Pov. Camila
No podía creerlo. ¿Todavía hacen esas malditas carreras?
El timbre sonó y el chico se empezaba a alejar, pero lo tome del brazo y lo tiré hacia mí.
-¿Pero qué haces? Tengo clase de física, no puedo llegar tarde. -Explico soltándose.
-No llegarás tarde, porque no irás. -Dije y lo agarré del brazo de nuevo.
Lo llevé a las gradas, después de escucharlo todo el camino quejarse de que no se podía perder esta clase. Ignorándolo, me senté en las gradas y luego me imitó.
-¿Estás seguro de que Simon va a esas carreras?
-Más que seguro, Bordonaba.
-No me llames por mi Apellido.
-Está bien, Bordonaba. -Sacudió la cabeza. -Perdón, Camila.
Suspiré.
-Es uno de los mejores. Sólo que ayer se lastimó un poco, pero ganó.
-¿Y qué ganan?
-¿Pues qué crees? Mucho dinero.
-No puedo creer que arriesguen su vida por dinero. -Es ridículo.
-¿Puedo ir a mi clase de física?
-¡No! -Grité.
El chico con el que hablaba, usaba gafas y era demasiado delgado. Te miraba como si te tuviera miedo, como si fueras a matarlo.
-L-lo siento. -Tartamudeo, volteando la cabeza.
-¿Dónde son esas carreras?
-La calle negra. Es demasiado peligroso, no puedes ir. -Dijo, seguro.
-¿Tu vas a ver las carreras, no?
-Sí.
-Si a ti no te pasó nada, a mí mucho menos. -Le dije, segura.
-Espera, ¿me estás ofendiendo?
-Ya puedes volver a tu clase de física. -Conteste levantándome y dejándolo solo.
Si tenía que ir a esas carreras hoy a detener a Simon, lo haría.
Tengo un auto, ¿no? A la mierda las reglas.
Voy a ir en mi auto.
Entré a la escuela de nuevo y los pasillos estaban llenos. Al parecer había terminado la primera clase. Melody estaba con sus amigas, hablando y riéndose acerca de cualquier estupidez. Me acerqué a ellas y me puse delante de Melody, mirándola fijamente. Tenia una cuenta pendiente con ella...
-¡Hola, Camila! -Dije a propósito y luego sacudí la cabeza. -Oh, lo siento. Tu nombre es Melody, ¿verdad? Perdóname, es que a veces suelo llamar a las personas por el nombre equivocado, digo, por el nombre de gente más importante. -Me río. -Es que lo aprendí de alguien.
Ella sabe perfectamente de lo que estaba hablando.
Su cara ardía y sus amigas estaban bastante confundidas. Me alejo de ellas y veo a mis amigas a lo lejos. Me acerco a ellas y nos vamos a nuestra siguiente clase.
+++
Esperé toda la tarde a que mi padre y Sonia se fueran. Ya era de noche y en serio necesitaba salir a detener a Simon. Al final es mi amigo, y lo quiero. No quiero que le pase nada.
Pero algo no me dejaba salir, y ese algo era Felipe. Maldita sea, nunca está en casa, y justo cuando necesito que no lo esté, está tirado en su cama.
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• Eres mía, pequeña || Benjamila •
Teen FictionCamila Bordonaba y Benjamín Rojas. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una ni...