Capitulo II
Ya el sol se había puesto nuevamente y todos se encontraban desayunando, Luffy estaba al lado de Nami y Robin, quienes sonreían enternecidas al verle devorar todo, Sanji parecía estar fastidiado con aquello, pero inevitablemente también consentía al niño preparándole distintos dulces para su deleite, maldiciéndolo también al tener a su lado a dos bellezas tan pendientes de él. Todos estaban emocionados ante la idea de tener a un capitán tan tierno y pequeño abordo, al menos la mayoría. Zoro seguía resentido con Luffy desde ayer y aunque ya le habían dicho que dejase de ser infantil, se sentía humillado ante la decepción de su capitán.
—Fufufu —río suavemente Robin mientras se acercaba a la oreja del menor a su costado—. Tal parece que Zoro sigue triste por lo de ayer.
—¿Por lo de ayer? —preguntó mientras se metía un pedazo de carne en la boca.
—Si, ayer le dijo que quería tener a puño de fuego Ace y Sabo como su primer nakama, eso le daño mucho —limpiando las migajas de sus mejillas le sonrío tiernamente mirando como el niño fruncía el ceño confundido y volteaba a ver a Zoro quien estaba lejos en una esquina mientras tomaba sake.
—Se ve enojado —dijo con algo de temor, pero aún con el ceño fruncido para ocultarlo.
—Así demuestra que se siente triste.
—¿De verdad lo crees? —nervioso la miro, luego miro al peliverde y después cerro los ojos para tragar saliva— Creo que estará bien por si solo.
—Oh vamos capitán, anda con él, no sería capaz de hacerte nada nunca —divertida le empujaba un poco para que fuese con el mayor, convenciendo al niño al verla tan calmada, confiaba en la señorita cool.
Caminaba lentamente hacia el espadachín, quien ya se había dado cuenta de sus movimientos en su cuarto paso, mirándole fijamente mientras se acercaba poniéndole más nervioso, pero se daba ánimos para continuar. Una vez al frente suya y mirando al suelo jalo de sus pantalones para llamar su atención, aunque ya la tenía desde antes y con mucha fuerza alzó su cabeza para mirarle a la cara. Los nervios volvieron a resurgir y sus ojos se movían hacia otros lados evitando verlo, sus labios temblorosos intentaban decirle algo, pero no podía.
—¿Qué quieres Luffy? —preguntó ya frustrado por la actitud de su capitán y porque seguía aún molesto con él.
—Yo...bueno quería decirte que... —divagando en sus palabras se sentía perdido y juzgado.
—¿Qué querías decirme?
—Bueno, que... —cerro los ojos con fuerza y frunció sus labios— ¡Que estoy feliz de que Zoro fuese mi primer nakama!
Luego de gritar aquello y dejando de ejercer fuerza en sus ojos, los abrió lentamente para poder verle al fin, notando como el mayor tenía una expresión seria y fría, pronto su tez palideció tan blanco como el papel y se sintió acabado, seguramente lo cortaría con esas tan bonitas espadas que tenía o lo lanzaría al mar para que muriese ahogado, pero contrario a lo que pudiese pensar fue alzado en brazos y sentado en el regazo ajeno, ambos se quedaron en silencio. Luffy mordía sus labios esperando algo más, pero nada pasaba, al menos hasta que Zoro le susurró unas palabras a Luffy: —¿Puedes decirlo de nuevo?
—¿Ah?
—Eso, dilo de nuevo.
Volteó la mirada incrédulo para poder observar la expresión del mayor y al verlo quedó tan maravillado como para determinar que es lo que pasaba, porque si bien sus expresiones eran rudas sus ojos mostraban anhelo y admiración, sintió sus mejillas encenderse al sentirse emocionado ¿Era tan buen capitán como para que su tripulación ansié tener su reconocimiento? Sonriéndole asintió acomodándose mejor en su lugar y abriendo la boca enormemente grito: —¡Zoro es el mejor!
—¿Eh? ¿Qué dijo capitán? —Sanji rápidamente llegó a ellos con el ceño fruncido.
—Lo que oíste cejitas —le sonrío mostrándole sus dientes con prepotencia—. Soy–el–mejor.
—Maldito musgo... —gruñó con molestia dejando la bandeja de comida que tenía encima de un mueble cerca— ¿Quieres pelear?
—No lo necesito —cerrando los ojos y alzando su cara aún con una sonrisa se burlo—, después de todo se que soy el mejor. No voy a perder mi tiempo en pelear con seres inferiores.
—¡Maldito seas!
Luffy con cuidado se bajó de la piernas de Zoro notando que pronto se pelearían y riéndose de aquello fue corriendo hacia Franky, para recordarle que le había prometido hacerle un carrito de juguete, marchándose bajo la mirada divertida de Robin y Nami, quienes se divertían de sobremanera con aquella situación.
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¡Capitán! | Zolu
AventuraLuffy junto a su tripulación deciden parar en un isla misteriosa. Luffy va él solo por el lugar y una cueva llama su atención, pronto se darán cuenta del aprieto en el cual se han metido.