capitulo 9

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Memorias de un pato:

12 de mayo del 2001

Bitácora espacial de Patricia Bullrich, hoy es un día especial para mí. Después de tanto tiempo aprendí a hacer otra bomba a base de un clip, una lavandina, un vaso y un encendedor. La llamé "la fiera", era mi niña especial, una creación lista para ser utilizada contra el estado.

¿Cómo aprendí a hacer bombas? Es una larga historia, pero se la resumo así nomás:

Hace muchos años existía una niña con una pasión, hacer mierda todo. A los 4 años le regalaron su primer juego de química, con el cuál desarrolló una cura contra la peste bubónica y el vih, pero no le dió importancia y después extravió las curas.

Pero hubo algo que no pudo crear con éxito, una bomba. El gobierno no quiere que los menores tengan acceso a información atómica y química para crearlas, pero sin embargo vendían juegos de química funcionales mientras seas mayor de 5 años. En el fondo ella sabía que tan difícil no era.

Solo necesitaba poder para tener esa información. Empezó a anotarse en sindicatos y agrupaciones, pero no había éxito, le faltaba algo, algo que yo le podía dar.

Una noche esa niña ya convertida en una adolescente tenía otras metas y decidió jugar con fuego. En medio de un círculo con cinco velas en una estrella y una botella de vino, ella le quería vender su alma al señor de la noche, mitad hombre mitad animal.

Mi nave aterrizó en su patio y justo la vi desde la ventana. La escuché decir su deseo entre llantos. Quería ser presidente de un planeta llamado "Argentina". Me sorprendió a cuanto llega una persona por un poder que perderá cuando muera, ha de ser exitante gobernar la tierra. Ella me agradaba.

Ella ya no existe.

Tengo un secreto que nadie debe saber, detrás de mi apariencia de señora psicótica, está la peor identidad que se pueden imaginar.

Mi verdadero nombre no es Patricia Bullrich.

Mi verdadero nombre es Boris, también llamado Boris el animal.

Suplanté la identidad de la pequeña Patricia, era muy ingenua para seguir en este mundo, tomé su forma y decidí empezar a actuar aprovenchando mis privilegios de clase media alta ligeramente acomodada.

Y ahora voy por más, mientras todos duermen estoy planeando mi golpe máximo para dentro de unos años.

Si logro terminar a mi precioso, este pueblo sabrá cuál es el sabor del miedo y la obediencia ante mi sombra.

Pronto, sabrán de mí.

Señora Patricia de Rua.

Un voto de amor (Myriam Bregman x Javier Milei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora