(extra -10) días de primavera de una rusa

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Era una tarde de primavera y una jovencita entusiasta y llena de vida estaba por comenzar su vida estudiantil terciaria. Mientras se peinaba su larga cabellera rubia fantaseaba de su futuro.

Una joven de raíces Rusas vivía y estudiaba en a la Argentina en busca de cumplir su sueño. Ver un amanecer en una Argentina socialista dónde a nadie le falte el pan, pero que tampoco le sobre.

Una joven Myriam Bregman de 19 años estaba por empezar su primer día de muchos cambios. Ese miércoles tenía que salir todo bien, debía dejar una buena impresión.

Se bañó, se planchó el pelo, se puso una mini falda negra, una remera al cuerpo rosa y tacones rosas. Se puso su perfume favorito "mujercitas" agarró su gas pimienta heredado de 4 generaciones y salió a tomarse un bondi.

Sus clases eran a las 9 de la mañana así que la joven Myriam se levantó a las 8:30am.

Su viaje hacia la facultad era de 20 minutos, así que agarró sus cosas y salió corriendo para alcanzar el colectivo de 8:45 de la esquina.

En el camino veía sus redes sociales mientras escuchaba Metallica. Mientras deslizaba en Instagram encontró un post de un viejo compañero de la secundaria, Sergio Massa, con su nueva novia.

"La vida es tan linda cuando uno encuentra el amor. Te amo mi vida, las mujeres más lindas empiezan con M.
Malena dueña de mis sueños .
Ojalá te hubiese conocido antes y no haber perdido el tiempo conociendo a otras. Te amo Male, amo tu castaño pelo no rubio, amo tu aroma a frambuesa y no a lirios. Amo que te llames Malena y no Myriam.
Espero tener muchos hijos con vos y que tengamos un sano y humilde ambiente familiar en nuestro nidito de amor.

Chupala Myriam."

La joven rubia estaba confundida, "¿Sérgio conocía a otra Myriam?" Creyó que era una coincidencia y siguió deslizando.

En las últimas paradas del colectivo Myriam se empezó a sentir descompuesta. La publicación de Sergio era re empalagosa, puro chamuyo chino. Sumado a eso, a Myriam se le había olvidado desayunar.

Al llegar, corrió al baño desenfrenada con náuseas. Hasta que chocó en el débil pecho de un muchacho con aroma a marihuana y raid.

"Epa estás bien??" Dijo el castaño de pelo largo, barbón, y sacado de novela de medio-bajo presupuesto argentina.

Cuando quiso contestarle casi expulsó todo.

El chico impactado no sabía que decir, pero sí como actuar. Agarró su mochila y se la ofreció como tacho de basura.

Myriam lo miró raro y con la poca fuerza mental le preguntó dónde estaba el baño más cercano, él señaló y ella corrió.

El joven la quedó mirando detrás y supo que no sería la última vez que la vería.

Un voto de amor (Myriam Bregman x Javier Milei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora