Capitulo 5: La vida de las estrellas.

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Orión miró silenciosamente a su hijo, analizando como siempre hacía cada vez que se reunían.

"Quieres que cuide de la niña."

"Es sólo por un par de horas." Regulus aseguró. "Eloísa está enferma y necesito llevarla con sanadores. El hospital es peligroso para los bebés de la edad de Hermione y... por favor, eres la única opción que tengo, padre."

Orión se preguntó si él niño realmente pensaba que él se negaría a cuidar de su única nieta. Él admitía que no era el mejor padre, de hecho, fue un padre terrible para sus dos hijos, pero ahora mismo era solo un hombre moribundo (Regulus no lo sabía, pero tal vez lo sospechaba) y solo quería relajarse mientras pudiera.

Independientemente de sus reflexiones, así fue como Orión paso de tener un día aburrido a un día agradable mientras se escondía del trabajo y su esposa que parecía estar dedicada a criticar a su hijo mayor cada vez que veía noticias suyas en el periódico (que resultaban ser bastantes porque Sirius era, al parecer, un sinvergüenza del mismo calibre que Alphard, su cuñado, pero definitivamente sin la discreción que tenía él hombre).

Orión, por supuesto, no se quedó en la casa muggle. Aceptaba, a regañadientes, que su hijo viviera allí incluso cuando iba en contra de todas sus creencias, pero él mismo no se quedaría allí más del tiempo necesario, por lo que lanzó un hechizo glamour sobre sí mismo y su nieta, y la llevó a uno de sus lugares favoritos en los que estar desde que era un niño: La casa de verano en La playa della Tonnara en Sicilia, Italia.

Era una propiedad heredada por su madre y de la que solo él (y sus dos hijos) conocían la ubicación. Era una 'cabaña' de gran tamaño, más parecido a lo que se esperaba de una pequeña mansión, oculta en medio de la naturaleza. Era un maravilloso oasis natural situado al este de Sicilia, entre dunas costeras, salinas, lagos de agua dulce y playas kilométricas. Era el lugar donde le gustaba esconderse de vez en cuando, dedicado específicamente a ser un lugar para relajarse cuando era necesario.

Su pequeño oasis personal que solo compartió un par de veces con sus hijos cuando estos eran unos niños y, ahora, con su pequeña nieta.

Orión pensó que no sería difícil cuidar de Hermione. Si bien los niños no significaban mucho, especialmente aquellos tan pequeños como ella, él asumió con razón que ella no debería ser un gran problema. Tenía cerca de nueve meses por lo que Regulus le había dicho, así que podía sentarse erguida y gatear, y tenía cierta capacidad cognitiva básica para comprender afirmaciones o palabras sencillas. Entonces, en teoría, debería poder sentarse sobre su manta, verde con dibujos de pequeñas flores, junto a sus peluches y comportarse.

Pero ella no lo haría, por supuesto, porque ¿por qué lo haría?

Hermione, para bien o para mal, era una Black y los Black no eran buenos quedándose quietos. Especialmente no los que estaban relacionados con Walburga y Orión Black, solo había que ver como terminaron sus hijos para notarlo.

Sirius era un desvergonzado, mujeriego y rebelde que se escapó de casa (aunque tal vez tenía sus motivos. No es que Orión lo entendiera de todos modos). Y Regulus era un niño desvergonzado de dieciocho años que ni siquiera estaba casado, pero que ya tenía una hija y estaba viviendo (para el horror de Orión) en el mundo muggle.

Así que él no podía esperar nada diferente de su pequeña nieta bebé, especialmente después de haberla visto manipular a Regulus, con lágrimas de cocodrilo en los ojos, para que la cargaran después de que ella misma causó un desastre con magia accidental (que, por cierto, Regulus ni siquiera estaba enterado de que su hija podía hacer magia accidental. Sin embargo, Orión no se lo diría. Era el deber del padre descubrir esas cosas por sí mismo, de todos modos)

La estrella más brillante entre las constelaciones |Regulus Black|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora