II

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A la mañana siguiente, MJ y Soph despertaron con resaca
- Hermana, quiero morir- dijo Soph a Nathalie
- Que pena, eso te pasa por tomar mucho-
- ¡Sólo fueron 10 vasos!- la Sancoeur mayor rodó los ojos, mientras tomaba café, mis padres habían salido hacer compras para el almuerzo y Jack nos hacía compañía
- Sabandija, estás más callada de lo normal ¿sucede algo?- alce mi cabeza al escuchar el apodo de mi hermano
- Si, si, no es nada importante, pensando en el dibujo que debo enviar- eso no era lo que pensaba pero no podía decir la verdad
- ¡¿En serio, Michelle? Es sábado!- exclamó MJ
- Dile eso al Licenciado Watters- el era mi Licenciado de Dibujo y Arte Digital, siempre nos mandaba tarea los sábados, a pesar de que no íbamos a la Universidad ese día
- Cómo sea ¿qué haremos hoy?- preguntó Charlotte
- Ni puta idea, prefiero quedarme en casa- murmuré
- Será mejor mañana, nuestra abuela viene desde París por el cumpleaños de mamá y tenemos que enseñarle la ciudad- comentó Nathalie
- Ay, no, me olvidaba de eso- dijo Soph poniendo su cabeza en la mesa
- Y yo tengo que ir a mi casa, es el aniversario de mis padres y tengo que cuidar a mis primos- indicó MJ
- ¿Que tienen que ver tus primos con tus papás?- pregunté, confundida
- Mis tíos están de viaje y mis primos se quedan en casa-
- Ohhh- MJ esperaba que yo preguntará por Marco, pero no lo hice, ya no me importaba lo que hacía o no... Al fin y al cabo era la vida de el, no la mía
- ¿Y si vamos donde los abuelos, sabandija?- mis abuelos tenían un año que se mudaron a California, pensaban que por alguna emergencia sería mejor que estén cerca... casi todos los fines de semana voy por el Club de Lectura de mi abuela
- No... en serio, quiero quedarme en casa- todos notaron que yo lo decía sin bromas, la noticia de ayer todavía rondaba por mi cabeza, Charlotte más que todos me entendía
- Bueno... ya nos tenemos que ir, Soph, la abuela llegó al aeropuerto- la rubia suspiró
- Está bien... nos vemos, chicas-
- Adiós y suerte-
- Sii... la necesitaremos- comentó Nathalie, dándole un beso a Jack, antes de salir
- Llamaré a mi papá para que venga a verme- dijo Charlotte, sacando su teléfono
- Uh, de paso me dejas a mi- comentó MJ, con la boca llena
- MJ, por por una vez en tu vida come como personal normal- ordenó mi hermano, con una mueca de asco
- Lo que tu digas, canoso-
- ¡Maldita ignorante, no soy canas!- exclamó Jack
- Controla al viejito, M- Jack estaba por goplear a MJ, cuando escuché el canto de sirena... no lo escuchaba desde... me pare con rapidez y subí a mi cuarto
- ¡Michelle ¿que sucede?!- gritó mi hermano desde abajo, busqué entre mis cajones el viejo collar... cada dos años mis poderes me otorgan un collar nuevo... tengo aproximadamente 18 collares de diferentes copos de nieve y colores, lo encontré y me lo puse, después mis ojos se pusieron en blanco, escuchando esa voz
- Michelle, el mundo de la magia está en peligro depende de ti salvarlo y despertar a tu novio lograrás-
- ¿Cómo hago eso?-
- Te daré las indicaciones en el camino... no te quites el collar por nada del mundo... te protegerá-
- ¿Qué significa eso? ¿Por qué Ha...?- mi pregunta fue interrumpida al salir del trance, inhale fuertemente, tosiendo, caí de rodillas
-¡Michelle!- Jack entró al cuarto y detrás de el MJ y Charlotte
- ¿Estás bien?- preguntó MJ, yo seguía tosiendo sin parar
- MJ, trae agua...- después de unos minutos, dejé de toser
- Jack... Hans... despertar... collar... yo...- todo oscureció y solo escuchaba mí nombre a la distancia

Abrí los ojos, lentamente, pero los cerré al molestarme la luz
- Hey, ya no duermas, nena- al abrirlos Hans estaba ahí pero borroso
- Zanahoria...-
- No, soy Jack...-
- ¿Qué hago aquí?-
- Te desmayaste, sabandija, delirabas y decías cosas raras-
- No, no lo recuerdo...- dije, intentado sentarme, pero Jack no me lo permitió
- Debes descansar, sabandija, saldrás en unas horas-
- Pero...-
- Sin excusas, hermana...- decidí acostarme
- ¿Y nuestros padres?- pregunté
- Tratando de sacarte de aquí, saben que no te gusta los hospitales-
- Tengo hambre...- dije al sentir gruñir mi estómago
- Si que jodes ¿verdad?-
- Soy un encanto... ¿irás por comida?-
- Si, si, vuelvo en un momento- el salió del cuarto y yo me sumergí en mis pensamientos:

¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢́𝑒 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑟𝑒𝑐𝑖́𝑒𝑛 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑙𝑚𝑎?
¿𝑆𝑒𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝐻𝑎𝑛𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑖𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑡𝑎𝑟𝑎?
¿𝑄𝑢𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑒𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑚𝑖 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎?

- Sabandija, traje un poco de sopa, fue lo que logré conseguir en la cafetería-
- ¿Sopa?-
- Sip, no encontré a nuestros padres-
- Ah, bueno, que más toca- cogí el plato algo molesta y me lo tomé de golpe
- Wow, sabandija, se que estás con hambre-
- ¡Puaj! está horrible, no sabe a nada ¿que mierda me diste?-
- Solo sé que era sopa-
- Eres un idi...- mamá entró al cuarto
- Mi cielo, por fin despiertas estaba preocupada-
- Ya estoy mejor, mamá ¿ya me iré a casa?-
- Si, tu padre termina de firmar unos papeles para sacarte-
- ¿Entonces pueden sacarme estos cables?-
- Ya viene una enfermera a hacerlo- justo en ese momento entró una  enfermera
- Hola, Kari, wow, Michelle, estás enorme-
- Hola, Ade-
- Mamá ¿quién es ella?- preguntamos Jack y yo
- Ella es Adeline McKenzie, una vieja amiga de la Universidad- dijo mamá, abrazando de lado a la castaña, ella tenía los ojos verdes, piel clara, su cabello lo tenía agarrado en una rosca con un traje blanco de enfermera
- Bueno... Michelle, te sacaré todo ese aparato de tu cuerpo-
- Gracias, señorita McKenzie- después que la enfermera me sacará todo esos aparatos, me puse una blusa blanca y un vestido de tiras encima color celeste, con unos botines del color de la blusa
- Por fin iré a casa- agarré mí bolso y salí de la habitación pero choqué con alguien
- ¿Michelle?- alcé mi mirada después de chocar en el pecho de alguien
- ¿Oliver?- dije, incrédula al verlo, el era un amigo de club de Fotografía y teatro
- Wow, Sullivan, gusto verte-
- Lo mismo digo-
- ¿Qué haces aquí?- preguntó él
- Chequeos médicos ¿y tú?-
- Mi hermana tiene leucemia y ella se revisa aquí-
- ¿Hermana?- dije
- Sip, Annelise es mi hermana menor-
- Eso no lo sabía-
- Quizás después la conozcas, te daré mi número- saqué mi teléfono y marqué el número de él y lo guardé
- Listo, te veré en otro rato- dije despidiendome
- Nos vemos, Sullivan- respondió él y desapareció del corredor dejándome con  mis pensamientos

𝕃𝕒_𝕔𝕙𝕚𝕔𝕒_𝕊𝕒𝕟𝕔𝕠𝕖𝕦𝕣

Las Crónicas de Michelle SullivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora