Pov. Camila
-Debemos aprovechar muy bien las últimas semanas que nos quedan de vacaciones, Camila. -Me dijo mi mejor amiga mientras le daba un sorbo a su bebida.
-Ni siquiera me lo recuerdes. -Suspiré.
-¿Extrañarás verme todo los días en la escuela? -Dijo Benja sonriendo divertido.
-¡Sí! Aunque tú y yo nunca hablábamos.
-Pero esta chica nunca te dejaba de mirar. Siempre era un "Jazmin, ¡míralo! Se ve tan hermoso hoy." -Dijo Jazmin y yo estaba segura de que estaba más que sonrojada.
Diego y Benja rieron.
-Era una masoquista mirándote. -Confesé. -Tú siempre estabas con chicas.
-No es mi culpa que sea irresistible. -Dijo burlón y yo le doblé los ojos.
-Sí, claro.
-Pero... las que deberían estar celosas ahora son ellas, ¿no? Porque ahora soy tuyo. -No estaba sintiendo mariposas en mi estómago. Estaba sintiendo algo así como, gorilas.
No podía describir lo que sentía cuando Benja me decía que era suya. Pero cuando me decía que él era mío, era algo completamente diferente. Felicidad no se comparaba al sentimiento que sentía.
Este chico me hace completamente feliz.
-Lo sé. -Dije dándole un pequeño beso en los labios.
-Bueno, bueno. Concéntrense. -Dijo Diego y nosotros nos alejamos.- Jazmin y yo estábamos pensando en pasar una semana en mi casa en la playa. Pero esta vez, sin interrupciones. -Sabía a lo que se refería. Si hubiera sabido que mi padre era la razón por la cual Felipe estaba así, no hubiera regresado a casa nunca.
-Y esta vez, sin gritos, por favor. -Dije y Benja estalló a carcajadas.
Jazmin escondió su rostro entre sus manos y Diego bufó.
-¡Es hora de que lo olvides, Camila! -Exlamó mi mejor amiga completamente sonrojada.
-¿Cómo vamos a olvidar esos gritos? "¡Oh, Diego!" -La imité.
-¡Camila, ya cállate! -Dijo furiosa y esta vez si guardé silencio.
Dios, es que nunca lo voy a olvidar.
-Volviendo al tema, ¿están todos de acuerdo en ir? -Preguntó Diego y todos asentimos con la cabeza- Va a ser la mejor semana. Lo puedo sentir.
+++
-¡Camila! ¡Felipe! -Gritó mi padre desde la sala.
¿Ahora qué quería? ¿Es que no es suficiente con que esté acá en casa? Y no sólo él, sino con la estúpida de su esposa.
¿Ser una familia feliz? ¿Es que acaso está loco? Yo nunca podré perdonarlo. Y Sonia nunca reemplazará a mi madre.
Salí de mi habitación y mi hermano me agarró de la mano para bajar.
-¿Ahora qué? -Le pregunté.
-No lo sé. Vamos. -Dijo y bajamos.
Habían maletas y mi corazón se aceleró.
¡Sí, sí, sí! ¡Se van!
Oh por Dios, cuánto he deseado esto. Sonreí.
-¿Por qué tan sonriente hoy? -Preguntó Sonia.
-Finalmente va a ver paz y tranquilidad en esta casa. Sé que por fin se dieron cuenta de que no quieren vivir aquí, ¡sabía que se darían cuenta de una vez por todas! Fue un placer que estuvieran aquí, en serio, pero este no es su lugar. Espero tengan un buen viaj...
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• Eres mía, pequeña || Benjamila •
Ficção AdolescenteCamila Bordonaba y Benjamín Rojas. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una ni...