CAPÍTULO 41

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Pov. Camila

-¿Puedo quedarme en casa hoy? Por favor. -Supliqué.

-Irás a la escuela, quieras o no. -Dijo mi papá mientras le daba un sorbo a su café.

-¿Puedo irme con Jazmin? -Lo último que se pierde es la esperanza.

-No. Tu hermano te llevará.

Estas normas son frustrantes. Todas son un harás-todo-con-tu-hermano.

-Pero Felipe debe estar dormid...

-No. Estoy listo. -Dijo mi hermano bajando las escaleras.

Genial, justo tenía que aparecer.

Felipe y yo no hemos hablado. Y tampoco haré el intento de hablarle porque sé que me ignorará o me responderá demasiado cortante. Algún día sé que podrá perdonarme.

O eso espero.

Me despedí de papá y seguí a Felipe. El camino a la escuela fue bastante incómodo y silencioso. Está más que claro que Felipe no me hablará, no le interesa. Y es ridículo, porque ya todo se acabó con Benja, ¡todo! No hemos hablado hace semanas. Nuestra última conversación fue cuando lo culpé acerca de todo y le dije que todo había sido un error. Y ahora que lo recuerdo, ¿por qué todo lo malo pasa justo antes o después de ir a esa casa en la playa? De pronto está maldita. No sé, le diré a Diego.

Ayer Rocco me llamó para despedirse. Los chicos se irán a California por 2 semanas. Cuando me dijo intenté evitar que mis lágrimas salieran, pero fue imposible.

2 semanas donde él probablemente, encontrará algo mejor que yo.

2 semanas en donde probablemente, yo intentaré olvidarlo.

2 semanas en donde probablemente, él no piense en mí.

2 semanas en donde probablemente, yo me torturaré día y noche pensando en cómo lo voy a olvidar.

2 semanas en donde probablemente, él estará feliz rodeado de chicas.

2 semanas en donde probablemente llore, sin soportar la idea de otras chicas con él.

2 semanas en donde...-

-Camila, eh, llegamos. -Dijo Felipe sacándome de mis pensamientos.

-Oh, lo siento. -Vi que Lu y Jaz me estaban esperando sentadas en una banca.

-Gracias. -Le dije a mi hermano, pero este no respondió. Estaba perdido en sus pensamientos viendo a Lu. Me bajé del auto y me acerqué a mis amigas.

-Sí, sí, lo sé. Se me olvidó decirte que mi hermano me traería a la escue...

-¿Soy yo o Felipe se ve más hermoso que nunca? -Me interrumpió una Lu con cara de enamorada.

-Eres tú. -Dijimos Jaz y yo al unisono.

Las tres entramos a la escuela. Los pasillos ya estaban llenos de gente, hablando, riendo, y/o gritando.

-¿Alguna vez les he dicho lo mucho que odio esta escuela? -Dijo Jaz.

-Oh, créeme, no necesitas hacerlo. -Dijo Lu.

Volteé a mirarlas y reí.

Pero justo choqué con alguien y caí al suelo, junto con otros libros.

Hermosa manera de empezar este año.

-Lo siento, lo siento... -Dijo un chico de ojos verdes ayudándome a levantar.

• Eres mía, pequeña || Benjamila •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora