Prólogo
El sol les acariciaba con recelo como si no quisiera que se olvidasen de su presencia cuando los tenía tan sofocados desde hacia un par de días, matándolos de deshidratación, mientras que sus estómagos parecían angustiarse con el paso de las horas, contrayéndose, la comida se les había terminado y necesitaban con urgencia parar en algún lugar para abastecerse o si no su capitán se empezaría a debatir seriamente si comerse a su adorable reno-doctor, quien empezaba a temer por su vida decidiendo ocultarse junto con las chicas, quienes habían decidido por colocarse algunas prendas más cortas para poder soportar el bochorno. Nada podían hacer más que esperar, pero Luffy no parecía tener ganas de hacerlo, empezando a divagar semi consciente, Zoro por su parte abría uno de sus ojos para tenerlo bien observado y evitar que hiciera una tontería, como tirarse del barco para conseguir comida o refrescarse del calor, olvidándose que era incapaz de nadar, siendo que si se decidía por tirarse del barco sería la cuarta vez en lo llevaban de día.
—Chicos, la Log pose se está empezando a mover —aviso Nami mientras se recompone de la silla de playa en la cual estaba recostada al notar un movimiento irregular de la especie de brújula busca islas, mirándola extrañada la tocó un poco—, aunque según los mapas no tendría que haber alguna isla tan cerca por estos lugares. Es extraño.
—¿¡Y que más da!? —gritó desde el suelo Luffy, quien de un salto se paró, estirando su pierna derecha hacia la navegante que se exaltó un poco observando como su capitán tiraba de su pierna izquierda para llegar hacia ella— Solo vayamos hacia ese lugar, al menos encontraremos algo comestible —con algo de fuerzas pronunció, para segundos después caer rendido nuevamente en el suelo al sentirse sin energías y empezar a quejarse del hambre.
—El capitán tiene razón Nami —esta vez una hermosa señorita de negros cabellos hablo con una sonrisa tranquila, mirando directamente a la de cabellos naranjos—, aunque no esté registrada hay una posibilidad de que sea una isla con suministros, con los que ciertamente no contamos actualmente.
Nami mirándola suspiró, asintiendo mientras se paraba por completo para estirarse un poco: —Tienes razón Robin, iré a llamar a Franky para que mueva el volante y nos dirigiremos hacia esa isla misteriosa.
Luego de encontrar al carpintero, que estaba empezando a caer ante la tentación de tomarse las colas de emergencia guardadas por si algo ocurría, el espléndido Thousand Sunny se puso en marcha a un lugar en donde al menos su tripulación pudiese descansar. Eso esperaban.
Después de unas horas, se vio desde lo lejos un lugar lleno de vegetación y Usopp con sus binoculares les hizo saber a todos este hecho. La emoción de haber encontrado un pequeño paradero les hizo reunir las suficientes energías como para continuar, Sanji les había dicho que una vez llegasen él bajaría a buscar comida y que podían descansar entre las hojas de los árboles para refugiarse del sol, ya que cuando regresase les prepararía una maravillosa comida, siendo retado por un espadachín fastidiado, quien se negó a quedarse quieto y prefirió también bajar a buscar comida. El Sunny no tardo en arribar entre las arenas del lugar, todos bajaron y siguiendo sus distintas indicaciones se movieron. Mientras que Brook cargaba a su cansado capitán en su huesuda espalda, Franky ayudaba a las chicas a bajar sus sillas, sombrilla y mesa a petición de Robin, quien entre sus brazos llegaba al pequeño Chopper que parecía desmayarse en cualquier momento por el calor que padeció durante mucho tiempo. Nami mientras tanto se había puesto a cotillear con Usopp, quien le contaba como es que el otro día había escuchado a Zoro hablar entre sueños y decir que se convertiría en el mejor espadachín del mundo, para después gritar un "¡Estúpido Mihawk, por qué eres tan fuerte!", riéndose entre ellos. Sanji y Zoro ya se habían ido ni bien pisaron tierra, compitiendo entre ellos sobre quien conseguiría la mejor presa para degustar en la comida.
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¡Capitán! | Zolu
AdventureLuffy junto a su tripulación deciden parar en un isla misteriosa. Luffy va él solo por el lugar y una cueva llama su atención, pronto se darán cuenta del aprieto en el cual se han metido.