Efímero - Gavi²

Extra

Los primeros meses Gavi no se apartaba de mi.

Cuando se iba a entrenar regresaba lo más temprano posible.

Mis padres nos vinieron a visitar y también los padres de Gavi.

Todos estaban contentos.

Pero sus emociones aumentaron más al saber el género del bebé.

Gavi hasta lloro ese día.

Era una niña.

Nuestra preciosa.

Cuando nació era la bebe más bella que había visto.

Gavi ese día también lloro.

Hasta tenía miedo de sostenerla.

Mis hermanos estaban felices y siempre venían a visitarnos.

—¿Como está mi pequeña?— Gavi se acerco

—Muy bien, esta dormidita— sonreí

El asintió.

—y cómo está la mujer más guapa de Barcelona— me miro, con una sonrisa

—Estoy bien, Tranquilo. Ve a entrenar.— le señale el campo

—Es que no puedo concentrarme— puso pucheros

Yo solté una leve risa.

—Te quiero, ve a entrenar anda.

Asintió y antes de irse dejó un beso en mis labios y otro en mi mejilla.

Por suerte el entrenamiento acabó pronto y nosotros volvimos al departamento.

Deje a la bebe en su camita mientras preparaba la comida para mi y Gavi.

—¿Crees que es momento de comprar una casa?— me abrazo por detrás

Yo me quede pensativa.

—oli seguirá creciendo y necesitará un lugar más grande para jugar— siguió

—Si, tienes razón.

El dejo un beso en mi hombro—. Luego nos ponemos a ver casas. ¿Vale?

Asentí y el se separó para ir a la habitación.

A vigilar de nuestra pequeña.

Seguí cocinando y una vez acabé.

Fui a la habitación.

Me encontré con una imagen súper bonita.

Nuestra pequeña en el pecho de Gavi.

Mientras dormía plácidamente.

Sonreí y me acerqué.

—He echo ya la comida, ve a comer mientras yo me quedo con ella— susurre, para no despertar a la bebé

—Si me muevo se despertará, mejor me quedo un rato más— agarro mi mano y entrelazo nuestros dedos

Asentí y dejé un beso en su frente.

—Que buen papi eres— sonreí

El asintió orgulloso.

Gavi era tan sobre protractor con Olivia que recuerdo que cuando cumplió un año, casi mata a mi hermano porque se le había caído del sofá.

Pero por suerte no se hizo nada.

Cuando la bebe fue creciendo, Gavi era más sobre protector.

—¿Como estás mi amor?— se agacho a la altura de Olivia