𝗛 | 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 𝗽𝗮𝗿𝗸𝗲𝗿.
──╯⋄ꕥ. 𝘼𝙖𝙙𝙮𝙖 𝙍𝙤𝙙𝙧𝙞𝙜𝙪𝙚𝙯 quería crecer como una adolescente normal y la pubertad golpeó su puerta; no solo trayendo sus poderes mutantes desarrollados, sino terribles tragedias con ella. Todo en su vi...
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▬▬¡NO LO PUEDO CREER!
Un grito agudo salió de su garganta acompañado de una carcajada que resonó por toda la sala de estar. Aadya Rodríguez observó con las mejillas sonrojadas a su tía, dándole una expresión que esperaba que ella confirmara lo anteriormente dicho por su esposo, Alex Benoist.
Verónica Rodríguez se rió, con la vergüenza floreciendo en su pecho, asintió hacia su sobrina. ▬▬Él dice la verdad, no puedo negar mis acciones.
Aadya siguió soltando risas que contagiaron a la pareja presente, la adolescente se mostraba más relajada y menos tensa de cómo había llegado a la reunión. Alexander o Alex, como el diminutivo que él había insistido que Aadya usara, le había contando la historia de su primera cita con su tía Verónica y como ella después de su cita en casa de él, le robó unos lentes de sol y sin vergüenza alguna, en su segunda cita, los usó. Para luego admitir que eran de él.
▬▬Durante la cita, todavía ingenuo, le comento que los lentes se parecen a unos que había extraviado hace una semanas o al menos, eso pensaba en ese momento.▬▬dijo Alex con resignación.
Ady negó con la risa brotando de su garganta. ▬▬No sabía que eras toda una cleptomana, tía. ▬▬la miró con diversión.
▬▬Es mi segundo trabajo, luego de manejar todo un restaurante.
Aadya esbozó una mueca divertida. Se quedaron unos segundos en silencio hasta que el llanto de un bebé inundó la casa, alzó una ceja con sorpresa. Ella sabía que su tía tenía un hijo, pero en la media hora que tenía en su casa, no lo había visto, estaba durmiendo le dijeron.
Alex se levantó y chasqueó. Dirigió su mirada hacia ambas mujeres. ▬▬El pequeño terremoto se despertó. Lo iré a ver.
Verónica asintió. ▬▬Gracias, cariño.
Cuando él desapareció por los pasillos, Aadya enfocó su vista en sus dedos antes de captar la mirada de su tía. Calmó el nerviosismo en su estómago y le habló.
▬▬ ¿Qué?
La mayor sonrió. Sacudió su cabeza, inclinándose hacia ella desde el mueble donde estaba sentada. Alguna de los dos tenía que tocar el tema. Existía una neblina a su alrededor, de cosas no dichas, de pensamientos y de anhelos que no habían tenido el valor de sacar en la conversación. Aadya había estado esperando este momento desde que se despertó, de hablar del elefante en la habitación.
Aún así, por más ansiosa que estuviera de hablar sobre eso, tenía miedo de tocar el tema ahora que observaba a su única familiar sanguíneo. Miedo de destruir las esperanzas o de confirmar los temores que tenía en mente.
