Capitulo 11 parte 3 Final final ah

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Carta de Javier Milei para Myriam Bregman

3/10/2023

Buen día hermosa.
Para cuando leas esta carta ya no voy a estar acá.

Sé que estos últimos días no fueron lo mejor de nuestra relación, después de lo que pasó el otro día en la quinta-digo debate.

Te escribo esta carta desde el baño del hospital, y se la voy a dar a tu lacayo del Caño para que llegue a tus manos.

En el caso contrario de que no seas vos la que está leyendo esto y sea Nicolás del Caño quién lo lee ahora le dedicó lo sigueinte: pendejo de mierd# DEJA DE LEER CHISMOSO agarrate hdp te estoy esperando afuera mirá por la ventana, DEJA DE LEER ZURDO HDP.

En el caso de que seas vos Myriam esta carta es para vos.

Te estarás haciendo muchas preguntas ahora mismo. ¿Por qué me fuí? ¿Cómo te encontré? ¿Qué pasará en el futuro? ¿Por qué hace tanto frío? ¿Schiaretti será cordobés? Pero la más importante que quiero responder es qué siento después de tantos años.

Desde que cada uno partió a distintos caminos ideológicos y profesionales, más fue creciendo la brecha entre nosotros que nos divide en este caótico paralelo político.

Cómo ya sabés, mi orgullo es lo primero y la justicia ya es parte de mi vida desde que naci. Desde que un compañerito del colegio se quedó con mi trompo azul en el recreo algo creció dentro de mí.

La justicia era algo en lo que coincidíamos bastante ambos. Somos justicieros de distintos ejes.

La Argentina no necesita corruptos y ambos lo sabemos. No puedo dejar de lado mi deber, a pesar de que eso signifique dejar atras al amor. Y aunque nos duela admitirlo, ninguno de los dos puede.

Ese día nos separamos casi en buenos términos, pero en el fondo sabía que a los dos nos dolía. No me importaba ignorar mis sentimientos, pero me sentí muy mal al ignorar los tuyos.

Sé que sos una mujer orgullosa y directa así que lo respeté en su momento.

Cada segundo es muy estresante para los dos, nuestras campañas corren peligro de ser aplastadas por el poder comprado de Sergio Massa, tanto así que hasta nos tendríamos que juntar con los impopulares o peor, con Patricia Bullrich.

Sé que mi actitud no te pone muy contenta que digamos, pero mereces a alguien mejor que yo, medio difícil porque nadie es como o mejor que yo, pero no imposible con lo linda que te mantenés.

Te he lastimado demasiado y me arrepiento, quiero pedirte perdón, hasta quise abrazarte y no dejarte ir.

Desde esa primera vez que te vi con tu pelo suelto, rubio y largo, de mirada fuerte y vestimenta formal, supe que estaba viendo a la mujer de mis sueños.

Esa mujer que chocaría con mi carácter pero que al mismo tiempo podría comprenderme, y juntos hasta podríamos conquistar el mundo. Que si llegáramos a tener hijos serían bien rubios e inteligentes listos para tener un lugar en la política si los adiestramos bien.

A lo largo del camino he aprendido a controlar y dejar ir cosas que me hacen daño aunque estás me hiciesen feliz. No me arrepiento de casi nada, salvo dejarte ir aquella tarde cuando decidimos encontrar nuestras metas por separado.

Una vez un tal Darío Barassi me dijo que yo, un hombre frío y calculador que se aferra a la realidad con ambas manos, nunca podrá hacer feliz a una princesita como vos que vive en las nubes.

Myriam, ¿Podríamos haber encontrado la realización de nuestras metas sin la necesidad de separarnos? Yo creo fuertemente que sí, pero la distancia y desconfianza más nuestro orgullo pueden jugar una mala pasada. Vos y yo fuimos y seguimos siendo polos opuestos, pero sentíamos lo mismo.

Después de todo, yo terminé siendo economista y vos una abogada.

La primera charla, nuestra primera cita, nuestro primer trago, nuestro primer beso, todas esas caminatas a tu residencia universitaria, nuestra primera discusión y nuestro primer arresto civil los guardo profundamente en mi corazón.

El día que rompimos lloré por 23 casi 24 días seguidos cuando me iba a duchar, así ponía como excusa que me caía shampoo en los ojos por si se me notaban rojos.

Amada Myriam debo dejarte ¿Por qué? No puedo decirlo. ¿A dónde? No puedes saberlo. ¿Cómo llegaré? Aahhh todavía no lo decido.
Pero puedo decirte algo, cada vez que escuché al viento susurrará tu nombre: Myriam.

Sé que te gustaban las referencias a los Simpsons, así que te escribí una para alegrarte un poco la noche.

Al final de esta carta solo me queda decirte que nuestro primer noviazgo es un hermoso recuerdo que se quedó tatuado en mi alma. Y verte otra vez en el debate, vestida de verde, un color que tanto te caracteriza me hizo recordar aquella blusa verde olivo con la que te conocí esa noche en la fiesta. Aunque todos los colores te lucen, el verde y el rosa siempre fueron tuyos.

El verde de tu corazón y el rosa de tu alma.

Con cariño

Tu gatito mimoso

Un voto de amor (Myriam Bregman x Javier Milei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora