capítulo 4

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Perspectiva de Milei:

Querido Diario, hoy me desperté, me bañé en perfume y me peiné como todas las mañanas todo normal, desayuné un jugo de maracuyá y unas medialunas con jamón y queso.

Me puse a ver casados con hijos en Netflix porque yo si lo pago para ver aunque esté en youtube y el programa esté bien quemado. Era mi gusto culposo.

Hoy tocaba el debate así que me preparé mental y físicamente.

Fui a pilates, merendé y partí hacia mi destino. Como era de esperar, salí victorioso como siempre. Me mantuve tranquilo y sereno para no darle el gusto a la casta mentirosa esa.

Me contuve para no gritar, la meditación y el shifting funcionan.

En todo el debate no podía evitar echarle una que otra mirada a mi ex, Bregman.
Su mirada estaba más perdida que torta frita en cumpleaños de 15. Se veía bien linda de verde, aunque yo prefiera el azul, he de aceptar que ese color hacía resaltar sus ojos.

Para dar contexto rápido, Myriam y yo nos conocimos en una previa del papa Francisco. Este era portero de la cuarta división de racing, en un partido de racing vs boca (dónde yo estaba) ganaron y decidieron festejar en la casa de Francisco.

Cuando la ví algo en mí despertó ese día. Sentí un click como la película esa.
Ella estaba con un boludito que parecía jesús que iba atrás de ella.

Me le acerqué y usé una de mis efectivas tácticas para intentar chamuyarmela:

-hola te gusta south park?

En corto me tiró gas pimienta en la cara. En ese momento supe que tenía que ser mi esposa.

Un voto de amor (Myriam Bregman x Javier Milei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora