¿Las llevo al departamento de Scar?

La verdad no sé qué responder, me da igual a donde vaya solo quiero echarme a llorar y deprimirme en una cama.

— No, llevamos al tuyo— dice la pelinegra— Él mío queda del otro lado de la ciudad y solo quiero descansar lo más pronto.

Jorge me ve por el retrovisor esperando alguna objeción y yo solo le doy un asentimiento de cabeza para que nos lleve a su departamento.
Aclarado esto él comienza a conducir en dirección a su casa, durante el viaje vamos en un completo silencio dónde sólo se pueden escuchar nuestras respiraciones pausadas.

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Llegamos al departamento del castaño hace un rato, él no ha hecho ninguna pregunta hasta el momento esperando que nosotros le contemos que paso, nos ha dado una taza de té de tila para tranquilizarnos a ambas, esperando pacientemente.
Él sabía que teníamos este viaje por el trabajo, sí, él sabe que bailamos y se lo tomo de la mejor manera, pero aún no sabe porque estamos tan afectadas.

Scarlett fue quién lo llamó para que nos recogiera en el aeropuerto pero no le dio detalles de lo sucedido.
Recuerdo que le dijo "por favor, ve por nosotras al aeropuerto. Llegamos en media hora" en medio de balbuceos.

MI ÚLTIMO PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora