Una linda chica, la más hermosa del lugar, con un cuerpo ardiente y actitud cautivadora, un bello vestido rojo adornándole.
Una copa de vino en la mano y dispuesta a obtener mucho dinero esa noche, vió llegar a un tímido grupo de cuatro chicos, tres de ellos se notaban sumamente nerviosos, el otro se reía como intentando animarlos dejándoles en el lugar.
Te acercaste al trío para animarles, se veían jóvenes, seguramente estudiantes.
Hola, hola~ chicos. —Saludaste seductoramente, estaban totalmente sonrojados.— ¿Cómode llaman? —Preguntaste mientras les guiabas a una de las mesas disponibles.— Yo... Yo soy Izuku. —Habló el de cabello verdes mirando sus manos sudorosas.— Soy Shoto... —Dijo el segundo de cabello particular y una cicatriz en su rostro.— Llámame Katsuki. —Terminó de decir el segundo de voz más gruesa y reposa, este era rubio, se notaba ligeramente más tranquilo que el par anterior.— ¿Es su primera vez en uno de estos lugares, cierto? —Adivinaste.— Entiendo... ¿Y qué clase de mujer quisieran cada uno?, ¿Quisieran alguien joven como yo o a alguien más madura? —Los chicos estaban al tope de sonrojados.— Aunque también podríamos hacer algo entre los tres.~ —Propusiste apoyando tus brazos en la mesa, mostrándoles tu escote a los jóvenes.
Ellos se miraron en silencio, como adivinando lo que estaban pensando.
Soltaste una ligera risa.
Síganme~ —Les llevaste a una de las habitaciones.— Y no se preocupen por el pago, viene por cortesía de la casa. —Les guiñaste el ojo mientras asegurabas la puerta.
El grupo se sentó en la orilla de la cama observándote, para amenizar el ambiente entendiste la vieja grabadora entonando música sensual, tus caderas comenzaron a danzar al ritmo de la sinfonía, tus pasos salían de forma natural.
Fuiste deslizando tu vestido conforme tus caderas se movían, pronto consiguieron apreciar tu ardiente cuerpo cubierto por un diminuto conjunto negro.
Sabías quemuy pronto estarían totalmente exitados, por lo sentándote sobre Izuku, comenzaste a besarlo dejando tu trasero levantado de forma que el par restante pudiera apreciarlo, sus manos se posaron al poco tiempo, acariciando tus nalgas mientras las manos del peliverde se aferraban a tu cadera sintiendo en tu entrepierna la presión de su miembro creciendo.
Diste instrucciones para se desnudaran, después de que el más tímido de recostara boca arriba, para poder atender su erección, los otros dos jugueteaban con tu panti estimulando tu intimidad.
Al parecer, no es que fueran tímidos o estuvieran avergonzados, simplemente se aseguraban queestuvieras dispuesta a esto.
Tu boca saboreaba aquella prominencia mientras tus caderas se movían para provocar al par de atrás quienes turnaban sus lenguas para saborearte.
Eso es, chicos~ —Gemiste al sentir la viscosa lengua de uno introducirse en ti mientras un pulgar estimulaba tu clítoris.
El peliverde pronto llegó al orgasmo, expulsando su semen en tu boca haciéndote tragarlo.
El siguiente debajo fue Todoroki, quien introdujo su gran miembroen tu entrada mientras Izuku se abría paso por tu pequeño orificio.
Jadeaste mientras tus ojos se ponían en blanco, sin duda la doble penetración con chicos tan ardientes era el maldito cielo, Bakugo ordenó que lamieras su erección, era gruesa y vistosa, aquella rosada punta recibió las caricias de tu lengua que viajaban por su circufencia y paraban en la punta.
El tronco de su erección iba poniéndose más duro conforme tu lengua le acariciaba, gruñidos salían de los tres chicos, la lascivaescenaera armonizada con sus gemidos y choques de su cuerpo.
A la par, consiguieron el primer orgasmo en el que jadeantes deseaban más.
Recostándotesobre Katsuki dándole la espalda, sentiste su miembro penetrar tu pequeño orificio mientras Izuku ingresaba a tu entrada principal y ahora saboreabas la erección de Shoto.
Estaban en elparaíso, pronto un nuevo orgasmo apareció inundando la pequeña habitación.
Al término del acto, paseaste por los labios de los tres chicos, eran realmente guapos, musculosos, posesivos, simplemente encantadores.
¿No quisieras dejar de trabajar aquí? —Propusiste Shoto.— ¿Y de qué viviría? —El trío soltó una pequeña risa.— Por eso no deberías preocuparte, podríamos tenerte como una verdadera reina.
Alzaste la ceja algo confundida.
Vamos, ____. —Indicó Katsuki tomándote de la mano.— Un mejor lugar te espera.
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