CAPÍTULO 48

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Pov. Camila

No podía creerlo. ¿Todavía hacen esas malditas carreras?

El timbre sonó y el chico se empezaba a alejar, pero lo tome del brazo y lo tiré hacia mí.

-¿Pero qué haces? Tengo clase de física, no puedo llegar tarde. -Explico soltándose.

-No llegarás tarde, porque no irás. -Dije y lo agarré del brazo de nuevo.

Lo llevé a las gradas, después de escucharlo todo el camino quejarse de que no se podía perder esta clase. Ignorándolo, me senté en las gradas y luego me imitó.

-¿Estás seguro de que Simon va a esas carreras?

-Más que seguro, Bordonaba.

-No me llames por mi Apellido.

-Está bien, Bordonaba. -Sacudió la cabeza. -Perdón, Camila.

Suspiré.

-Es uno de los mejores. Sólo que ayer se lastimó un poco, pero ganó.

-¿Y qué ganan?

-¿Pues qué crees? Mucho dinero.

-No puedo creer que arriesguen su vida por dinero. -Es ridículo.

-¿Puedo ir a mi clase de física?

-¡No! -Grité.

El chico con el que hablaba, usaba gafas y era demasiado delgado. Te miraba como si te tuviera miedo, como si fueras a matarlo.

-L-lo siento. -Tartamudeo, volteando la cabeza.

-¿Dónde son esas carreras?

-La calle negra. Es demasiado peligroso, no puedes ir. -Dijo, seguro.

-¿Tu vas a ver las carreras, no?

-Sí.

-Si a ti no te pasó nada, a mí mucho menos. -Le dije, segura.

-Espera, ¿me estás ofendiendo?

-Ya puedes volver a tu clase de física. -Conteste levantándome y dejándolo solo.

Si tenía que ir a esas carreras hoy a detener a Simon, lo haría.

Tengo un auto, ¿no? A la mierda las reglas.

Voy a ir en mi auto.

Entré a la escuela de nuevo y los pasillos estaban llenos. Al parecer había terminado la primera clase. Melody estaba con sus amigas, hablando y riéndose acerca de cualquier estupidez. Me acerqué a ellas y me puse delante de Melody, mirándola fijamente. Tenia una cuenta pendiente con ella...

-¡Hola, Camila! -Dije a propósito y luego sacudí la cabeza. -Oh, lo siento. Tu nombre es Melody, ¿verdad? Perdóname, es que a veces suelo llamar a las personas por el nombre equivocado, digo, por el nombre de gente más importante. -Me río. -Es que lo aprendí de alguien.

Ella sabe perfectamente de lo que estaba hablando.

Su cara ardía y sus amigas estaban bastante confundidas. Me alejo de ellas y veo a mis amigas a lo lejos. Me acerco a ellas y nos vamos a nuestra siguiente clase.

+++

Esperé toda la tarde a que mi padre y Sonia se fueran. Ya era de noche y en serio necesitaba salir a detener a Simon. Al final es mi amigo, y lo quiero. No quiero que le pase nada.

Pero algo no me dejaba salir, y ese algo era Felipe. Maldita sea, nunca está en casa, y justo cuando necesito que no lo esté, está tirado en su cama.

• Eres mía, pequeña || Benjamila •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora